AMBIENTE: Computadoras para ayudar a los grandes mamíferos

Científicos radicados en Estados Unidos tardaron 15 años en desarrollar un programa informático que permitirá administrar mejor las poblaciones de grandes mamíferos en las grandes reservas del planeta.

Los conflictos entre los humanos y los grandes mamíferos recrudecen, ya se trate de poblaciones transhumantes de elefantes y rinocerontes en Africa oriental o de alces y bisontes en áreas protegidas del oeste de Estados Unidos.

Robin Reid, ecólogo del Instituto Internacional de Investigaciones Ganaderas (ILRI), aseguró que la computadora permitirá a los científicos y comunidades "adivinar el futuro" para planificar mejor la compleja interacción entre el mundo vegetal y animal y las sociedades humanas.

La actividad agrícola y la cría de ganado, cerca o en áreas naturales de conservación o protegidas ocasiona conflictos, mientras la fauna se vuelca sobre los cultivos y los campesinos matan animales para proteger sus propiedades, dijo Reid.

El programa, denominado Savanna, "aclara las consecuencias de decisiones difíciles cuando el aumento de población lleva a humanos, fauna silvestre y ecosistemas a un enfrentamiento inevitable", acotó Reid.

El desarrollo de Savanna fue anunciado esta semana por investigadores del ILRI, la Universidad Estatal de Colorado y Future Harvest, organización sin fines de lucro radicado en Washington que examina el nexo entre ambiente y agricultura.

Tanto ILRI como Future Harvest están afiliados al Grupo Consultivo de Estudios Agrícolas Internacionales del Banco Mundial (CGIAR).

El sistema analiza miles de variables en fauna silvestre, plantas, suelos clima y actividades humanas, y pronostica posibles interacciones complejas entre poblaciones de animales salvajes, presiones del ganado, condiciones humanas y la salud general del ecosistema.

"La mayoría de los modelos ecológicos excluyen a la gente, pero Savanna puede ayudar a los políticos a equilibrar las necesidades para la conservación de ecosistemas que necesitan de gente y seguridad alimentaria", dijo Bárbara Rose, directora ejecutiva de Future Harvest.

Savanna se concentra en el uso de la tierra en el Gran Ecosistema de Serengeti, en Africa oriental, área que incluye zonas protegidas que contienen la mayor diversidad de mamíferos en el continente.

Esa región abarca áreas tanto dentro como alrededor de la Reserva Nacional Maasai Mara, el Parque Nacional Amboseli, en Kenia, y el Area de Conservación de Ngorongoro, en Tanzania.

El área alberga la mayor parte de la fauna salvaje de la región, y coincide con el territorio de mayor aumento de la población humana, según el informe.

La población de Kenia, de unos 30 millones de habitantes, crece 2,5 por ciento al año, y la población que rodea la Reserva Maasai Mara aumenta siete por ciento.

Alrededor de la reserva, la superficie cultivada creció entre uno y 10 por ciento en solo 15 años, según el informe. Al mismo tiempo, la población animal salvaje de Maasai Mara disminuyó 60 por ciento entre 1977 y 1994.

El informe indica que, entre 1975 y 1990, la población de elefantes en Kenia cayó 85 por ciento, hasta llegar a 20.000 animales aproximadamente. Los rinocerontes descendieron 97 por ciento, hasta menos de 500 ejemplares en el mismo periodo.

El cambio en el uso de la tierra como resultado de la urbanización, la pobreza y el crecimiento de población, del turismo y de la caza furtiva han contribuido a agravar el panorama.

En Kenia, una de las naciones más pobres del mundo, la cantidad de poblaciones humanas se triplicó desde 1960 y la urbanización agudiza la demanda de alimentos en las ciudades.

"Dadas las crecientes necesidades alimentarias de la gente que vive alrededor de áreas de fauna alvaje y en los centros urbanos en expansión, más tierras fértiles de Africa oriental serán cultivadas. Pero la fauna no está condenada", afirmó Reid.

"Tenemos un poco de espacio para planificar el futuro. Para eso, Savanna es el mejor instrumento que se puede conseguir", agregó.

Munidos de datos informatizados, los científicos intentan formular un programa a largo plazo para el uso de la tierra en el ecosistema Maasai Mara. Tambien lo emplearán para administrar ciénagas cercanas al Parque Nacional Amboseli, que son críticas para la fauna salvaje dentro de la reserva.

Savanna concentra su trabajo en el bienestar de los pastores maasai de Africa oriental, que han vivido en armonía con la naturaleza en las sabanas africanas durante miles de años, señala el informe.

En los últimos años, los maasai han sido obligados a dejar muchas áreas de conservación, lo cual limitó los espacios de pastoreo.

Como resultado, se agudizó la pobreza, y muchos maasai se volcaron a la agricultura para alimentar a sus familias. Esos cultivos intensivos en las inmediaciones de áreas de conservación de fauna salvaje llevó a los campesinos a matar animales que dañaban sus cosechas.

Estudiosos y comunidades locales apelan a Savanna para ayudar a resolver esos conflictos, dijo Michael Coughenour, científico del Laboratorio Ecológico de Recursos Naturales en la Universidad Estatal de Colorado.

"El modelo nos ayuda a encontrar la manera de salvar elefantes sin causar más pobreza en poblaciones marginales", explicó Coughenour, coautor del informe y conocedor del modelo informático.

Equipos de ILRI y estudiosos de la Universidad de Colorado, junto con líderes comunitarios maasai, han reunido datos para Savanna mediante censos en Tanzania y Kenia, y documentando la ubicación de viviendas, recursos de agua, nutrición hogareña e ingresos económicos.

La computadora tambien es aplicada en parques nacionales del oeste de Estados Unidos, donde algunas poblaciones de mamíferos salvajes aumentan y se desplazan en busca de un mejor hábitat.

En el Parque Nacional de Yellowstone, Savanna es usada para determinar la capacidad de la zona para albergar bisontes, que han entrado en conflicto con hacendados vecinos.

En Pryor Mountain Wild Horse Range, en el estado de Montana, Savanna presta ayuda a la Oficina de Administración de Tierras para determinar el número correcto de caballos salvajes que pueden vivir allí sin dañar la vegetación, según el informe.

Coughenour admitió que los problemas en el oeste de Estados Unidos y Africa oriental son muy diferentes, pero ambas regiones pueden beneficiarse con el empleo de la computadora.

En el oeste de Estados Unidos, los desafíos conservacionistas son el resultado de la prosperidad, mientras en Africa oriental son consecuencia la pobreza.

"Sin embargo, ambos tienen que ver con cambios en la fauna salvaje y ecosistemas causados por la actividad humana", apuntó. (FIN/IPS/tra-en/dk/ks/ego/mj/en sc/99

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