INDIA: Violentas protestas contra visita del Papa

La próxima visita del papa Juan Pablo II a India provocó violentas protestas de un grupo fundamentalista hindú estrechamente vinculado al gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP).

Pero un representante del gobierno aseguró que la seguridad será rigurosa durante la visita que comienza poco antes de la medianoche del 5 de noviembre y concluye en la mañana del día 8, cuando el Papa parta para la república de Georgia.

De todas maneras, "este es un país democrático y no podemos detener las protestas", explicó.

Las protestas del fundamentalista Vishwa Hindu Parishad (VHP) o Consejo Mundial Hindú, consistieron en la quema de efigies del Papa en destacados lugares públicos de Nueva Delhi.

También incluyen una marcha desde el pequeño estado occidental de Goa, donde colonizadores portugueses realizaron conversiones en masa al catolicismo durante la época de la inquisición en la zona, hasta Nueva Delhi, como preludio para exigir las disculpas del Papa.

El miércoles, legisladores opositores acusaron al gobierno de falta de iniciativa para impedir la quema de las efigies y para detener a activistas del VHP bajo leyes contra la promoción del odio entre las comunidades.

Los legisladores de la cámara baja Mani Shankar Aiyar y Priyaranjan Dasmunshi acusaron al gobierno de simpatizar con los activistas del VHP ya que una de las efigies del Papa fue quemada frente a la oficina del ministro del Interior Krishna Advani.

Pero este replicó que el gobierno no aprueba los actos contra el Papa, aunque se negó a comprometerse a detener la marcha del VHP desde Goa a Nueva Delhi.

Los partidos opositores se retiraron de la cámara alta después de que el canciller Jaswant Singh pareció apoyar el pedido de los activistas que exigen las disculpas del Papa al decir que "la ética cristiana llama al arrepentimiento".

La visita de Juan Pablo II, la tercera de un Papa a este país, tendrá lugar a fines de un año en que hubo una serie de ataques sin precedentes contra misioneros e instituciones cristianas de parte de grupos fundamentalistas hindúes.

El 6 y el 7 de noviembre, el Papa se reunirá con representantes de todas las religiones en este país laico según la Constitución, pero predominantemente hindú.

"Agradecemos al Ministerio de Relaciones Exteriores las molestias y el gasto en que incurrió para asegurar la más rigurosa seguridad. Estamos seguros de que la visita se desarrollará sin incidentes", declaró el arzobispo de Nueva Delhi, Alain de Lastic.

El arzobispo destacó que el ambiente de seguridad es muy distinto al de la última visita del Papa en febrero de 1986, cuando visitó el país en forma extensa durante un lapso de 10 días.

Esta vez, el Papa celebrará una misa en el estadio Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi el 7 de noviembre, el mismo día en que se celebra el ruidoso festival de fuegos artificiales Diwali, símbolo de la paz y la armonía.

De Lastic aseguró que esa es sólo una coincidencia. "Como indios, todos celebramos Diwali que simboliza la victoria de la gracia sobre el pecado. (Esta vez) le agregaremos nuestras oraciones", declaró.

"Tengo gran fe en la capacidad de adaptación y en la hospitalidad del pueblo indio", afirmó. Con respecto a impedir las protestas del VHP, es al gobierno al que le corresponde "hacer su deber", agregó.

La Iglesia dialogó con dirigentes de grupos fundamentalistas como el VHP desde que comenzaron los ataques contra los cristianos, informó.

El primer ministro Atal Bihari Vajpayee tomó medidas esta semana para que el VHP sea controlado durante la visita papal.

El VHP tuvo un papel fundamental en las victorias electorales del BJP a través de una campaña centrada en la demolición de una mezquita medieval en el norte del país que, según sostienen sus partidarios, se encontraba sobre un templo situado en el lugar de nacimiento del dios hindú Rama.

Pero el BJP también dependió del apoyo de partidos regionales laicos para mantenerse en el poder desde que formara el gobierno por primera vez en febrero de 1998, y por segunda vez este mes.

Se dice que Vajpayee disuadió a Ashok Singhal, jefe del VHP, de quemar una efigie del Papa fuera del estadio donde dará misa.

En su lugar, los partidarios de VHP se conformarán con encender una hoguera fuera del estadio y en otros lugares de la ruta papal para protestar contra las conversiones.

El líder del VHP, Acharya Giriraj Kishore, reclamó que el gobierno no brinde al Papa tratamiento de huésped estatal porque la visita es pastoral y tiene el fin de promover el Documento del Sínodo Asiático que propone el renacimiento del catolicismo en el continente.

El arzobispo De Lastic respondió que el Papa "tiene la libertad de afirmar su creencia en Jesús como salvador de la humanidad y depende del pueblo aceptarlo o rechazarlo".

Negó las acusaciones de conversiones por la fuerza. "No hay poder en la Tierra que pueda obligar a una persona a cambiar su fe, que es una cuestión de elección personal y un derecho fundamental respetado en la Constitución india", destacó.

También se refirió a las conversiones que efectuaron los portugueses en Goa. "¿Cuán lejos en la historia debemos ir? ¿Podemos exigirle disculpas a Grecia o Macedonia por la invasión de Alejandro Magno a India?", se preguntó.

Según el arzobispo, lo que se cuestiona es el trabajo que hace la Iglesia para mejorar la vida de indígenas e hindúes de castas inferiores mediante la educación y que, como resultado, comenzaron a competir por el empleo.

"¿Si las clases inferiores y los indígenas adquieren una situación de igualdad con las clases superiores, cómo podrán seguir siendo oprimidas?", preguntó.

El arzobispo dijo que espera que el nuevo gobierno de Vajpayee, en que la fuerza del BJP se diluyó en la Alianza Nacional Democrática (NDA), de 24 miembros, sea más sensible a los intereses de las minorías.

Varios miembros influyentes de la NDA manifestaron su oposición a la campaña antipapista del VHP.

En los últimos años, el porcentaje de cristianos en la población india de 1.000 millones se redujo de 2,8 a 2,4 por ciento, lo cual desmiente las acusaciones de conversiones en masa.

El Sínodo de Asia, cuando sesionó el año pasado en el Vaticano, señaló que, tras siglos de esfuerzo de los misioneros, el cristianismo no logró asentarse en el continente donde los católicos representan menos de tres por ciento de la población.

De Lastic dijo que India fue elegida como sede para que el Papa promueva el Documento del Sínodo después de que Beijing rechazara que el acontecimiento se realizara en China. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/aq/cr-ip/99

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