El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que uno de los mayores desafíos que enfrenta el foro mundial es la prevención de las guerras porque sólo se atienden los efectos de los conflictos en lugar de sus causas.
Al dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en un debate especial de dos días sobre "Prevención de conflictos armados", Annan dijo que la comunidad internacional debe pasar de "una cultura de reacción a una… de prevención".
"Es casi innecesario volver a exponer las razones para la prevención. Es muy simple: es rentable, tanto en términos humanos como financieros", observó.
El año pasado, la Comisión Carnegie para la Prevención de los Conflictos Mortales señaló que las siete mayores guerras de esta década, con excepción de Kosovo, le costaron a la comunidad internacional 199.000 millones de dólares.
Estos costos no incluyen los de los países directamente involucrados en la guerra.
La Comisión señaló que la mayoría de estos costos podrían haberse ahorrado si se hubiera prestado más atención a la prevención.
En su informe anual presentado a la Asamblea General en septiembre, Annan dijo que si se tomara más en serio la prevención se ayudaría a asegurar que hayan menos guerras y menos desastres con los que lidiar como consecuencia de las mismas.
"Las estrategias de prevención más efectivas no sólo ahorrarían decenas de miles de millones de dólares sino también cientos de miles de vidas", afirmó.
Annan argumentó que los fondos que se gastan actualmente en intervención y ayuda podrían destinarse a aumentar el desarrollo igualitario y sustentable, que a su vez reduciría los riesgos de guerras y desastres.
Este año estallaron o se reanudaron conflictos armados en Angola, Guinea-Bissau, República Democrática de Congo, Cachemira y Kosovo, así como entre Eritrea y Etiopía.
Con respecto a la violencia de los conflictos, Annan dijo que lo más preocupante en 1998 fue el aumento del número de guerras.
"Esto es particularmente preocupante porque la incidencia y gravedad de las guerras habían disminuido en un tercio o más, según algunos investigadores, desde 1992", señaló.
Annan admitió que no es fácil crear una cultura de prevención. "Aunque los costos de prevención deben pagarse en el presente, sus beneficios están en el futuro".
Además, esos beneficios no son tangibles, por la simple razón de que son las guerras y desastres que no ocurren, agregó.
"Entonces, no debe sorprendernos que las políticas preventivas reciban un apoyo que frecuentemente es más retórico que sustancial", afirmó.
El embajador de Estados Unidos, Richard Holbrooke, dijo al Consejo de Seguridad que a pesar de los enormes avances de este siglo, la guerra es considerada por muchos como la mejor manera de resolver las diferencias. Este hecho debe ser reconocido y tratado.
Es también responsabilidad del Consejo de Seguridad tratar las causas subyacentes de los conflictos. "Pero las medidas a este respecto han sido casi inexistentes", observó.
Holbrooke dijo que la comunidad internacional debe concentrarse en las herramientas necesarias para mitigar las tensiones y comprometerse a la acción preventiva temprana.
Todo el sistema de la ONU debe apoyar las gestiones del secretario general para fortalecer y movilizar recursos para actividades de prevención de conflictos.
Según Holbrooke, Estados Unidos apoyaría una reunión a nivel ministerial sobre prevención de conflictos durante la Asamblea del Milenio a realizarse en septiembre del año próximo.
El embajador Alain Dejammet, de Francia, dijo que la mayoría de los conflictos eran internos y que la acción preventiva podría considerarse una infracción a la soberanía de los estados, "sin embargo el no actuar podría llevar a la desestabilización de toda una región".
Dejammet dijo que debe lograrse un equilibrio entre esas dos posiciones aparentemente contradictorias. La Carta de la ONU, en términos legales, no impide que el Consejo de Seguridad discuta una situación interna si es probable que la continuación de una disputa ponga en peligro la paz y la seguridad internacional.
También señaló que el Consejo de Seguridad es con frecuencia acusado de hacer muy poco y demasiado tarde, pero se necesitan recursos suficientes para tomar medidas y valor y voluntad política par actuar antes de que sea tarde.
El embajador Robert Fowler, de Canadá, dijo que para que el Consejo de Seguridad sea una herramienta eficaz para prevenir los conflictos deberá adaptar sus métodos de trabajo al nuevo ambiente de seguridad, ampliando su gama de interlocutores y fuentes de información.
Debería haber un margen más amplio para la participación de quienes no son miembros del Consejo de Seguridad en las deliberaciones del mismo, dijo.
El embajador Qin Huasun, de China, dijo al Consejo que parecía haber una tendencia a recalcar la intervención y no prestar suficiente atención a la prevención efectiva.
"Con demasiada frecuencia hay acaloradas discusiones sobre intervención, mientras no se presta a la prevención ni a la investigación de las causas de los conflictos la atención que merecen", observó.
Las medidas preventivas oportunas y eficaces duplicarían los resultados con la mitad del esfuerzo, agregó.
En una declaración emitida al finalizar el debate, el Consejo recalcó la importancia de la respuesta internacional coordinada a los problemas económicos, sociales, culturales o humanitarios "que con frecuencia son la raíz de los conflictos armados". (FIN/IPS/tra-en/td/at/aq/ip/99