El gobierno de Chile lamentó hoy la destitución del presidente de Ecuador, Jamil Mahuad, y confirmó que éste permaneció varias horas en la residencia diplomática en Quito mientras se producía el desenlace de la crisis política.
El canciller interino Mariano Fernández indicó que el gobierno del presidente Eduardo Frei mantiene su respaldo a Mahuad y puntualizó que, por el momento, no hay un pedido de asilo en Chile del derrocado mandatario ecuatoriano.
En tanto, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) de Chile rechazó la destitución de Mahuad, sustituido este sábado por el vicepresidente Gustavo Noboa con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
El último giro en la crisis ecuatoriana fue calificado como golpe militar, para el cual "no hay justificación alguna", en la declaración del PDC chileno, leída por su presidente, el diputado Gutenberg Martínez.
La declaración fue emitida antes de que se conocieran informaciones procedentes de Quito, según las cuales el propio Mahuad llamó a la población a apoyar al nuevo mandatario, quien parecía controlar la situación en el país.
Frei, militante del PDC, estaba dispuesto a dar asilo político a Mahuad, se anunció en Santiago en la noche del viernes, luego de que el entonces todavía presidente ecuatoriano abandonara el palacio de gobierno en Quito.
Fernández informó que Mahuad permaneció "un tiempo prolongado" en la residencia diplomática de Chile en Quito, luego de que el palacio de gobierno fuera ocupado por organizaciones indígenas respaldadas por un sector militar.
Tras su reaparición este sábado, en que admitió su derrocamiento pero puntualizó que no había renunciado a la presidencia, Mahuad se abstuvo de comentar un posible asilo político en otro país.
Mahuad, triunfador en las elecciones presidenciales ecuatorianas de 1998 y cuyo mandato debía finalizar en el 2003, pertenece a la Democracia Popular, partido que forma parte de la Internacional Demócrata Cristiana.
Frei instruyó al canciller Juan Gabriel Valdés para que plantee en todas las instancias y foros internacionales el rechazo al virtual golpe en Ecuador y plantee iniciativas colectivas de defensa de la democracia en ese país.
Valdés condenó este viernes en Colombia, en una reunión del Grupo de Río, los intentos "de vulnerar el orden constitucional y la democracia" en Ecuador, luego de que se constituyera en Quito un triunvirato cívico-militar de efímera existencia.
El embajador chileno en Ecuador, Jorge Burgos, interrumpió sus vacaciones y viajó a Quito para reasumir sus funciones y mantener informado al gobierno de Frei sobre la evolución de los acontecimientos tras la instalación del vicepresidente Noboa en el poder.
El encargado de negocios de Chile en Quito, Luis Palma, desmintió el viernes versiones de medios de prensa ecuatorianos en el sentido de que Mahuad había pedido asilo político en esa representación diplomática.
Antes de viajar a Quito, Burgos calificó como una "involución" para la democratización de América Latina el golpe en Ecuador, gatillado por una rebelión indígena con apoyo de sindicalistas y sectores militares.
El embajador recordó que fue precisamente en Ecuador donde se inició en 1979 el proceso de retorno a gobiernos civiles en la región, cuando el triunvirato que encabezaba el almirante Alfredo Poveda entregó el gobierno al presidente Jaime Roldós.
El PDC chileno rechazó la designación de Noboa y expresó en su declaración su "total respaldo al pueblo ecuatoriano y al presidente elegido por el pueblo", en alusión a Mahuad.
La designación del vicepresidente en el cargo responde a la fórmula de sucesión constitucional prevista en la Constitución de Ecuador, pero en los hechos implicó un derrocamiento de Mahuad con el respaldo de las Fuerzas Armadas.
La rebelión de las organizaciones sociales tuvo el apoyo de un sector militar encabezado por el coronel Lucio Gutiérrez, quien el viernes conformó una Junta de Salvación Nacional con el líder indígena Antonio Vargas y el ex presidente de la Corte Suprema Carlos Solórzano.
El triunvirato fue destituido durante la madrugada de este sábado en una reunión de Noboa con los dirigentes del Congreso y el alto mando militar, enzabezado por el general Carlos Mendoza, donde se resolvió la designación del vicepresidente. (FIN/IPS/ggr/ag/ip/00