El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala declaró hoy todo listo para las elecciones generales de este domingo, que serán las primeras desde el fin de la guerra civil.
Los magistrados del TSE ultiman los detalles de la organización de las elecciones para evitar contratiempos en la apertura de las 7.602 mesas electorales que se ubicarán en todo el país.
Desde el viernes está prohibida la difusión de propaganda proselitista, y se espera que la reflexión de los ciudadanos preceda a un índice de participación mayor que el de anteriores elecciones en las cuales hubo entre 60 y 70 por ciento de abstenciones.
El presidente Alvaro Arzú dirigió a la población en la noche del viernes un mensaje por cadena nacional de radio y televisión, retransmitido este sábado, en el cual exhortó a "acudir masiva y pacíficamente a las urnas", porque "se juega el futuro de Guatemala" y es preciso "cerrar la puerta al terror".
El favorito para estas elecciones es Alfonso Portillo, candidato del opositor Frente Republicano Guatemalteco, fundado por el ex dictador (1982-1983) y general retirado Efraín Ríos Montt, acusado de graves violaciones de los derechos humanos.
Portillo fue seguido en las encuestas por Oscar Berger, el candidato del gobernante Partido de Avanzada Nacional, quien fue alcalde de la capital durante ocho años.
Arzú ofreció garantías de seguridad y libertad de movimientos para votar, y advirtió que "caerá todo el peso de la ley" sobre quienes alteren el orden o intenten distorsionar el proceso electoral.
El mandatario criticó en duros términos a quienes "dudan de la rectitud" del organismo electoral y alertó contra "los profesionales de la mentira", que "irresponsablemente, e inclusive en el extranjero, andan hablando de un fraude electoral".
Las autoridades aseguraron que estas elecciones serán "las mejor fiscalizadas de cuantas se han realizado en Guatemala", gracias al trabajo de unos 800 observadores internacionales y locales, junto a unos 27 mil fiscales electorales de los 16 partidos inscritos para la contienda
Los guatemaltecos podrán participar en la jornada cívica "en plena libertad, en un ambiente de seguridad y orden", afirmaron autoridades de los ministerios de Gobernación y de Defensa.
El operativo especial de seguridad para los comicios estará a cargo de 17.394 agentes de la Policía Nacional Civil, casi el total de los funcionarios de esa institución, y 12 mil integrantes del Ejército.
El ministro de Defensa, general Marco Tulio Espinosa, indicó que el Ejército colaborará en el plan de seguridad con ocho helicópteros, tres aviones, decenas de vehículos terrestres y equipo de la Marina.
Las instituciones de socorro y la gubernamental Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres se mantienen alerta para atender cualquier situación de emergencia que pueda presentarse.
El TSE gastó unos cinco millones de dólares para la organización de los comicios, donde se votarán candidatos a la Presidencia y la Vicepresidencia, a 113 cargos de diputado, a 20 bancas en el Parlamento Centroamericano, a las 330 alcaldías del país y a las juntas de los gobiernos municipales.
En total se disputarán 3.498 cargos, a los cuales aspiran 20.851 postulantes. Hay unos 4,4 millones de personas habilitadas para votar, en una población de 11,2 millones, y habrá 1.165 centros de votación distribuidos en los 22 departamentos.
El gobierno de Arzú y la organización guerrillera izquierdista Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), hoy convertida en el partido político Alianza Nueva Nación, suscribieron el 29 de diciembre de 1996 un acuerdo de paz facilitado y avalado por la Organización de las Naciones Unidas.
Ese acuerdo puso fin a una guerra civil que duró 36 años y dejó 200 mil muertos y desaparecidos según la Comisión de la Verdad, que investigó los crímenes cometidos durante el conflicto.
Las leyes electorales prevén que se realice una segunda elección entre las dos fórmulas más votadas, el 26 de diciembre, si ninguna de ellas alcanza más del 50 por ciento de los sufragios este domingo.
Se han presentado 11 candidaturas para suceder a Arzú, quien concluirá su mandato de cuatro años el 14 de enero del año 2000.
La ventaja de Portillo en las encuestas sugirió que podría ganar este domingo, sin necesidad de que se realice una segunda vuelta, pero Berger expresó que confiaba en "ganar contra todo pronóstico y contra toda encuesta". (FIN/IPS/lp/mp/ip/99