Grupos evangélicos iniciaron una ofensiva para ganar terreno en México, el segundo país del mundo por su población católica luego de Brasil, mientras el gobierno intenta aplacar expresiones de intolerancia religiosa.
Masivas concentraciones, reuniones con políticos y demandas al gobierno para manejar medios de comunicación son parte de la nueva estrategia, dijo a IPS Adoniran Gaxiola, representante de la Iglesia Apostólica evangélica.
Más de 80.000 evangélicos se reunieron el jueves más de 10 horas en un estadio de la capital mexicana para alentar su misión de sumar adeptos, según indicaron los organizadores. Fue la más grande concentración de evangélicos realizada en la historia del país.
"Algunos prelados de la Iglesia Católica se opusieron a la concentración demostrando el temor que tienen por nuestro crecimiento, que es rápido e indetenible", señaló Gaxiola.
Según el religioso, 15 millones de mexicanos pertenecen ya a las iglesias evangélicas, muchas de las cuales son calificadas de sectas por la Iglesia Católica, y su número de adeptos crece 10 por ciento cada año.
En varias regiones del país, especialmente en zonas rurales de los estados sureños Guerrero, Oaxaca y Chiapas, la creciente presencia de los evangélicos originó enfrentamientos, expulsiones de familias, arrestos y hasta procesos inquisitorios.
La Comisión Nacional Evangélica de Derechos Humanos afirma que en 19 de los 32 estados del país existen problemas de intolerancia religiosa entre católicos y evangélicos.
Representantes de ambos sectores religiosos se reúnen periódicamente desde 1996 con funcionarios de gobierno para buscar soluciones a los enfrentamientos, pero no logran desactivarlos.
Cada mes, se presentan en el país al menos dos hechos de la intolerancia religiosa, reconocieron las autoridades.
Uno de los estados con mayores problemas es Chiapas, donde casi la mitad de la población indígena se considera evangélica. En esa zona, unos 15.000 campesinos abandonaron en los últimos años sus comunidades originales por conflictos religiosos y se instalaron cerca de las ciudades del estado.
Personal de la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos visitan continuamente las zonas conflictivas para promover la tolerancia religiosa, mientras profesores de escuelas y colegios tienen como obligación alentarla.
Gaxiola sostuvo que la religión "es lo único que puede unir a la sociedad y lograr su recuperación moral, social y económica". Respecto a las expresiones de intolerancia, señaló que la mayoría son causadas por los católicos, que consideran a los grupos evangélicos "sectas fanáticas".
En México existen 5.263 asociaciones religiosas inscriptas en la Secretaría (ministerio) de Gobernación (Interior). De ellas 2.638 son católicas, 1.271 evangélicas, 1.209 bautistas, 56 presbiterianas, 39 espiritualistas, 14 orientales y nueve judías.
Los prelados de la Iglesia Católica mexicana reconocen la pérdida de fieles y señalan que trabajan para afrontar el fenómeno, pero advierten que los evangélicos tienen muchos dinero y a veces un discurso radical que atrae a personas desorientadas.
El Consejo Episcopal Latinoamericano reconoció que entre 1970 y 1990 la religión católica en esta región del mundo perdió 40 millones de feligreses.
"Nuestras iglesias han sido tachadas de ignorantes, de fanáticas, son incomprendidas, están atrapadas en un sistema que divide, pero en nuestra diversidad puede haber unidad", repetía el jueves un locutor a través de los altoparlantes del estadio donde se reunieron los evangélicos.
"Este día ha sido un parteaguas (hito) en la historia de la iglesia cristiana. Dios nos ordena hacernos visibles, sacar la iglesia de los templos", añadió.
Los organizadores del encuentro indicaron que grabaciones televisadas de la reunión serán transmitidas a 58 países y en nueve idiomas. Más de 450 millones de personas podrán verla, afirmaron.
Gaxiola demandó al gobierno de México eliminar la prohibición legal que existe para que grupos religiosos manejen medios de comunicación. Lo mismo ha pedido la Iglesia Católica, pero el gobierno no muestra entusiasmo por la idea.
El representante de la Iglesia Evangélica indicó que meses atrás inició reuniones con políticos oficialistas y opositores para promover la idea de abrir los medios de comunicación, especialmente la televisión, a los grupos religiosos, y para intercambiar puntos de vista en asuntos relativas a la fe. (FIN/IPS/dc/mj/cr/99
