DESARROLLO: Los robots son privilegio de países industrializados

El uso de robots en la industria de los países en desarrollo constituye en la actualidad un fenómeno irrelevante, que contrasta de manera rotunda con la expansión que se verifica en las naciones industrializadas.

El último informe sobre el comportamiento del sector, difundido por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEE), confirmó la concentración de esa tecnología en el mundo desarrollado.

Los pocos robots utilizados en los países del Sur se localizan principalmente en Brasil y México, en filiales de industria automotrices estadounidenses, europeas y japonesas, y además algunos en Sudáfrica y en China.

También aparecen algunos ejemplares de esas máquinas automáticas en las fábricas de material electrónico instaladas en Malasia por compañías originarias de Singapur o de Japón.

La presencia de robots en la industria electrónica de Indonesia se redujo debido a la crisis financiera que golpeó a Asia oriental desde julio de 1997. Argentina e India tienen apenas unos pocos instrumentos de esa tecnología.

Jan Karlsson, funcionario responsable del asunto en la CEE, calculó que México y Brasil pueden tener entre 500 y 1.000 robots cada uno, mientras que Sudafrica cuenta con unos pocos centenares.

En cambio, las proyecciones anticipan que en todo el mundo y favorecido por el actual impulso excepcional, el número de robots en operación llegará a casi 800.00 en 2002, en tanto que en 1998 sumaban 720.000.

"Nunca se habían registrado en el mercado pedidos tan numerosos de robots industriales", observó Karlsson.

Las órdenes de compras aumentaron 20 por ciento en 1999 comparadas con 1998, "lo que imprime mayor aceleración a la marcha hacia la automatización", explicó.

El incremento mayor procedió de Estados Unidos, con 60 por ciento. En Europa, alcanzó un nivel más modesto, 12 por ciento, comparado con el ascenso de 31 por ciento que había conseguido en 1998.

Las fábricas automotrices prosiguen a la cabeza del proceso de automatización, con un aumento de pedidos de 24 por ciento con relación a 1998. Los demás sectores de la industria progresaron 14 por ciento, con un papel más descollante para el sector de la alimentación.

Pero el uso de robots en la industria de la alimentación también se concentra en los países industrializados, dijo Karlsson. El nivel de los países en desarrollo es muy escaso a pesar de que en muchos casos se especializan en la producción de materias primas para ese sector.

La expansión de las inversiones en la robótica, en especial en Estados Unidos, Europa y Japón, obedece entre otras razones a una acelerada disminución de los precios de los robots en comparación con los costos de la mano de obra.

En promedio, en 1999 los robots se cotizaban 40 por ciento menos que en 1990. Por el contrario, en ese mismo período los costos laborales de la industria aumentaron más de 30 por ciento en Estados Unidos.

Otra justificación del fenómeno es el mayor rendimiento que ofrecen ahora en relación a una década atrás, desde el punto de vista de su velocidad, precisión y sobre, potencia informática.

Hasta el presente, los robots eran estimados por su capacidad de automatizar determinadas etapas de la actividad fabril, pero ahora comienzan a desempeñar un papel principal en la seguridad de la coordinación de todos los procesos comprendidos en la producción.

Los robots se incorporan a procesos como pedidos de clientes, diseño de productos, compras, montaje, control de inventarios, entrega de productos, y otros más que contribuyen al aumento de la productividad y de la demanda de esos instrumentos.

El informe de la CEE, elaborado en conjunto con la International Federation Robotics (IFR) establecida en Estocolmo, observó que con el desarrollo de la tecnología, los robots se han vuelto tan precisos que en muchos casos resulta imposible obtener la misma calidad constante con la mano de obra humana.

En el pasado, la industria automotriz bautizaba los vehículos salidos de la línea de montaje con algunas deficiencias con la expresión "autos de los lunes", en alusión a la pérdida de concentración laboral que suele verificarse en la primera jornada hábil de la semana.

Con la incorporación de la automatización y de la robótica ha sido eliminada la mayoría de esos defectos de fabricación atribuidos a errores o negligencia humanos.

Los robots ofrecen la misma calidad todo el tiempo, una característica que es esencial para la industria automotriz. "La calidad de los robots no es siempre más alta que la humana, pero es constante", dijo Karlsson.

Sin embargo, el empleo de los robots se justifica por ahora sólo en los países de elevados costos laborales, insistió. Por ejemplo, los salarios en la industria automovilística de México apenas llegan unos pocos dólares por hora. En cambio, en los países occidentales se elevan a unos 30 dólares. (FIN/IPS/pc/mj/dv sc/00

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