Julius Nyerere, presidente de Tanzania entre 1964 y 1985, será recordado como el promotor de una política exterior de no alineamiento, la defensa de la unidad africana y el apoyo incondicional a los movimientos de liberación.
Los restos de Nyerere, quien falleció de cáncer el día 14 en Londres, fueron repatriados y enterrados este sábado en Butiama, su pueblo natal, situado unos 1.400 kilómetros al noroeste de la capital Dar es Salaam.
Sus honras fúnebres se realizaron en la iglesia católica de la localidad, cerca de la humilde vivienda donde había nacido hace 77 años.
El arzobispo Anthony Mayalla presidió el servicio, al que asistieron, entre otros dignatarios, el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y el de Zambia, Kenneth Kaunda.
Luego del oficio religioso, el cuerpo de Nyerere fue enterrado ante la presencia de medio millón de dolientes, encabezados por el presidente Benjamin Mkapa y el primer ministro Frederick Sumaye.
En la ocasión, Museveni exhortó a los tanzanios a proteger la unidad. "En Uganda, 800.000 personas fueron asesinadas desde 1971 en conflictos políticos, que no ocurren en Tanzania debido a la unidad forjada por Nyerere", señaló.
Nyerere "fue el promotor de la unidad" entre los africanos y será recordado por su lucha contra el colonialismo en este continente, agregó Museveni.
Graduado en la Universidad de Edimburgo, Nyerere se convirtió en primer ministro de Tanganika luego de su independencia de Gran Bretaña en 1961, y posteriormente en presidente de la República Unida de Tanzania, formada por la unión en 1964 entre Tanganika y la isla de Zanzíbar, en el océano Indico.
Contra los rumores de una desintegración tras la muerte de Nyerere, el líder zanzibar Salmin Amour aseguró a los dolientes que su administración hará todo lo posible para preservar la unión fundada por Nyerere y el primer presidente de Zanzíbar, el fallecido Abeid Amaan Karume.
"Cooperaré con el presidente Benjamin Mkapa para proteger la unión", aseguró.
Mkapa, a su vez, sostuvo que su gobierno hará todo lo que esté a su alcance "para mantener la unidad nacional, la concordia y la armonía, además de reforzar la guerra contra la pobreza".
Nyerere, hijo de un jefe tribal, renunció a la presidencia en 1985 debido al fracaso de su experimento con el sistema socialista de cooperativas agrarias, conocidas como "ujamaa".
Desde entonces, sin embargo, continuó ejerciendo un papel significativo en la política regional y actuando como principal mediador en la política nacional.
Nyerere fue contemporáneo de algunos famosos visionarios africanos como el ghanés Kwame Nkrumah y el keniano Jomo Kenyatta, y proveyó bases militares para los movimientos de liberación de Angola, Mozambique, Zimbabwe, Namibia y Sudáfrica.
En 1979, se enemistó con muchos líderes africanos al movilizar sus tropas para expulsar del poder al dictador ugandés Idi Amín Dada, cuyo reino del terror causó la muerte de más de 500.000 ugandeses y la expulsión de unos 70.000 asiáticos.
La acción de Nyerere, violatoria del principio de no interferencia de la Organización de Unidad Africana, se debió a la decisión de Amín de anexarse la saliente de Kagera, un territorio de 1.800 kilómetros cuadrados perteneciente a Tanzania.
La agresión fue repelida en pocas semanas y las tropas de Tanzania cooperaron estrechamente para el derrocamiento de Amín.
La unificación de los diversos grupos de Tanzania, que hablan más de 120 lenguas, es considerado uno de los mayores logros de Nyerere.
La oficialización del swahili como idioma nacional ayudó a impedir que este país se desintegrara por conflictos étnicos, como tantas naciones africanas.
Actualmente, Tanzania está en la ruina económica y es uno de los países más pobres del mundo, con un ingreso promedio por habitante de 170 dólares al año.
La agricultura, la espina dorsal de la economía nacional, emplea 85 por ciento de la población activa y representa casi la mitad del producto interno bruto.
La deuda externa de Tanzania suma 7.300 millones de dólares, una de las más altas de Africa subsahariana. (FIN/IPS/tra-en/am/mn/mlm/ip-dv/99
