El presidente de Cuba, Fidel Castro, utilizó la emblemática despedida de "hasta la victoria siempre" para clausurar la IX Cumbre Iberoamericana, que según dijo, abrió camino a un futuro en que la lucha por la integración será dura y difícil.
"Las luchas futuras serán más duras que las pasadas", afirmó Castro ante los jefes de Estado y de gobierno de 16 países y los funcionarios representantes de otros cinco, antes de despedirse con la expresión que acuñó el guerrillero argentino-cubano Ernesto "Che" Guevara.
El presidente cubano, el que más tiempo se mantiene en el poder en América Latina, señaló que jamás había participado en una cumbre donde se discutiera con tanta franqueza, profundidad y seriedad como la realizada el lunes y el martes en La Habana.
"Muchos auguraban que esta sería una cumbre borrascosa, pero esta ha sido una de las más sosegadas", afirmó, tras indicar que en las discusiones que mantuvieron los jefes de Estado y de gobierno se logró acuerdos sin mayores problemas.
Agregó que hubo mucha facilidad al momento de someter a consenso el documento final, que comenzó a negociarse a principios del año, y lleva el título de "Iberoameirca y la situación financiera internacional en una economía globalizada".
La IX Cumbre declaró "pintor de Iberoamérica" al artista plástico ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, fallecido este año, celebró el traspaso del canal de Panamá de Estados Unidos a ese país de América Central e hizo votos para que el gobierno y la guerrilla de Colombia negocien la paz.
Además, los documentos aprobados exhortan a Argentina y Gran Bretaña a reanudar las negociaciones sobre la sobernía de las Islas Malvinas y se expresa respaldo a los programas para la reconstrucción de los países de América Central devastados hace un año por el huracán Mitch.
En la cumbre de Cuba se consolidó el espíritu de unidad. No hubo ningún tema de difícil resolución y eso permitió a los participantes tiempo para conversar en tono familiar y conocerce mucho más, señaló Castro.
Varios gobernantes visitantes se reunieron con disidentes cubanos, un hecho que, si bien molestó a las autoridades, no afectó la relación fraternal que existe en la región, aseguró el presidente anfitrión.
También declaró que la integración iberoamericana tiene tanta fuerza que no se debilitará, aunque será necesario luchar por ella. (FIN/IPS/dc/ff/ip/99
