El predominio de las corrientes radicales en la elección de representantes mapuches ante la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) en Chile, anticipa que el presidente Eduardo Frei terminará su mandato sin solucionar los conflictos étnicos.
Los problemas por las reivindicaciones de tierras de las comunidades mapuches recrudecieron en Chile desde febrero de este año y todo indica que serán heredados por el sucesor de Frei, cuya gestión finalizará el 11 de marzo del año 2000.
La elección presidencial, prevista para el 12 de diciembre y con una probable segunda vuelta el 16 de enero, será disputada por el socialista Ricardo Lagos, candidato de la coalición gobernante de centroizquierda, y Joaquín Lavín, de la oposición derechista.
Existen otros cuatro candidatos para la primera vuelta de los comicios presidenciales, pero todas las encuestas ratifican que la pugna por el triunfo está circunscrita a Lagos y Lavín.
Conadi, entidad creada en 1993, tiene un consejo de 16 miembros, de los cuales ocho son elegidos por las etnias aymara y atacameña, del norte de Chile, mapuche, de Santiago y el sur del país, y rapa-nui, de Isla de Pascua.
En el proceso de votación realizado en el fin de semana, las diversas etnias eligieron 45 candidatos a consejeros de Conadi, entre los cuales Frei seleccionará a ocho, y designará directamente a otros ocho, incluyendo al director de la corporación.
Rodrigo González, actual director de Conadi, señaló que el presidente respetará las primeras ocho mayorías para los consejeros representantes de las etnias, que se dividen en un aymara, un atacameño, un mapuche urbano (Santiago) y cuatro mapuches rurales.
En los registros electorales especiales de Conadi se inscribieron 83.550 indígenas, de los cuales participó en esta elección sólo 30 por ciento, ya que numerosas comunidades y organizaciones mapuches rompieron sus relaciones con la entidad.
Se calcula que en Chile hay 1,2 millones de personas pertenecientes a las minorías étnicas, que representan ocho por ciento de la población total de 15 millones, siendo los más numerosos los mapuches, con unos 800.000 miembros.
Este martes se conocerá el resultado final de la elección de consejeros indígenas de la Conadi, que en los cómputos preliminares favorece a candidatos identificados con los partidos Por la Democracia (PPD) y Socialista (PS).
El PPD y el PS elegirían cada uno a tres consejeros indígenas, en tanto el Partido Demócrata Cristiano (PDC), de Frei y el opositor Partido Comunista, contarían cada uno con un representante entre los consejeros étnicos de Conadi.
La oficialista Concertación por la Democracia está formada por el bloque PPD-PS, cuyo líder es Lagos, por el PDC y el Partido Radical Socialdemócrata.
El candidato mapuche más votado en esta elección fue Hilario Huirilef, quien pese a pertenecer al PPD es un crítico de la política indígena del gobierno de Frei y apoya la invasión de tierras ancestrales de las comunidades que están ocupadas hoy por empresas madereras.
Huirilef, quien obtuvo más de 1.500 votos, sería uno de los representantes mapuches de la región de la Araucanía, situada unos 700 kilómetros al sur de Santiago, donde se concentran los mayores conflictos por tierras.
Comunidades indígenas iniciaron en febrero ocupaciones de fundos (haciendas) donde compañías madereras explotan bosques nativos, reivindicando esas tierras como patrimonios ancestrales de su etnia.
Los conflictos, que se extendieron desde la Araucanía a las vecinas regiones del Bío-bio y Los Lagos, no han perdido intensidad este año y más bien se ampliaron en las últimas semanas a comunidades de la isla de Chiloé.
Los empresarios madereros sostienen que los mapuches actúan violentamente en las "tomas" y que los métodos de ocupación de tierras que emplean están atentando con el derecho de propiedad y las garantías constitucionales.
Con la creación de Conadi se inició un proceso de adquisición de tierras indígenas por parte del Estado para entregarlas a las comunidades, pero las demandas de los indígenas sobrepasan el ritmo de asignación de propiedades.
Las demandas mapuches llegan a unas 200.000 hectáreas de propiedades, con requerimientos específicos de tierras ocupadas por compañías madereras, no previstas en las asignaciones de Conadi. (FIN/IPS/ggr/ff/hd/99