CHILE: Mujeres ganan participación en próximo gobierno de Lagos

El Día Internacional de la Mujer se conmemora hoy en Chile como preámbulo de una mayor participación femenina en el gobierno, que se materializará a partir de este sábado, cuando el socialista Ricardo Lagos asuma la Presidencia.

El gabinete ministerial que se posesionará ese día incluirá a cinco mujeres en un total de 16 carteras, hecho inédito en la historia de este país, así como tampoco tiene precedentes la designación de otras ocho viceministras en las 28 subsecretarías y de otras cuatro mujeres en las 13 intendencias regionales.

Soledad Alvear, abogada demócratacristiana que fue ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) en el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) y de Justicia el saliente de Eduardo Frei (1994- 2000), encabezará ahora la cancillería y pasará a la historia como la primera mujer en ese cargo en Chile.

Las otras ministras del nuevo gobierno serán Mariana Aylwin en Educación, Alejandra Krauss en Planificación y Cooperación, Michelle Bachelet en Salud y Adriana Delpiano en el Sernam.

Chile, evaluado en 1999 por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo con uno de los mejores registros en América Latina en cuanto a desarrollo humano, ocupó un lugar secundario en la región en términos del índice de potenciación de género.

Este índice alude tanto a la igualdad de oportunidades que un país brinda a las mujeres respecto de los hombres en materias como salarios y ejercicio de responsabilidades, como así mismo a la presencia femenina en los órganos de gobierno y de representación popular.

Las mujeres han sido tradicionalmente discriminadas en la política chilena. De los 38 senadores de elección por el voto ciudadano hay actualmente sólo dos mujeres, mientras que la nómina de 120 integrantes de la Cámara de Diputados incluye a 14.

Ninguno de los siete partidos con representación en el parlamento tiene liderazgo femenino y la única colectividad encabezada por una mujer es el Partido Comunista, sin presencia legislativa, cuya secretaria general es Gladys Marín.

Las señales de cambio se intensificaron en la última elección presidencial, en que precisamente Marín se convirtió en la primera mujer candidata a la primera magistratura, condición a la que se sumó también la ecologista Sara Larraín.

Si bien ambas obtuvieron un bajo apoyo en la primera vuelta de los comicios, celebrada el 12 de diciembre de 1999, los votos de sus seguidores fueron decisivos para que Lagos, un socialista moderado, derrotara en la segunda vuelta, el 16 de enero, al derechista Joaquín Lavín.

El Instituto de la Mujer, una organización no gubernamental, lanzó en vísperas de los comicios presidenciales una campaña bajo el lema "las mujeres definimos la elección", apuntando al hecho de que las votantes femeninas son mayoría en Chile.

La campaña tenía como propósito hacer que los candidatos incorporaran al debate asuntos de interés para organizaciones de mujeres, como la ley de divorcio retenida en el parlamento, el aborto terapeútico, prohibido en Chile, y otras reivindicaciones laborales, de salud y educación.

Sin embargo, la mayoría de los votos femeninos se volcaron a la candidatura de derecha, con un Lavín que atrajo ese apoyo con mensajes sobre seguridad ciudadana y promesas de mejoramientos en la salud, la educación, así como de aumento del empleo, calificadas de "demagógicas" por los partidarios de Lagos.

A la postre, los votos femeninos contribuyeron a definir la batalla presidencial, ya que Lagos, abanderado de la gobernante Concertación por la Democracia, que había logrado el apoyo de 45,36 por ciento de las electoras en la primera vuelta aumentó ese respaldo a 48,66 por ciento en la segunda votación.

En otras palabras, los porcentajes de votación femenina que se desplazaron hacia el actual mandatario electo fortalecieron el respaldo que Lagos tuvo entre los hombres para conformar así el 16 de enero una sólida mayoría y derrotar a Lavín.

El nuevo gobierno tiene como uno de sus desafíos el de recuperar el apoyo mayoritario de las mujeres, que desde diversos ángulos cuestionaron a la administración saliente de Frei.

Si bien la mayoría del electorado femenino dio señales de inclinarse hacia posiciones conservadoras, son también mujeres las que desarrollan el activismo en áreas críticas para la aún no concluida transición hacia la democracia.

En el frente de los derechos humanos, la vanguardia en las movilizaciones para evitar que el retornado ex dictador Augusto Pinochet sea favorecido por la impunidad es ejercida por Viviana Díaz y Mireya García, presidenta y secretaria general de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (AFDD).

El protagonismo femenino es también ostensible en las organizaciones ambientalistas, con figuras como la ex candidata Sara Larraín o la bióloga Adriana Hoffman, defensora de los bosques nativos.

El aumento de la presencia de mujeres en los ministerios, viceministerios e intendencias regionales es un buen punto de partida, pero aún está por verse si efectivamente el nuevo gobierno incorpora enfoques de género en sus políticas, dijo a IPS la profesora universitaria Loreto Rebolledo. (FIN/IPS/ggr/mj/ip hd/00

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