MEXICO – Las organizaciones humanitarias de México continúan acusando al gobierno de mantener en la impunidad a los culpables de la matanza de 45 indígenas en el estado de Chiapas.
El crimen de Acteal permanece impune, sus autores intelectuales están libres o prófugos y siguen operando grupos paramilitares, señaló este martes el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, vinculado a la Iglesia Católica.
El 22 de diciembre de 1997, 21 mujeres, 15 niños y nueve hombres adultos, de un grupo contrario al gobierno, fueron asesinados a bala y golpes de machete cuando cumplían una jornada de oración y ayuno en la localidad de Acteal, en Chiapas.
Ni la intensa presencia militar y policial en el estado sureño, donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en enero de 1994, ni las denuncias previas presentadas por miembros de la Iglesia impidieron la matanza.
Hoy, los paramilitares siguen operando y quienes los denuncian son encarcelados o amenazados de muerte, dijo la el Centro Fray Bartolomé de las Casas, tras recordar que en Chiapas hay cientos de familias indígenas desplazadas por la violencia.
El gobierno de Ernesto Zedillo, que en su momento se declaró consternado por el crimen de Acteal, asegura que el hecho ya fue aclarado, los culpables detenidos y que no hay posibilidad de que se repita un crimen similar.
La matanza fue consecuencia de conflictos familiares y políticos entre indígenas, afirma el gobierno.
A mediados de año autoridades judiciales sentenciaron a más de 30 años de prisión a 57 personas, la mayoría indígenas, como autores materiales de la matanza.
Tres policías permanecen encarcelados acusados de no impedir el crimen, igual que un militar a quien se le imputa haber entrenado a los asesinos y entregado las armas.
El gobierno reconoce que hay fuerzas de seguridad involucradas, pero niega que eso demuestre que sea un crimen de Estado. —-