PETROLEO: Embargo impide a estadounidenses buscar crudo en Cuba

El embargo impuesto a Cuba por Estados Unidos deja a las firmas petroleras de ese país fuera de la búsqueda de crudo en el espacio económico cubano del golfo de México, una zona de gran potencial.

"Si Washington quisiera, por supuesto estaríamos en disposición de negociar también", dijeron funcionarios de La Habana al anunciar la apertura a la inversión extranjera en su zona económica marítima exclusiva.

Pero la ley Helms-Burton, aprobada en 1996 y tendiente a estrechar el embargo contra la isla, impide las negociaciones directas de firmas estadounidenses con Cuba, que a principios de los años 90 abrió las puertas al capital foráneo en casi todas las áreas económicas.

Esa norma estadounidense codificó y aumentó el rigor de las sanciones económicas y comerciales que Washington aplica desde los años 60 a quienes negocian con el gobierno de Fidel Castro, con castigos que amenazan incluso a terceros países en sus relaciones con La Habana.

Sin embargo, hasta ahora sólo logró desestimular y entorpecer, pero no impedir, la llegada de inversiones a este país, dicen las autoridades cubanas.

Los últimos informes oficiales sitúan en 374 las empresas mixtas o asociaciones formadas con capitales procedentes de 46 países, entre los cuales España sigue siendo el primero, seguido de Canadá e Italia.

Las fuentes aseguran, además, que 57 por ciento de las sociedades se constituyó luego de aprobada la ley Helms-Burton y sólo en 1999 se crearon 58. "Si están aquí es porque les va bien, aunque se cuidan mucho para evitar que les alcance la regulación estadounidense", comentó un experto.

La evidencia de que el embargo estadounidense no logró cortar el oxígeno que trae el capital foráneo a la debilitada economía cubana no hace más que aumentar el malestar de empresarios de ese país, al verse privados "a cambio de nada" de participar en lo que podría ser un buen negocio.

En la actualidad, las empresas mixtas abarcan un importante número de ramas económicas, como telefonía, hotelería, minería, generación de electricidad, financiera, producción y ampliación del servicio de gas licuado y el sector inmobiliario, que creció de cuatro firmas en 1997 a 13 en 1998.

Los negocios mixtos se extienden también a producciones de bebidas, cítricos, tabaco, conservas, hortalizas y arroz, entre otras, mientras que desde 1998 existe una compañía conformada con 100 por ciento de capital extranjero en el sector de la energía eléctrica.

Empresas de Brasil, Canadá, España, Francia y Gran Bretaña, entre otros países, operan en el área petrolera desde la década de los años 90 en la búsqueda y producción de hidrocarburos, con inversiones que bordean hasta hoy los 600 millones de dólares.

La nueva zona abierta a licitación en el golfo de México abarca unos 112.000 kilómetros cuadrados, dividida en 59 bloques, informaron a comienzos de este mes el primer viceministro de la Industria Básica, Tomás Benítez, y otros directivos del estratégico sector.

Los funcionarios afirmaron que ya se trabaja en "intercambios de información" con seis compañías europeas y de América Latina, que por el momento omitieron identificar, y no desestimaron que en el futuro pudieran venir firmas estadounidenses a aprovechar las nuevas oportunidades de apertura al capital extranjero.

"El mensaje que queremos darles a todos es que estamos listos para recibir a las compañías extranjeras en el golfo de México (……), existe la posibilidad de hacer trabajos allá en condiciones muy ventajosas y esa es una noticia importante", comentó el experto Manuel Marreiro.

Las inversiones están protegidas por el convenio internacional de los derechos del mar, que fija las millas de exclusión económica de los países, y la Ley 77 por la cual el gobierno permite el ingreso y regula el capital foráneo en la isla.

Los contratos de producción compartida tendrán una vigencia de 30 años y un período inicial de exploración no menor a los seis años, de acuerdo al modelo que Cuba aplica desde 1990 en sus operaciones de prospección petrolera.

Especialistas cubanos se muestran optimistas y dicen esperar "yacimientos grandes", basados en estudios preliminares realizados por científicos estadounidenses que, con autorización de La Habana, perforaron ocho pozos y encontraron manifestaciones "vivas" de hidrocarburos.

A estos datos se sumarán los que aportarán estudios de la Compañía General de Geofísica de Francia hechos en un levantamiento sísmico de un área de la zona económica exclusiva cubana, cuyos resultados se esperan para octubre.

La intención es atraer firmas extranjeras a riesgo y con contratos atractivos, explicó el asesor legal del Ministerio de la Industria Básica, Juan Fleitas, quien destacó que los acuerdos prevén recompensas acordes a los riesgos, flexibilidad y sensibilidad a los niveles de producción y a precios del crudo.

Fleitas dijo que entre las ventajas se cuentan "un régimen fiscal claro y sencillo, un solo impuesto a pagar al gobierno central y la libre disposición del petróleo y el gas obtenido por el socio extranjero".

El golfo de México, una gran cuenca compartida por Cuba, Estados Unidos y México, fue dejado de lado en los años 80 por los expertos cubanos debido a la profundidad del mar, pero los avances tecnológicos la resucitaron en los años 90 como una vasta posibilidad de explotación.

En la actualidad se realizan extracciones petroleras hasta 2.000 metros de profundidad, pero los expertos prevén que dentro de siete u ocho años podrán explotarse yacimientos ubicados hasta 3.500 metros bajo el mar.

Basados en esa experiencia, los expertos cubanos confían en que, si 80 por ciento de los bloques petroleros cubanos están situados en una profundidad superior a los 2.000 metros, habrá tecnología para poder explorar y explotar los eventuales yacimientos que allí existan.

La perforación en el mar resulta más costosa que en tierra. Se estima que un pozo a 3.500 metros de profundidad requiere una inversión aproximada a los 10 millones de dólares.

El sector petrolero figura entre los más activos de la economía cubana, con una producción estimada para este año en 2,8 millones toneladas, cuatro veces más que la de 1991. Por su parte la producción de gas se calcula para el período en 660 millones de metros cúbicos.

El crecimiento de este sector energético dejó al país beneficios netos por unos 650 millones de dólares, 250 millones sólo el año pasado, por concepto de sustitución de exportaciones.

Aunque el crudo cubano es demasiado pesado y contiene azufre en exceso, el aumento de la producción garantiza al país la generación de 55 por ciento del total de energía eléctrica por esta vía, y se estima que este año se elevará a 70 por ciento.

Cuba espera descubrir en los próximos tres o cuatro años más de 10 nuevos yacimientos en la costa norte La Habana-Matanzas, lo cual requerirá inversiones por 70 millones de dólares.

Los capitales servirán para construir la infraestructura necesaria, como oleoductos, gasoductos, plantas de tratamiento, centros colectores y reparadores de gas. (FIN/IPS/pg/dm/en if/00

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