La Red de Sobrevivientes a Minas Antipersonas, con sede en Washington, lanzó una campaña mundial de presión para que Estados Unidos firme la convención internacional contra el uso de esos artefactos bélicos.
Las embajadas estadounidenses en el mundo comenzaron a recibir el miércoles copias de una petición firmada por 1.300 víctimas de minas antipersonas de 15 países en las cuales esas minas son muy abundantes, entre ellos Afganistán, Angola, Bosnia, Camboya, Eritrea, Etiopia, Jordania, Mozambique, Rusia y Vietnam.
La petición fue lanzada en el primer aniversario del Tratado para la Prohibición de Minas, que entró en vigencia el 1 de marzo de 1999. Ese tratado fue firmado por 137 países y ha sido ratificado por 91.
Jerry White y Ken Rutherford, dos víctimas civiles y cofundadores de la red, instaron a que más países ratifiquen el tratado, junto a John Wack y Duane Robie, dos veteranos de la segunda guerra mundial, en una conferencia de prensa realizada el miércoles en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
White señaló que varias naciones, entre ellas China, Estados Unidos y Rusia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, aún no han firmado el tratado. Tampoco lo han hecho hasta ahora Arabia Saudita, Corea del Norte, Corea del Sur, Egipto, India, Irán, Israel, Nigeria, Pakistán, Singapur, Siria, Taiwán y Vietnam.
El activista pidió al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, que firmara el tratado antes de que su mandato termine a fines de este año.
"De ese modo (Clinton) culminaría la acción de liderazgo que inició en 1994, cuando fue el primer gobernante del mundo que pidió la prohibición de las minas antipersonas", añadió.
En la carta a Clinton firmada por víctimas de minas antipersonas se afirma que "el apoyo y la participación de Estados Unidos fortalecería la aplicación del tratado para prohibir el uso de minas antipersonas, destruir las almacenadas, retirarlas de áreas de conflicto y asistir a las víctimas".
"Sabemos que a usted le preocupa nuestro bienestar y que no desea que el futuro de ningún niño sea tronchado por una mina antipersona. Lo exhortamos a dar un paso histórico y firmar el tratado ahora", añadieron los firmantes.
La posición de Estados Unidos, impulsada sobre todo por el Departamento de Defensa, es que ese país firme el tratado recién en 2006, si para esa fecha se han desarrollado alternativas a las minas antipersonas.
White dijo a los periodistas que se estima en 300.000 el número de víctimas vivas de minas antipersonas en el mundo, pero que esa cifra no incluye a los integrantes de millones de familias que fueron afectadas por su uso.
El número de nuevas víctimas cada año se estima en unas 26.000.
El activista aseguró que "cada 22 minutos, en algún lugar del mundo, alguien pisa una mina antipersona", pero señaló que muchos de los casos ocurren cuando la víctima está sola y nunca se informa sobre ellos.
Rutherford apuntó que hay tres razones básicas para prohibir esos artefactos bélicos, con base en razones humanitarias.
Esas razones son que causan un daño indiscriminado, su utilidad militar es escasa ya que casi 90 por ciento de las víctimas son civiles, y provocan un sufrimiento innecesario que viola la Convención de Ginebra sobre reglas de la guerra.
El activista también señaló que la efectividad del tratado fue muy grande, ya que incluso países que no lo firmaron han aplicado políticas restrictivas unilaterales sobre minas antipersonas.
China, Estados Unidos, India, Pakistán y Rusia aprobaron prohibiciones de exportar esas minas, indicó.
Elizabeth Bernstein, coordinadora de la Campaña Internacional para Prohibir las Minas, opinó que el tratado y el movimiento del cual participa están produciendo un "efecto de largo plazo innegable" para salvar vidas y miembros, pero que "no se puede descansar hasta que todos los países adhieran al tratado".
Bernstein destacó que la producción de minas antipersonas se ha reducido mucho, que la exportación de esos artefactos casi ha cesado, y que más de 19 millones de minas fueron destruidas en los arsenales de por lo menos 50 países en los últimos años.
"Sin embargo, pensamos que quedan por lo menos 250 millones de minas antipersonas en los arsenales de por lo menos 104 naciones, la mayoría de las cuales no firmaron el tratado" añadió.
El ejército de Gran Bretaña anunció el año pasado que había destruido unos dos millones de minas antipersonas que estaban en su poder, y China prometió erradicar unas 800.000 sembradas en su frontera con Vietnam durante 1999.
Datos de la ONU indican que los 10 países más sembrados de minas antipersonas son Egipto, Irán, Angola, Afhanistán, Camboya, China, Iraq, Vietnam, Croacia and Bosnia-Herzegovina. (FIN/IPS/tra- en/td/da/mp/ip/00