DERECHOS HUMANOS: Países en desarrollo amordazan a la prensa

La libertad de prensa en Malasia, como en muchos países en desarrollo, deja mucho que desear, y por eso es paradójico que la segunda conferencia sobre "Conocimiento Mundial" se celebre en Kuala Lumpur el año próximo.

La conferencia pretende acercar a organizaciones públicas, privadas y sin fines de lucro, y es un producto del simposio el "Conocimiento para el Desarrollo en la Era de la Información", realizado en Toronto, Canadá, en 1997.

La reunión de Canadá tuvo el propósito de compartir información, experiencias y recursos para promover el acceso y uso eficaz del conocimiento como herramienta para el desarrollo sustentable.

El tema de la conferencia, patrocinada por el Banco Mundial, es el "acceso a la información, el poder y el buen gobierno", algo que está faltando en Malasia, según críticos del gobierno.

Sin embargo, la interrogante subsiste. ¿En cuántas partes del mundo en desarrollo podría realizarse semejante conferencia sin que surja la cuestión de las trabas al acceso universal de la información?

El gobierno malasio, que no es un novato en la supresión de medios, a principios de mes encarceló a un periodista canadiense, Murray Hiebert, del Far Eastern Economic Review, por un artículo que escribió cuestionando la manipulación del sistema legal del país.

Y Malasia, como muchos países en desarrollo, se encuentra en la encrucijada de permitir o amordazar la libre expresión dentro de sus fronteras.

La globalización, el advenimiento de Internet, la red informática mundial, y nuevas técnicas informativas han acercado más que nunca el sueño de la "libre información para todos".

No obstante, en esta nueva era, la negativa a dar información a los ciudadanos sigue siendo una opción apetecible para gobiernos como el que encabeza el primer ministro malasio Mahathir Mohamad.

"Los tiranos que aterrorizan a sus pueblos no tienen hoy un lugar para ocultarse", dijo Aidan White, secretario general de la Federación Internacional de Periodistas (FIP).

"Los periodistas y demás, gracias al teléfono, la tecnología satelital e Internet, pueden denunciar la censura y la intimidación, pero esto no significa que deje de ocurrir", expresó White.

White dijo a IPS que la constante publicidad que denuncia a los malos regímene tiene su efecto. "La atención mundial sobre Timor Oriental obligó a cambiar de posición al gobierno indonesio y, finalmente, eso tambien ocurrirá en China y otras partes donde los medios siguen estando bajo presión", comentó.

"A pesar de los progresos, el mundo sigue siendo un lugar peligroso para los periodistas", agregó White. En lo que va del año más de 40 periodistas y empleados de medios han sido asesinados, afirmó la FIP, que representa a más de 450.000 periodistas de 101 países.

Sander Thoenes, un periodista holandés que escribía para el Financial Times de Londres, fue asesinado por las milicias proindonesias en Dili, la capital de Timor Oriental. Cuando el personal de la ONU se retiró de la isla, otros cuatro periodistas fueron dados como desaparecidos.

La organización periodística francesa Reporteros sin Fronteras (RSF) señaló el caso de la junta militar birmana, la cual bloquea el acceso de los ciudadanos a Internet "con el pretexto de defender al público de ideas subversivas o defender la seguridad y unidad nacional".

RSF apuntó que los regímenes autoritarios consideran a Internet "una espada de doble filo" porque burla el control de la información por parte de las autoridades y, por otra parte, fomenta el crecimiento económico.

"El argumento económico parece estar ganando terreno en países como Malasia y Singapur, donde el control de la información computarizada se está poniendo difícil para las autoridades", dijo RSF.

Los enemigos principales de Internet, según RSF, son entre otros Azerbaiján, Kazajstán, Kyrgyztán y Tayikistán en Asia central.

En Medio Oriente y Africa son Arabia Saudita, Irán, Iraq, Siria, Libia, Túnez, Sierra Leona y Sudán, mientras Cuba, Corea del Norte y Vietnam también figuran en la lista de RSF.

La globalización incrementó el contacto entre la gente a través de sus fronteras nacionales.

Además del rápido aumento de las exportaciones mundiales a siete billones de dólares, equivalente al producto interno bruto de Estados Unidos, el turismo creció más del doble pasando de 260 millones de viajeros en 1980 a 590 millones en 1996.

El número de usuarios de Internet subió de 100.000 en 1988 a 36 millones el año pasado, indicó el último informe sobre desarrollo humano de la Organización de las Naciones Unidas.

Mientras la mayoría de los estados son independientes y más de 70 por ciento de la población mundial está gobernada por regímenes pluralistas, esa tendencia enmascara una realidad distinta en cuanto al acceso a la información, señaló el informe.

A mitad del año pasado, los países industriales, que albergan sólo a 15 por ciento de la población mundial, tenían cerca de 90 por ciento de todos los usuarios de Internet.

En los países en desarrollo, los gobiernos ponen poco énfasis en las comunicaciones y hay pocas líneas telefónicas, el suministro de electricidad es errático y existen factores socioeconómicos que niegan a la gente con bajos ingresos el "lujo" de tener acceso a Internet.

"El gobierno puso el costo de las comunicaciones como un premio y las ha convertido en un símbolo de prosperidad", opinó un experto nigeriano en comunicaciones.

En naciones con escasos recursos como Zimbabwe, el gobierno mantiene el monopolio sobre los pocos diarios del país y controla toda la información radial y televisada.

Para poner en línea a los disconformes, no menos de siete periodistas fueron arrestados este año en ese país de Africa austral. Dos de ellos, Mark Chavunduka y Ray Choto, del periódico Standard, fueron torturados, según informes médicos.

Ambos fueron acusados bajo la ley sobre Mantenimiento del Orden, usada contra el entonces movimiento de liberación del presidente Robert Mugabe.

Esa ley, aún vigente 19 años después de la independencia, también se empleó contra la periodista Grace Kwinjeh y el publicista Ibbo Mandaza del Zimbabwe Mirror.

"Creo que ahora hay menos opresión sistemática de los medios que nunca, pero continúa y se manifiesta en partes de Africa, Asia y América Latina", dijo White.

En América Latina al menos 50 periodistas y trabajadores de prensa resultaron muertos en otro año de "asesinatos, intimidación y censura debido a la violencia causada por la corrupción, el terrorismo político y la mafia de la droga", señaló la FIP en su informe anual del año pasado.

Los principales culpables fueron Brasil, Colombia, Guatemala, México y Perú, donde perecieron un total de 21 periodistas en 1998.

En Perú, donde se produjeron cuatro asesinatos, dos todavía bajo investigación, la FIP registró tambien 15 ataques, 21 intancias en que se amenazó a periodistas y otras 16 en que fueron procesados o encarcelados por cumplir su tarea.

Lentamente, a medida que el mundo se acerca a la democracia, las comunidades locales de base, movimientos y organizaciones no gubernamentales (ONG) están ganando espacio y desafían la omnipotencia estatal, según activistas humanitarios.

Por ejemplo, una pequeña ONG en México, llamada "Mujer a Mujer", logró desafiar la instalación de una fábrica textil en su comunidad.

La ONG fue capaz de enfrentar a la administración de la empresa con una cartera repleta de datos sobre el deficiente manejo de la compañía, ganancias y propiedad, imposible de encontrar en México pero accesibles en Estados Unidos por una módica suma de dinero.

Por eso, cuando los expertos de la información se reúnan el año próximo en Kuala Lumpur, el clamor de los activistas humanitarios pidiendo cambios en países en desarrollo como Malasia será difícil de amordazar. (FIN/IPS/tra-en/gm/mk/ego/aq/hr/99

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