COMERCIO: No todas son críticas contra la OMC

Mientras cientos de activistas se manifestaban hoy en esta ciudad de Estados Unidos contra la Organización Mundial de Comercio (OMC), ecologistas sostienen que la institución puede reducir los subsidios a la pesca industrial y proteger al ambiente.

La III Conferencia Ministerial de la OMC comenzó este martes en Seattle con las protestas de más de 500 organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo, entre ellos sindicatos y grupos ecologistas.

Los activistas, que aseguran que la organización debilitó normas nacionales que protegen el ambiente y la salud, bloquearon el tránsito con protestas, teatro callejero y reuniones en las que gritaban "Díganle NO a la OMC".

Unos 200 manifestantes marcharon hacia el Centro de Convenciones de Seattle donde se celebra la conferencia disfrazados de tortugas marinas para protestar por un fallo de la OMC que señaló que Estados Unidos actuó ilegalmente al prohibir la importación de camarones capturados con redes que también atrapan y matan a tortugas en peligro de extinción.

"La OMC llevará a algunas de las especies más vulnerables a la extinción", advirtió Todd Steiner, del Proyecto de Restablecimiento de la Tortuga Marina, de Estados Unidos.

El Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) también criticó el fallo, pero agregó que la OMC podría proteger los ecosistemas oceánicos al reducir los subsidios a la pesca industrial.

Las negociaciones al respecto deben comenzar ya, pidió David Schorr, director del programa de comercio sustentable de WWF.

A medida que decrece la cantidad de peces en el mundo, las flotas pesqueras reciben decenas de miles de millones de dólares en subsidios, aseguró.

Los pescadores usan barcos más grandes y más rápidos equipados con aparatos modernos para ubicar a los peces debajo de la superficie.

"Todo esto tiene tan poco sentido económico como ambiental. Los subsidios que provocan la sobrepesca ayudan a convertir esta locura económica y ambiental en una posibilidad", dijo.

En 1980, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), denunció que al menos 60 por ciento de las especies más valiosas de peces son pescados en exceso.

WWF calculó que la flota pesquera mundial es 2,5 veces más grande de lo necesario para atrapar una cantidad de peces que no agote a los cardúmenes.

Mauritania y otros países en desarrollo permiten que barcos pesqueros subsidiados de la Unión Europea ingresen a sus aguas, explicó Schorr.

"Mauritania tiene un ambiente marino rico y diverso, pero sus ingresos de la pesca – 13 por ciento del producto interno bruto- están decayendo a medida que la industria se privatiza y los barcos europeos compran las licencias para pescar en las aguas extraterritoriales", dijo.

El lunes, delegados de los gobiernos de Argentina, Australia, Estados Unidos, Filipinas, Islandia, Nueva Zelanda y Perú pidieron que la OMC fije fechas y compromisos para reducir y eliminar los subsidios a la pesca.

"La reducción de los subsidios es una oportunidad que tiene la OMC para ganar: ayudará a reducir las distorsiones comerciales… y a reducir la presión sobre los cardúmenes", declaró William Daley, secretario de Comercio de Estados Unidos.

Aunque WWF considera que la OMC puede ayudar al ambiente, concuerda con los manifestantes de Seattle en que el organismo debe adoptar una forma más democrática de trabajo.

A diferencia de otras organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, a los grupos ambientales, entre otros, no se les permitió observar las discusiones de la OMC, incluso cuando no se discutían temas reservados.

El grupo ambientalista Sierra Club y el sindicato de los trabajadores del acero de Estados Unidos celebraron una "Fiesta del Té de Seattle" para apoyar la idea "no a la globalización sin representación".

En imitación de los fundadores de este país que arrojaron té a la bahía de Boston para protestar por los impuestos que les imponía Gran Bretaña sin tener derecho al voto, los activistas de Seattle arojaron al mar acero barato importado de China, junto con camarones, carne tratada con hormonas y otros productos.

"La OMC es un gobierno de, por y para las grandes compañías", dijo Dan Seligman, experto en comercio y ambiente del Sierra Club.

En respuesta, los representantes de las compañías que se encuentran en Seattle para reunirse con los delegados de los gobiernos instalaron una oficina próxima al Centro de Convenciones donde los activistas se pueden contactar con representantes de la industria.

No obstante, las empresas insisten en que la globalización económica es inevitable y que la OMC ayudará a mejorar el nivel de vida en todo el mundo.

"Cuanto más comerciemos, crearemos más empleos con buenos salarios", dijo Phil Condit, ejecutivo de la fabricante de aviones Boeing, uno de los principales exportadores de Estados Unidos y copresidente de la Organización Anfitriona de Seattle de la conferencia. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/aq/if-en/99

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