Indonesia decretó hoy la ley marcial en Timor Oriental y liberó al líder de la resistencia Xanana Gusmao para restablecer la paz en el territorio ocupado, donde reina el caos desde que los independentistas ganaron el referéndum de autodeterminación del 30 de agosto.
Gusmao, libre después de siete años de prisión en Indonesia, no puede volver a Timor Oriental debido a la violencia provocada por bandas armadas proindonesias opuestas a la independencia.
El líder, que cumplía arresto domiciliario desde febrero en Yakarta luego de estar preso en la cárcel de Cipinang durante el gobierno de Alí Suharto, fue puesto en libertad este martes.
"Prometo llevar la paz a Timor Oriental, como hombre libre que soy", declaró Gusmao.
El dirigente, presidente del Consejo Nacional para la Resistencia de Timor Oriental (CNRT), fue capturado en 1992 y condenado a 20 años de prisión por participar en la resistencia armada contra el gobierno de Indonesia, que invadió Timor Oriental en 1975 y lo anexó al año siguiente.
Mientras, en Timor Oriental se denunciaron más asesinatos, violencia e incendios provocados desde que entró en vigor la ley marcial a las 0 horas de este martes, según un decreto presidencial firmado el lunes, informó la agencia de noticias Antara.
La ley marcial estará en vigor hasta que Timor Oriental vuelva a la normalidad, anunciaron fuentes del gobierno.
La medida fue propuesta por el jefe de Defensa y Fuerzas Armadas, general Wiranto, que explicó que la ley marcial permitirá que las fuerzas de seguridad "actúen sin dudarlo y establezcan la seguridad legal".
Sin embargo, en una sesión previa del gabinete indonesio varios ministros habían rechazado esa propuesta.
El ministro de Información, Muhammad Yunus, comentó que algunos miembros del gabinete expresaron dudas sobre la imposición de la ley marcial porque podría violar el acuerdo firmado el 5 de mayo entre Indonesia, Portugal y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que permitió el referéndum.
El acuerdo establece que la seguridad de Timor Oriental estará a cargo de la policía, y no de los militares.
Altos funcionarios de varios países, entre ellos Australia, manifestaron su escepticismo en cuanto a la posibilidad de que la ley marcial solucione el problema.
El líder timorense y premio Nobel de la Paz José Ramos Horta también expresó sus dudas de que la imposición de la ley marcial cambie de inmediato la situación de la seguridad en el territorio, ya que los militares de Indonesia apoyan, en general, a los grupos armados antiindependentistas.
Ramos Horta expresó el temor de que, ahora que la mayoría de los periodistas y funcionarios internacionales se fueron de Timor Oriental, los militares "quieran que se repita lo ocurrido entre 1975 y 1979, cuando cientos de miles (de personas) fueron masacradas y no había un solo testigo internacional".
El estado de emergencia militar significa tirar contra quienes violen el toque de queda y "desarmar a las personas que llevan armas", dijo el canciller indonesio Alí Alatas.
El jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Timor Oriental (Unamet) dijo que en un estado de emergencia militar "no se permite a la gente transitar por las calles de Dili, (la capital timorense) causando el terror y saqueando".
Así mismo, las fuerzas de seguridad "verificarán" las actividades no sólo de los grupos a favor de la integración con Indonesia sino también del propio ejército, agregó.
Las declaraciones de Yakarta de que puede manejar la situación en Timor Oriental son recibidas con escepticismo, aunque el ejército decidió el lunes enviar hasta 6.000 soldados más a la isla, donde ya hay más de 20.000.
El lunes antes de que se anunciara la ley marcial, Habibie habló por teléfono con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien declaró en Nueva York que acordaron que se debían tomar medidas para implementar los resultados del referéndum, cuando 78,5 por ciento de los electores votaron por la independencia.
"Espero que haya consecuencias positivas inmediatas, porque es esencial poner fin a la violencia y la intimidación de las milicias", dijo Annan. Agregó que si la ley marcial no puede restaurar el orden en Timor Oriental, la comunidad internacional "tendrá que considerar otras medidas".
"Realmente esperamos que el Sr. Xanana Gusmao pueda participar en todo el proceso relacionado con Timor Oriental", dijo el ministro de Justicia indonesio Muladi.
Pero no será una tarea fácil dada la anarquía que reina en Timor Oriental, donde cientos de personas fueron asesinadas en los últimos días.
La mañana de este martes, las milicias armadas atacaron las oficinas de la ONU en Baucau, a unos 132 kilómetros de Dili. El personal internacional fue evacuado en un avión australiano.
El jefe de policía, el general Roesmanhadi, dijo que Timor Oriental ya no está bajo el control del gobierno. Por lo menos 16.000 personas buscaron refugio en la estación de policía.
El Comité Internacional de la Cruz Roja aseguró que 1.000 refugiados se dirigen diariamente al oeste de la isla, a Timor Occidental.
El lunes, las bandas armadas proindonesias atacaron las instalaciones de la Cruz Roja y la residencia del obispo Carlos Belo que, de acuerdo con los últimos informes, estaría a salvo.
Durante muchos años, el gobierno indonesio se negó a prestar atención a los llamados internacionales para la liberación de Gusmao, con el fin de discutir una solución para el problema de Timor Oriental.
Ahora, fue liberado y se le dio amnistía, y funcionarios sostienen que puede usar su influencia para tranquilizar la situación. Pero los críticos señalan que la violencia es instigada principalmente por los grupos favorables a Indonesia.
Yakarta planificó liberar a Gusmao previamente el 15 de septiembre y llevarlo a Ouimori, la base de las fuerzas de la resistencia independentista en Timor Oriental, causando preocupación sobre su seguridad.
Xanana pidió ser liberado en Yakarta y permanece en la embajada británica. Manuel Carrascalao del CNRT dijo que era mejor que Xanana permanezca en Yakarta por ahora. "Puede coordinar el proceso de reconciliación desde aquí". (FIN/IPS/tra-en//pp- js/js/ceb-at/aq/ip/99