VENEZUELA: El proceso constituyente llega a su fin

La Asamblea Constituyente de Venezuela avanza a toda máquina para terminar su trabajo antes de este domingo, cuando cesará en sus funciones tras haber protagonizado seis meses de cambios institucionales y conflictos políticos en su afán por "refundar" la democracia.

La Asamblea de 131 miembros, que se instaló el 3 de agosto, tendrá su última sesión el 30 de este mes en Ciudad Bolívar, unos 600 kilómetros al sudeste de Caracas, confirmó este jueves su presidente, Luis Miquilena.

Los miembros de la Asamblea, que redactaron la nueva Constitución venezolana, tienen pendiente la definición de estatutos para una "megaelección" de autoridades que se realizaría a fines de mayo, y dos decretos sobre la nueva composición jurídica de la capital y sobre democracia sindical.

Desde la entrada en vigencia de la Constitución en los últimos días de 1999 los constituyentes asumieron facultades legislativas en reemplazo del Congreso, que fue disuelto. La próxima semana esas facultades recaerán en una comisión de 21 miembros encargada de evitar vacíos de poder mientras se elige un nuevo parlamento.

La nueva carta fundamental, de 350 artículos, parte por cambiar el nombre del país, que ahora se denomina República Bolivariana de Venezuela. También introduce cambios importantes en la institucionalidad y establece un amplio repertorio de nuevos derechos para los ciudadanos.

El número de poderes aumentó de tres a cinco, al sumarse a los tres tradicionales -Ejecutivo, Legislativo y Judicial-, el Electoral y el Ciudadano o Moral, que tendrá vigilará al Estado para garantizar su transparencia y su respeto de los derechos de los ciudadanos.

Además, el periodo presidencial, que ahora también contempla la reelección, pasó de cinco a seis años y el parlamento bicameral fue sustituido por una Asamblea Nacional unicameral.

En la megaelección, los venezolanos deberán elegir presidente, parlamentarios, gobernadores, alcaldes y legisladores regionales, con el fin de adecuarse a las nuevas bases jurídicas.

Entretanto, el proceso constituyente que llega a su fin será recordado como un tiempo de grandes debates, de conflictividad política y de cambios para la democracia, que con 42 años de existencia ininterrumpida es una de las más persistentes de América Latina.

Una de las características principales de este proceso fueron las frecuentes consultas electorales. Los venezolanos fueron a las urnas en abril para decidir si querían convocar una Asamblea Constituyente, eligieron a sus miembros en julio y en diciembre votaron a favor de la nueva carta fundamental.

Poco después de iniciar sus funciones, la Asamblea detonó un choque entre el poder constituyente y los poderes constituidos, al ordenar un proceso de intervención del sistema judicial y del parlamento. Durante agosto, la actividad política estuvo marcada por la pugnacidad.

Entre septiembre y noviembre los constituyentes se concentraron en la discusión de la nueva Constitución, artículo por artículo. Los debates, que eran televisados, incluyeron intensas polémicas, especialmente entre la abrumadora mayoría oficialista y una escasa representación opositora.

En diciembre, tras la aprobación del texto constitucional con 71 por ciento de los votos, la Asamblea dictó los mecanismos para un régimen de transición, incluyendo una serie de polémicos "actos constituyentes".

La designación "a dedo" de los integrantes del nuevo Tribunal Supremo de Justicia, que reemplaza a la Corte Suprema, y de los integrantes de los poderes Electoral y Ciudadano, fue duramente criticada por dirigentes opositores.

La directiva de la Asamblea argumentó que se trata de designaciones provisionales, y sólo estarán vigentes hasta la instalación de las nuevas autoridades tras la megaelección.

Los constituyentes también aprobaron en los últimos días de sesiones la reincorporación a las Fuerzas Armadas de los ex militares que participaron en dos fallidos intentos de golpe de Estado en 1992.

Durante el primero de esos golpes, en febrero, apareció a la luz pública el actual presidente, Hugo Chávez, quien ha reivindicado esas intentonas como parte del proceso que desembocó en la aprobación de la nueva Constitución.

Chávez, un teniente coronel retirado que llegó a la Presidencia enarbolando su proyecto de convocatoria a una Asamblea Constituyente, ha dicho que la nueva Constitución debe servir para redefinir la democracia en un país rico en petróleo donde 80 por ciento de la población vive en la pobreza.

"Quienes hemos tenido el honor de integrar este foro inédito, le decimos al país que estamos logrando la ruptura con el antiguo régimen en democracia, en paz y sin violencia, para dar así inicio a la refundación de la patria", comentó este miércoles el vicepresidente de la Asamblea, Aristóbulo Isturiz. (FIN/IPS/lc/ag/ip/00

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