SIERRA LEONA: Los líderes rebeldes retornan, pero sin festejos

Los líderes rebeldes de Sierra Leona Foday Sankoh, del Frente Revolucionario Unido (RUF), y Johnny Paul Koroma, del desaparecido Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas (AFRC), retornaron a su país para ayudar a implementar el acuerdo de paz firmado en julio.

"Estamos de vuelta en casa y estén seguros de que la paz está con nosotros. La guerra terminó", aseguró Sankoh el domingo, al desembarcar del avión nigeriano que lo llevó a él y a Koroma desde Monrovia, capital de Liberia, al Aeropuerto Internacional de Freetown.

Los dos líderes guerrilleros no fueron recibidos como héroes ni con el entusiasmo que, quizá, esperaban.

El estado de ánimo de la población en general era más sombrío y reflexivo de lo esperado. Ni siquiera los simpatizantes de los rebeldes salieron a las calles a festejar el regreso de sus líderes.

"No es momento de festejos. Creo que los líderes rebeldes deberían iniciar ahora el desarme de sus milicianos", opinó Marian Kamara, una ama de casa de Freetown.

El RUF rechazó la propuesta del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, según la cual se enviarían 6.000 soldados del cuerpo de mantenimiento de la paz del foro mundial a Sierra Leona para la implementación del desarme y desmovilización de 45.000 combatientes.

Los dispositivos de seguridad desplegados a la llegada de Sankoh y Koroma en Freetown incluían camiones lanzaagua, tanques, helicópteros artillados y miles de soldados del cuerpo de mantenimiento de la paz de la Comunidad Económica de Africa Occidental (ECOMOG), al mando de Nigeria.

La mayoría de la fuerza propuesta por la ONU procedería del ECOMOG, que ya están en el país, y contaría con el apoyo de una fuerza de reacción rápida equipada con helicópteros para responder a cualquier eventual amenaza contra la seguridad en todo el país.

"La propuesta de una fuerza de mantenimiento de la paz se basa en la permanencia del ECOMOG en Sierra Leona para ayudar a consolidar la paz", explicó Annan.

Pero Sankoh anunció que su grupo no está de acuerdo. "Tendríamos que negociarlo. La propuesta de la ONU no está en el acuerdo de paz. Nunca le pedimos una fuerza de mantenimiento de la paz al foro mundial" aunque sí del ECOMOG, puntualizó.

Sankoh y Koroma efectuaron un llamado a la paz en la conferencia de prensa que dieron, juntos, el domingo de tarde en el palacio presidencial.

"Ya no estamos en guerra. Estamos en paz. Queremos que a partir de hoy desaparezcan todos los temores de nuestra sociedad", instó Sankoh.

El gobierno debería levantar el estado de emergencia y el toque de queda que rige desde el atardecer hasta el amanecer para que la gente pueda moverse con libertad y se recupere la paz, recomendó Sankoh.

El presidente de Sierra Leona, Ahmad Tejan Kabbah, respondió que la situación de la seguridad sería revisada, pero que la exigencia de Sankoh no podría cumplirse mientras la pacificación no sea evidente.

Koroma anunció que sus milicianos están dispuestos a entregar sus armas y que el AFRC desea la paz. "Quiero asegurarle al pueblo de Sierra Leona que los tiempos del dominio de las armas se terminaron. Debemos resolver nuestros problemas de manera amistosa", declaró.

Pero esas garantías no alcanzan para la mayoría de los habitantes del país, que exigen el desarme, la desmovilización y la reinserción social de los guerrilleros, tal como fue previsto en el acuerdo de paz.

Aún existe temor a causa de los alrededor de 10.000 milicianos del AFRC, que conservan sus armas y permanecen en los bosques que rodean a Freetown.

Los comandantes del AFRC amenazaron con socavar el acuerdo de paz si el programa de desarme, desmovilización y reinserción social no se cumple con rapidez y si no se consideran con urgencia sus aspiraciones a ser reabsorbidos por el ejército.

El papel de Koroma en el acuerdo de división del poder aún no está claro, pero Sankoh fue designado presidente del Comité de Minerales Preciosos, un cargo que equivale al de vicepresidente.

Mientras, la población ha manifestado su impaciencia debido a la lentitud con que se implementan los acuerdos de paz.

El acuerdo de paz firmado en Lomé en julio insta al Consejo de Seguridad a enmendar el mandato de la Misión de Observadores Militares en Sierra Leona (UNOMSIL), que tiene menos de 100 efectivos.

También se desarrolló una guerra silenciosa entre el ECOMOG y la UNOMSIL por la conducción del desarme y la administración de los fondos.

"Siempre estuvimos preparados para iniciar las operaciones de desarme, desmovilización y reinserción de los combatientes, ya que nuestro mandato cambió y dejamos de ser una fuerza de intervención para pasar a ser una de mantenimiento de la paz", declaró un portavoz del ECOMOG a IPS la semana pasada.

"Siempre estuvimos al frente de la defensa y protección del pueblo de Sierra Leona contra la conducta atroz de los rebeldes. Creemos que necesitamos apoyo para completar nuestros cometidos", agregó.

La falta de apoyo y la presión política que sufrió el gobierno de Nigeria para retirar a sus soldados de Sierra Leona, que representan 70 por ciento del ECOMOG, afectó la moral de la fuerza y llevó a que se pusiera en duda su permanencia en el país.

Nigeria ya retiró a 2.000 de sus 14.000 soldados.

Grupos de la sociedad civil y activistas políticos de Nigeria han presionado al gobierno para que destine el millón de dólares que invierte a diario en las operaciones del ECOMOG en Sierra Leona a las necesidades internas de su país.

La propuesta de Annan de enviar una fuerza de mantenimiento de paz de la ONU permitiría quitarle el peso económico de la misión a Nigeria y darle carácter multinacional.

"Creo que la propuesta del señor Annan es positiva, porque deja al descubierto el doble discurso de Occidente e incluso de la ONU", indicó Khalil Sesay, un analista político de Sierra Leona.

"Ahora, la ONU y Occidente no tienen que esforzarse en reunir una fuerza, ya que los soldados del ECOMOG, que ya están aquí, conocen mejor el terreno y están familiarizados con la psicología de los rebeldes", explicó.

El gobierno de Kabbah aceptó la propuesta de Annan. "Esperamos que el procedimiento" de desarme "se haga a la brevedad, para cumplir con las condiciones del proceso de paz", declaró a IPS Septimus Kaikai, el portavoz de Kabbah, la semana pasada. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/ceb/mj/ip/99

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