Este pasaje montañoso y cubierto de nieves, cerrado desde la guerra de límites de 1962 entre India y China, se convirtió en un destino turístico gracias al deshielo de las relaciones bilaterales.
Desde septiembre, unos 200 turistas indios suben cada día hasta el puesto fronterizo de Nathu La, a 4.200 metros de altura, para saludar a los guardias chinos y apreciar el impresionante paisaje del Himalaya oriental.
Muchos, comenzando por el ministro jefe del estado indio de Sikkim, Pawan Kumar Chamling, esperan que en poco tiempo los turistas puedan cruzar el pasaje y realizar el viaje de dos días hasta Lhasa, la capital de Tibet.
Chamling pidió esta semana al gobierno central de India que inicie un servicio de autobús desde Gangtok, la capital estadual de Sikkim, hasta Lhasa, mediante las rutas recién inauguradas entre Lahore (Pakistán), Nueva Delhi y Calcuta (India) y Dacca (Bangladesh).
Nathu La ha sido por siglos el pasaje natural de pastores y comerciantes hacia el valle de Chumbi, un pequeño territorio de Tibet situado entre Sikkim y Bhután.
Muchos comerciantes de Gangtok todavía recuerdan el floreciente intercambio transfronterizo de lana, té y repuestos de máquinas, realizado a lomo de mula y supervisado por comisionados comerciales residentes en ambos lados.
Pero la guerra de 1962 cambió todo eso, y en las cuatro décadas siguientes, soldados chinos e indios se han mirado con recelo los unos a los otros a través del pasaje.
La frontera es patrullada todo el año por soldados y oficiales de rango medio del ejército indio, que hacen frente al aire enrarecido y a la nieve, incluso de noche.
"Se supone que la frontera sigue el curso de los ríos, pero de noche todo se congela, y no es raro que pastores y aún patrulleros se pierdan", dijo un oficial indio.
Para los turistas, una visita a Nathu La puede inspirar miedo. "Usted está bajo observación del enemigo ahora", advierte un cartel situado en el camino de 50 kilómetros desde Gangtok.
Aunque las batallas de 1962 son hoy un recuerdo distante, en el camino a Nathu La abundan las caravanas militares, los pelotones camuflados y el retumbo de las prácticas de tiro.
En Nathu La, los turistas son recibidos por "la sala de conferencias más alta del mundo", construida por el ejército indio para las reuniones regulares con oficiales chinos.
Nathu La también es testigo de un raro intercambio de correo, dos veces por semana, a través de una abertura en el alambrado de púas, bajo la atenta mirada de los soldados.
Si no fuera por este intercambio, una carta de Calcuta demoraría meses en llegar a Lhasa, a 850 kilómetros de distancia, luego de pasar por Nueva Delhi, Hong Kong y Beijing.
"Si en lugar de sacos de correspondencia, se pudiera enviar a algunos de los miles de extranjeros que visitan Sikkim cada año, esto implicaría enormes beneficios para la industria turística de la región", comentó Keshub Chandra Pradhan, ex secretario jefe de Sikkim.
En 1993, ambos países firmaron un acuerdo para garantizar el "Mantenimiento de la paz y la tranquilidad a lo largo de la Línea de Control real" y un grupo de trabajo conjunto trabaja desde entonces para tratar de solucionar varios temas sensibles.
China también anunció que considerará formalmente el reconocimiento de Sikkim, históricamente perteneciente al Tibet, como parte de India.
La apertura de Nathu La a los visitantes comunes es considerada un hecho significativo, dado que hasta el pasado septiembre los turistas sólo pidían llegar hasta el lago Tsomgo, situado 15 kilómetros antes del pasaje.
Pero Nathu La sigue siendo un puesto fronterizo sensible, y el ejército aún prohíbe el uso de cámaras de fotografía y filmadoras en el pasaje o cerca de él.
Los soldados estacionados en el puesto tienen orden de quitar los rollos de negativos o los microcasetes de las cámaras de aquellos turistas o periodistas que sean descubiertos tratando de obtener imágenes.
Fuentes turísticas de Gangtok declararon que la apertura de Nathu La ha sido buena para sus negocios. "Estamos haciendo algo de dinero, y esperamos que los viajes continúen", expresó Surendra Pradhan, secretaria general de la Asociación de Agentes de Viaje de India.
Sin embargo, "la situación podría revertirse si las relaciones entre India y China se deterioraran", advirtió Pradhan. (FIN/IPS/tra-en/sd/an/mlm/if-ip/99