DERECHOS HUMANOS: La hora de los gitanos

Los gitanos no tienen nada para celebrar hoy en el Día Internacional de los Derechos Humanos, dado que son los desplazados más antiguos de Europa y han estado en el estrato más bajo de las sociedades de casi todos los países a lo largo del milenio que termina.

Por esta razón, los activistas urgen a la Unión Europea (UE) y al Alto Comisionado sobre Minorías Nacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa a impulsar medidas nacionales e internacionales para favorecer a esta comunidad de rápido crecimiento, integrada por ocho millones de personas.

David Chirico, del Centro Europeo para los Derechos de los Gitanos, con sede en Budapest, criticó el arraigado racismo en República Checa, un país con buenas probabilidades de ingreso al bloque europeo.

Bajo presión de la UE, el gobierno checo derribó en noviembre un muro que separaba un complejo de viviendas de gitanos de sus vecinos, pero esta medida -a cambio de dinero para la reubicación de los decepcionados vecinos "blancos"- es casi insignificante en un país donde la discriminación está institucionalizada.

En todo el sudeste de Europa, la situación de los gitanos varía de "mala" a "podría ser mucho mejor".

En Grecia, muchos gitanos llegaron a la cúspide del mundo del espectáculo, pero esta minoría no refleja las condiciones de vida de la mayoría.

Muchos realizan trabajos agrícolas zafrales, como la cosecha de algodón y tomates. Como la tarea es temporal, se trasladan de un lugar a otro en sus camiones y establecen campamentos donde las autoridades municipales lo permitan, sin saneamiento, electricidad ni agua corriente.

De los 200.000 a 250.000 gitanos de Grecia, un tercio vive en carpas. Sus hijos raramente asisten a la escuela, y aquellos que lo han intentado debieron abandonarla debido al prejuicio de sus compañeros y los padres de éstos.

Dimitris Dousis, un experto griego en la comunidad, estimó que al menos 30.000 gitanos griegos son funcionalmente analfabetos.

En la comunidad ateniense de Agia Varvara, 80 por ciento de los mayores de 15 no completaron la enseñanza primaria, mientras 96 por ciento de los varones y 100 por ciento de las mujeres no terminaron la educación secundaria.

Forzados a vivir en asentamientos precarios en los alrededores de la ciudad, sus condiciones sanitarias son deplorables, dado que los permisos de conexión a la red de electricidad y agua corriente les fueron retirados debido a las protestas de los vecinos, y muchas veces las viviendas son demolidas.

La expectativa de vida de los gitanos griegos es de apenas 40 años, y su mortalidad infantil es de 60 por ciento, según la organización Médicos del Mundo. Como en muchos casos viven cerca de basurales, la incidencia de hepatitis B llega a ser de 65 por ciento.

La comunidad de Stoliponovo, en las afueras de la ciudad búlgara de Plovdiv, es otro ejemplo.

En medio del aumento del desempleo propio de la transición al capitalismo (como ocurrió en todos los países ex comunistas), los gitanos son los primeros en ser despedidos y los últimos en ser contratados.

Al menos 90 por ciento de los 45.000 miembros de la comunidad están desempleados. En consecuencia, muchos se volcaron al mercado negro o al delito.

Stoliponovo es simplemente un asentamiento ilegal, en el que la mayoría de los búlgaros nunca pondrían un pie, a una distancia astronómica de las prioridades del gobierno.

En la propia capital, Sofía, es común ver a los gitanos hurgando en la basura en busca de restos de papel, carbón o metal, que seleccionan y colocan en cajas para su posterior venta.

Justo fuera del hotel Sheraton de Sofía, un antiguo palacio que solían visitar los empresarios extranjeros es ahora un lugar donde los niños gitanos se drogan con pegamento. Antes de los siete años ya tienen la mirada y la vida perdida.

En Rumania, los gitanos constituyen una fuerza política que todo gobierno debe tomar en cuenta, ya que la comunidad tiene dos millones de miembros, pero no por ello dejan de ser discriminados.

Desde el colapso del comunismo, los gitanos han sido víctimas periódicas de la marginación por parte de la mayoría de los rumanos.

Los gitanos han cooperado con la minoría húngara de Transilvania en tiempos de tensión. En Bucarest, son activos vendedores callejeros, pero muchas veces son atacados por pandillas nacionalistas que los golpean o destruyen sus puestos, mientras la policía mira indiferente.

Desafortunadamente, los propios gitanos se han vuelto contra otras comunidades, como la sajona alemana, en vías de desaparición, que ha vivido por cientos de años en el sur de Sighisoara.

Los gitanos intimidan a los que aún quedan y ocupan inmediatamente las viviendas de aquellos que las abandonan y regresan a Alemania. Obviamente, para un gitano una casa propia es absolutamente inalcanzable.

Sorprendentemente, era en la ex Yugoslavia que los gitanos habían logrado una vida relativamente normal. Como en España, la ley yugoslava considera iguales a los gitanos, y en general se aplicaba.

Los gitanos aprendían oficios, trabajaban y poseían bienes. Aun hoy en Belgrado, tras años de guerra, muchos gitanos trabajan para la municipalidad.

No es por casualidad que el famoso compositor Goran Bregovic incluye música gitana en sus obras. Los serbios aman la música gitana, y una boda o celebración especial no está completa sin una banda gitana de fondo.

Una tarde, una de esas bandas callejeras se acercó a la mesa de este corresponsal y unos amigos, Dragomir y David. Allí compartimos comida y vino entre una canción y otra de Macedonia y Kosovo.

De pronto, David comenzó a llorar. Un amigo gitano había desaparecido en Pristina, la capital de Kosovo, donde tenía un exitoso restaurante sobre la calle principal junto con un socio serbio, pero ambos fueron expulsados por albaneses kosovares tras la "liberación" de la provincia en junio.

Los albaneses negaron que ese restaurante haya existido alguna vez.

Todo cambió en el transcurso de un año, una pequeña gota en el mar del milenio que llega a su fin. (FIN/IPS/tra-en/wd/ak/mlm/hd/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe