Organizaciones no gubernamentales (ONG) africanas y europeas intentarán introducir una declaración en la primera cumbre de jefes de Estado y de gobierno de Africa y la Unión Europea (UE), comenzada hoy en El Cairo, de la que fueron excluidas por el gobierno egipcio.
Las ONG celebraron en los últimos meses una serie de debates preparatorios de la cumbre y, como culminación de ese esfuerzo, pretendían realizar en El Cairo una reunión paralela al encuentro de gobernantes.
Al no lograr autorización para sesionar en la capital egipcia, las ONG celebraron el foro el sábado y el domingo en Lisboa, con el auspicio del Centro Norte-Sur y de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE.
Los principales asuntos en discusión fueron el desarrollo y la erradicación de la pobreza, inestabilidad y gobernabilidad en Africa, y democracia y derechos humanos en los dos continentes.
La mayoría de los 80 participantes en el foro desestimaron las explicaciones del gobierno de Egitpo, que fundó su prohibición del foro paralelo en "razones de seguridad".
La cumbre de El Cairo reúne a los jefes de Estado y de gobierno de 54 países de la Organización de Unidad Africana (OUA) y de los 15 de la Unión Europea. También participan los cancilleres de las dos regiones y los integrantes de la Comisión Europea.
La reunión, que finalizará este martes, fue inaugurada por el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, junto a quien se hallaban el mandatario argelino Abdul-Aziz Boutaflika, presidente de turno de la OUA, y el primer ministro de Portugal, Antonio Guterres, cuyo país preside la UE en el semestre en curso.
Sólo fue autorizada la presencia de un observador ajeno a la UE y la OUA, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
Timothy Clarke, de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, confirmó en Liboa el compromiso de esa institución de mantener el diálogo con las ONG.
Clarke anunció el viernes que la Comisión asignaría recursos para financiar el viaje a El Cairo de una delegación de nueve miembros del foro de ONG.
No se informó si los delegados de las ONG podrán conversar con los líderes reunidos en El Cairo, pero Clarke aseguró que "al menos dos comisarios europeos" estaban dispuestos a recibirlos.
Según Moshe More, subdirector de Sangoco, una coalición de ONG de Sudáfrica, la exclusión de las ONG "demuestra la falta de voluntad de varios gobiernos" para relacionarse con los grupos de la sociedad civil.
"Tenemos en esta sala el poder de dos continentes", dijo More, para exhortar al foro de Lisboa a exigir explicaciones al gobierno de Egipto y a la OUA.
Jos Lemmers, del Centro Norte-Sur, insinuó que los organizadores de la cumbre UE-OUA temían "el fantasma de Seattle", Estados Unidos, en alusión a las protestas contra la globalización que dieron marco a fines de noviembre y en los primeros días de diciembre a la tercera reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio.
Otros participantes sugirieron que los gobernantes reunidos en El Cairo no estaban dispuestos a discutir asuntos de derechos humanos que les podrían resultar embarazosos.
El grupo de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP) —que incluye a miembros de la OUA— aceptó en febrero un nuevo Acuerdo de Asociación para reemplazar la IV Convención de Lomé, un tratado de comercio preferencial y de cooperación con la UE.
El Acuerdo de Asociación, que será firmado en Fiji en junio, formaliza la relación de las ONG con los estados ACP y la UE. Pero el borrador de la declaración final de la cumbre de El Cairo sólo reserva una referencia explícita a esa participación de los grupos de la sociedad civil.
"Reconocemos la necesidad de una mayor presencia de la sociedad civil en todas las áreas de nuestra Asociación" y "ponemos énfasis en la necesidad de una mayor participación de los ciudadanos en las decisiones y en funciones complementarias del Estado, de las autoridades locales descentralizadas y de otros actores sociales", se lee en el borrador de la declaración final, fechado el 23 de marzo.
Para los asistentes al foro de Lisboa, la exclusión de las ONG de la cumbre OUA-UE fue especialmente desalentadora después de su dura batalla por lograr que se reconociera su voz en los asuntos entre la UE y los países ACP.
Elaine Sudworth, del Foro de la Sociedad Civil de ACP, corredactor de la declaración de la reunión de Lisboa, propuso advertir a la cumbre de El Cairo "la relación entre conflictos y pobreza" en Africa.
Sudworth afirmó que la UE no ha cumplido los objetivos convenidos internacionalmente para combatir la pobreza. "Africa no es pobre, (sin que) ha sido sistemáticamente empobrecida", primero por el colonialismo europeo y ahora mediante la liberalización del comercio, dijo.
Mientras los europeos consideran la cumbre de El Cairo un acontecimiento político, los africanos pretenden llevar el debate al terreno de los problemas económicos que atenazan a su continente.
La UE intenta concentrar la atención en cuestiones de democracia y derechos humanos, y los países africanos, en asuntos de desarrollo.
Las dos áreas de discusión fueron contempladas en las reuniones preliminares, donde se alcanzó consenso para abordar los problemas de la democracia y los derechos humanos en Africa junto con las preocupaciones en materia económica y de desarrollo.
Tradicionalmente, la UE ha diferenciado sus relaciones económicas con los países árabes del norte de Africa, cuyo ámbito es la Asociación de Europa y el Mediterráneo, de sus vínculos del mismo tipo con Africa subsahariana, englobados en la Convención de Lomé.
Pero los países africanos pretenden poner fin a esa división y negociar en bloque con la UE, del mismo modo que el bloque europeo considera en conjunto a Asia y a América Latina. (FIN/IPS/tra- en/bk/sm/ff/ip dv/00