/BOLETIN-AMBIENTE/ EEUU: Estudiantes y monjas contra 'criminales del clima'

Ciudadanos de Estados Unidos preocupados por las temperaturas extremas y la falta de acción política contra las industrias contaminadoras promovieron nuevas campañas nacionales, esta vez dirigidas contra las principales empresas emisoras de "gases de invernadero".

Desde estudiantes que se niegan a trabajar en las compañías contaminadoras hasta organizaciones religiosas que presentan mociones de accionistas, los ciudadanos preocupados por el cambio climático están uniéndose para responsabilizar directamente a las gigantescas empresas petroleras.

Los activistas consideran que las firmas petroleras producen la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono, consideradas las principales responsables del recalentamiento del planeta.

"El desconocimiento y la propagación de información falsa sobre el recalentamiento mundial por parte de ExxonMobil pone a la Creación en riesgo, y no podemos permitir eso", declaró Pat Daly, una monja de la congregación dominicana de Caldwell, de Nueva Jersey.

Daly forma parte de una coalición de 42 grupos ambientalistas y religiosos en 17 estados, denominada Campaña ExxonMobil, que presiona a la compañía a reducir sus emisiones.

La mayoría de los científicos coinciden en que los gases de invernadero, producidos principalmente por la combustión de petróleo y carbón, han calentado gradualmente la atmósfera terrestre y alterado el clima mundial.

La Organización Meteorológica Mundial, con sede en Ginebra, informó en diciembre que las temperaturas registradas en todo el planeta en los años 90 fueron las más altas desde que comenzaron los registros, en la década de 1860.

Los cinco años más cálidos en los 140 años de temperaturas registradas tuvieron lugar en la última década.

El aumento de la temperatura podría ser la causa del incremento de la frecuencia e intensidad de tormentas, sequías e inundaciones en todo el mundo, advirtieron científicos.

En respuesta al trastorno climático, los países signatarios de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático firmaron en 1997 el protocolo de Kioto, que obliga a 38 países industrializados a reducir en cinco por ciento sus emisiones de gases invernadero respecto de 1990 para el año 2012.

Pero miembros del Congreso, sometidos a una fuerte presión de intereses petroleros e industriales, arguyen que el tratado es injusto y que hará aumentar el precio de los combustibles.

Enojados por lo que consideran pasividad política, grupos de ciudadanos se volcaron directamente contra las empresas responsables.

Campaña ExxonMobil, con sede en Austin, Texas, sostiene que ExxonMobil se convertirá luego de una fusión en la mayor empresa petrolera del mundo y también en la mayor emisora de gases de invernadero de Estados Unidos.

Actualmente, la firma es la séptima productora de dióxido de carbono del mundo y contribuye con 2,7 por ciento de las emisiones del planeta, sostiene la Campaña.

El grupo censuró a la compañía por su papel preponderante en la Coalición del Clima Mundial, una organización de industrias que en 1997 lanzó una campaña publicitaria de 13 millones de dólares en contra del Protocolo de Kioto.

La campaña describía a los políticos que votaron a favor del tratado como enemigos de la industria nacional y promotores del aumento del precio de la energía.

La coalición de activistas exhortó el martes a la Comisión Federal de Comercio a revisar el impacto ambiental de la fusión de las compañías Exxon y Mobil. En enero, la campaña presentó una moción de accionistas que instaba a la compañía a invertir en fuentes renovables de energía, como la eólica y la solar.

"La fusión de Exxon y Mobil tiene un enorme potencial para empeorar la situación en cuanto al recalentamiento del planeta", advirtió el sacerdote Michael Crosby, de Milwaukee. "Nos preocupa mucho el impacto de esto sobre el clima mundial", agregó.

Estudiantes de todo el país también dirigieron su campaña directamente contra empresas petroleras al promover un "boicot a los trabajos sucios", que exhortaba a otros estudiantes a no trabajar para las industrias contaminadoras.

El boicot es un medio importante y eficaz para responsabilizar a las compañías por su papel central en el recalentamiento del planeta, destacó Brianne Haven, estudiante de la Universidad de Michigan.

"Al negarse a trabajar para las empresas que no adoptan medidas simples para la protección ambiental, los estudiantes envían un claro mensaje a los directorios de esas compañías", añadió.

La nueva campaña estudiantil se basa en un informe publicado en enero por el Centro Transnacional de Recursos y Acción (TRAC), con sede en California.

El informe exhorta a los ciudadanos estadounidenses a enfrentar a los "criminales del clima", es decir las empresas petroleras responsables de la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono.

Según otro informe publicado por TRAC la semana pasada, 122 empresas de todo el mundo producen 80 por ciento de todo el dióxido de carbono, y sólo cinco de ellas (Shell, ExxonMobil, British Petroleum-Amoco-Arco, Chevron y Texaco) son responsables por 10 por ciento de las emisiones. (FIN/IPS/tra-en/dk/ks/mlm/en/00

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