AFGANISTAN: ONU amenaza con sanciones a Talibán

El Consejo de Seguridad de la ONU amenazó con sancionar a Afganistán si Talibán, el movimiento fundamentalista islámico que gobierna la mayor parte del país, no entrega al financista saudita Osama bin Laden antes del 14 de noviembre.

Las sanciones propuestas incluyen la prohibición de vuelos internacionales de aviones pertenecientes a Talibán desde y hacia el territorio afgano, y el congelamiento de los depósitos que tiene el movimiento en el exterior.

Talibán tiene un mes para acatar la decisión del Consejo de Seguridad y entregar a Bin Laden para que sea juzgado.

Estados Unidos acusa a Bin Laden, jefe de la organización islámica Al Qaeda, de haber planificado los atentados con bomba contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania que el 7 de agosto de 1998 mataron a más de 200 personas.

Varios de los colaboradores de Bin Laden fueron procesados por participar en el atentado, y está previsto que los juicios respectivos comenzarán en Nueva York en septiembre del 2000.

En la práctica, la prohibición de vuelos impedirá la operación de las aerolíneas Ariana, dirigidas por Talibán, que sólo vuelan a Emiratos Arabes Unidos.

La ONU (Organización de las Naciones Unidas) y la mayoría de los países no reconocen a Talibán como legítimo gobierno de Afganistán, con la excepción de Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos y Pakistán.

Los miembros del Consejo de Seguridad votaron unánimemente por la resolución de este viernes, incluso naciones musulmanas, entre ellas Bahrein y Malasia, y China, que se opone firmemente a adoptar sanciones.

No obstante, Bahrein y Malasia recordaron que el Consejo tiene un mes para considerar si impondrá las sanciones, y en caso de hacerlo, cómo aplicarlas para que las mismas afecten sólo a los dirigentes de Talibán y no al pueblo afgano en general.

La embajadora de Estados Unidos, Nancy Soderberg, dijo que la resolución del Consejo envía un fuerte mensaje a los terroristas. "No pueden huir, no pueden ocultarse, serán llevados ante la justicia", advirtió.

Bin Laden, a quien Talibán considera un "huésped" que reside en Afganistán y ayudó a organizar la resistencia a la invasión soviética entre 1979 y 1980, actualmente vive controlado por una guardia armada en una localidad desconocida.

Laily Helms, la portavoz de Talibán en Nueva York, dijo a IPS que el movimiento no comprende por qué Bin Laden es considerado una amenaza, dado que el régimen controla sus acciones y limitó sus contactos con el mundo exterior.

Ese argumento, reiterado por Talibán desde que Estados Unidos respondió a los atentados del 7 de agosto con bombardeos contra objetivos en Afganistán dos semanas después, no convence a Washington.

"Nuestra información confirma que la organización de Bin Laden, en cooperación con otros grupos terroristas, sigue planificando activamente ataques contra estadounidenses y otros", afirmó Soderberg.

"También tenemos pruebas confiables de que la red de Bin Laden busca adquirir armas de destrucción masiva, incluso armas químicas", agregó.

Pero Helms argumentó que no está probado que Bin Laden y sus asociados hayan cometido delito alguno. "No hemos recibido evidencia alguna de su participación" en los atentados contra las embajadas, dijo.

De todas maneras, Talibán está dispuesto a negociar el caso de Bin Laden con el gobierno de Estados Unidos, informó.

Una opción, indicó, es entregar a Bin Laden para que sea juzgado por un tribunal saudita, pero agregó que Washington ha rechazado esa idea hasta el momento.

No obstante, el Departamento de Estado (cancillería) estadounidense considera conversar con el representante de Talibán en Nueva York, Abdul Hakeem Mujahid, la próxima semana, anunció.

Mujahid minimizó los efectos de posibles sanciones contra Afganistán, y aseguró el mes pasado que el comercio entre su país y Estados Unidos no ha sido significativo en los últimos años.

El presidente estadounidense Bill Clinton prohibió el comercio con Afganistán el 5 de julio, como sanción porque Talibán oculta a Bin Laden.

Muchos diplomáticos también dudan de la efectividad de las sanciones, ya que Talibán tiene fuertes vínculos con Pakistán, pero está aislado de sus demás vecinos, incluso de India, Irán y Tayikistán.

"Los países no tienen mucho peso en Afganistán, y no creo que esta resolución vaya a cambiar esa realidad", declaró un diplomático asiático que habló a condición de que se mantuviera su nombre en reserva.

Gran parte del dinero que obtiene Afganistán en el exterior procede de exportaciones ilegales de opio y heroína, según informes de la ONU.

Este año, Afganistán produjo 4.600 toneladas de opio, la mayor cantidad registrada en la historia de país alguno, según esos datos.

Otra preocupación, expresada en privado por algunos diplomáticos, es que las sanciones contra Afganistán puedan agravar la crisis en Pakistán generada por el golpe de Estado del martes que derrocó al primer ministro Nawaz Sharif.

Pakistán, y paradójicamente la CIA (Agencia Central de Inteligencia) de Estados Unidos, habrían ayudado a Talibán, y oficiales paquistaníes aún estarían vinculados con el movimiento fundamentalista.

Por consiguiente, advirtieron funcionarios, las sanciones contra Talibán podrían aislar aun más a Pakistán en un momento en que los militares adquieren cada vez más poder en ese país. (FIN/IPS/tra-en/fah/aq/ip/99

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