SIERRA LEONA: Llega fuerza de paz de Naciones Unidas

Una fuerza pacificadora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a llegar a Sierra Leona, cuatro meses después de la firma de un tratado que puso fin, al menos en el papel, a ocho años de sangriento conflicto.

Los primeros miembros de la fuerza en llegar fueron principalmente oficiales de Kenia e India, además de un enorme avión cargado de material logístico.

Kenia e India aportaron un batallón cada una, y otros tres batallones procederán del actual contingente nigeriano, que domina la fuerza de paz de Africa occidental (Ecomog).

Así mismo, Ghana y Guinea, que también tenían tropas en Ecomog, aportarán soldados a la fuerza de la ONU, que en total tendrá unos 6.000 hombres.

El mandato otorgado a la fuerza por el Consejo de Seguridad consiste en desarmar y desmovilizar entre 35.000 y 45.000 ex combatientes, tanto de grupos rebeldes como de paramilitares que respaldan al gobierno.

Las tropas de la ONU podrían usar la fuerza para llevar a cabo el desarme, en caso de que los combatientes se rehúsen. También son responsables de la protección de la población civil, que en los últimos meses sufrió asesinatos, violaciones e incendios por parte de ex combatientes.

Como era previsible, la población, cansada de ocho años de violencia y atrocidades de todo tipo, explotó de alegría el lunes cuando supo que las tropas de la ONU habían comenzado a llegar a la capital, Freetown.

"Este es el día más feliz de mi vida", declaró Ken Thomas, un farmacéutico de Freetown. "Confío en que la ONU acelerará el proceso de desarme de los rebeldes y devolverán la paz a nuestro país", agregó.

Fanta Kamara, un ama de casa de 44 años y madre de tres hijos, también estaba eufórica por la llegada de las tropas. "Gracias a Dios que comenzaron a llegar para desarmar a esos perversos asesinos rebeldes", manifestó.

La vida de Kamara, como la de decenas de miles de civiles, fue devastada por la guerra civil. Ella perdió a su esposo en la violencia, y su casa fue saqueada y luego incendiada por los rebeldes.

Más de 30.000 personas murieron en el conflicto, unas 50.000 todavía están refugiadas en las vecinas Guinea y Liberia, y miles sufrieron mutilaciones de sus miembros por parte de los insurgentes.

Los desafíos que aguardan a las tropas de la ONU son grandes, como ya lo demostraron grupos rebeldes que violaron sistemáticamente la disposiciones del acuerdo de Lomé, firmado en julio en la capital de Togo.

El general Sam Bockarie, comandante de campo del principal movimiento rebelde, el Frente Revolucionario Unido, dijo el lunes que su grupo se opone al despliegue de tropas de la ONU en sus territorios.

"No podemos permitir el despliegue de 6.000 hombres porque esperábamos sólo unos 200, y además todos los soldados nigerianos de Ecomog deben abandonar el país antes de nuestro desarme", declaró Bockarie a una radio europea desde Freetown.

Tanto fuentes del gobierno como militares confirmaron la acumulación de armas y equipos militares por parte de Bockarie en el distrito oriental de Kailahun. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/mlm/ip/99

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