Insurgentes de Sierra Leona capturaron un autobús, se apropiaron de todos los bienes y alimentos a bordo y secuestraron a los pasajeros el martes, tres meses después de la firma de un acuerdo de paz con el gobierno.
El autobús, que llevaba 52 pasajeros, se dirigía hacia la capital regional oriental de Kenema, y fue asaltado cerca del pueblo de Masiaka, unos 75 kilómetros al norte de Freetown.
Individuos armados lo asaltaron en la carretera principal y obligaron a su conductor a desviarse hacia el bosque, según funcionarios de la estatal Corporación de Transporte Carretero de Sierra Leona.
El regreso al país de los líderes insurgentes Foday Sankoh, del Frente Revolucionario Unido, y Johnny Paul Koroma, del ya disuelto Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas (AFRC), no detuvo la ola de violaciones al cese del fuego ni la captura de rehenes por parte de rebeldes.
Los dos líderes guerrilleros llegaron a Freetown desde Monrovia, capital de Liberia, el 3 de octubre, para ayudar a implementar el acuerdo de paz firmado el 7 de julio, el cual implica el desarme y la desmovilización de unos 45.000 combatientes.
Uno de los pasajeros del autobús secuestrado, quien logró escapar y pidió reserva sobre su identidad, dijo que los insurgentes dejaron ir a los ancianos y obligaron a los hombres y mujeres jóvenes a llevar hasta una base rebelde en el bosque alimentos, joyas y otros bienes de los cuales se apropiaron.
Agregó que los rebeldes aseguraron que aumentarían sus ataques a los vehículos que circularan por la autopista.
"Están decididos a causar disturbios en aldeas y pueblos ubicados en los alrededores de sus bases en la jungla", señaló.
El periódico independiente Standard Times de Sierra Leona informó el miércoles que los insurgentes se habían apropiado de dinero y bienes por valor de miles de dólares durante el ataque al autobús.
"No se nos ha explicado por qué nos convertimos en enemigos y blancos de nuestros propios hermanos en armas. Los secuestros y las violaciones del acuerdo de paz del 7 de julio han continuado a pesar de que los dos líderes rebeldes aceptaron públicamente la paz", dijo un editorial del periódico.
Según el periódico The Democrat, "17 mujeres jóvenes que viajaban en el autobús fueron secuestradas, llevadas a la base de los rebeldes en el bosque y violadas".
Fuentes de los servicios de seguridad en Freetown informaron que el autobús, abandonado en el bosque, fue recuperado, pero que los rehenes seguían en poder de los insurgentes.
El ataque del martes minó las esperanzas de los habitantes de Sierra Leona, quienes pensaban que Koroma y Sankoh serían capaces de controlar a los insurgentes que continúan combatiendo.
En agosto, una facción rebelde disidente secuestró a periodistas, trabajadores, observadores militares de la Organización de las Naciones Unidas y soldados del cuerpo de la ECOMOG, la fuerza de mantenimiento de la paz de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental.
Los insurgentes dijeron que liberarían a los rehenes a cambio de alimentos, medicamentos y representación en el gobierno compartido que se previó en el acuerdo de paz.
Los habitantes de Sierra Leona, cansados de la guerra y deseosos de que su país se recupere tras ocho años de conflicto, se preguntan si Sankoh y Koroma tienen realmente control sobre los combatientes.
Koroma fue atacado por un grupo de mutilados en un campamento al oeste de Freetown, cuando les hizo una visita sorpresa.
Integrantes del AFRC han sido acusados de mutilar a cientos de civiles, a quienes amputaron las piernas, los brazos o la nariz. La víctima más joven fue Memuna Mansaray, una niña de dos años, cuyo brazo derecho fue cortado con un machete por combatientes rebeldes.
"No te queremos aquí, asesino, vete y déjanos en paz", gritó uno de los mutilados cuando Koroma intentó reconfortarlos con palabras.
El presidente de la Asociación de Amputados, Muctarr Jalloh, bloqueó el paso a Koroma, quien fue salvado de la agresión por integrantes de la ECOMOG, liderada por Nigeria.
"Eres responsable de nuestra invalidez. Ordenaste a tus combatientes que mutilaran, quemaran y saquearan. No tienes conciencia", gritó Jalloh.
Los analistas observaron que los actuales ataques en la carretera y la toma de rehenes podrían causar el fracaso del programa de desarme y reconciliación nacional pactado en julio.
"Hay todavía muchos obstáculos en el camino hacia una paz sustentable, pero trabajamos duro para que sea posible recorrerlo", comentó un funcionario gubernamental en Freetown. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/at/mp/ip/99