El presidente del Consejo Nacional de la Resistencia Timorense (CNRT), Xanana Gusmao, demandó "una acción inmediata" del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas tras el anuncio de Indonesia de que aceptará una fuerza internacional de paz en Timor Oriental.
El líder independentista dijo el domingo en Yakarta que el presidente indonesio Bacharuddin Jusuf Habibie tomó una "decisión valiente" al invitar a las fuerzas internacionales, y pidió urgente ayuda en alimentos y medicinas para los timorenses.
A su vez, el presidente portugués, Jorge Sampaio, exigió que las fuerzas militares indonesias en Timor Oriental act[uen con prudencia, respeten el compromiso asumido y cesen las agresiones a la población, anticipándose a un posible ataque a un campo de refugiados en Dare, en la afueras de Dili.
Un portavoz indonesio dijo a los periodistas portugueses que Yakarta no impondrá condiciones para la composición de la fuerza de paz – específicamente, que no veta la inclusión de fuerzas portuguesas – pero que prefiere una mayoría asiática en el contingente.
El ministro de Relaciones Exteriores indonesio, Ali Atas, viajó a Nueva York para negociar el acuerdo con el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan. Australia informó que había ya iniciado contactos con Indonesia para el desplazamiento de la fuerza de paz.
En un mensaje a la nación, el presidente indonesio anunció su "disposición a aceptar fuerzas internacionales de paz de las Naciones Unidas y naciones amigas para restablecer la paz y la seguridad en Timor Oriental".
Habibie dijo que las fuerzas internacionales también implementarían los resultados del referendum efectuado en la ex colonia portuguesa el 30 de agosto, en que 78,5 por ciento de los votantes se pronunciaron por la independencia.
"No podemos seguir esperando. Tenemos que detener el sufirimento, en nombre de Indonesia", nueve días después del anuncio de los resultados del referendum, que dieron lugar a una escalada de violencia sin precedentes.
El Centro Internacional de Apoyo a a Timor Oriental (ETISP), de Darwin, Australia, advirtió el domingo que fuerzas indonesias y las milicias se están desplazando hacia las montañas con el fin de atacar a los combatientes de la resistencia timorense y a decenas de miles de refugiados.
Indonesia querría liquidar a los cerca de cinco mil efectivos de las Fuerzas Armadas de Liberacion de Timor Oriental (Faltilin) antes de que lleguen las tropas internacionales, dice el ETISP. El continegnte indonesio alcanza a 26 mil soldados fuertemente armados.
Los guerrilleros tienen órdenes de no enfrentarse a las milicias y a lo s soldados indonesios, con el fin de no dar oportunidad a una anulación del referendum con el pretexto de una "guerra civil".
El Centro de Apoyo a Timor rechazó las afirmaciones del general Wiranto , ministro de Defensa indonesio, de que sus soldados sufren de una "parálisis psicol[ogica" frente a las milicias, y reiteró que la violencia desatada en la isla es parte de un plan estratégico.
"La escala, velocidad y los vastos recursos empleados en esta 'limpieza política' evidencian un alto grado de planificación, sólo posible a los más altos niveles", dice la organización.
El Centro afirma que el plan contempla la evacuación de 250 mil personas, o 35 por ciento de la población total de Timor Oriental.Según el ministro de Defensa australiano, John Moore, ya cerca de 180 mil personas han sido desplazados en flotas de camiones y barcos militares.
La destrucción sistemática de Dili, el principal centro urbano de Tim or, alcanza a la universidad, un instituto politécnico, el centro de telecomunicaciones, el comercio, la mayor parte de las escuelas y liceos, así como las instalciones de agua potable y electricidad, dice el Centro.
Un dirigentes de las milicias dijo a la radio portuguesa TSF que los grupos armados pro-indonesios tenían "derecho" a destruir el país, pue sto que todo lo que hay allí fue construído por ellos y los ocupantes indonesios, contra la voluntad de la población.
"Si yo contruyo una casa y no puedo vivir en ella, tengo derecho a incendiarla", agregó.
Indonesia invadió la parte oriental de Timor en 1975, después del ret iro de las tropas coloniales portuguesas.
Según datos de Amnistía Internacional, las fuerzas ocupantes asesinar on a unos 250 mil de los entonces 650 mil habitantes entre 1975 y 1979, en medio del silencio de la prensa internacional y de las grandes potencias.
La explusión de testigos internacionales era una de las metas de la violencia iniciada en Dili el 4 de septiembre, cuando se anunciaron los resultados del referendum, según los testimonios de funcionarios de la ONU y periodistas.
Nueve días después, la violencia logró intimidar a la mayor parte de los periodistas, y determinó la reducción del personal de la ONU a 80 voluntarios, que protegían a unos 2.000 refugiados en la sede sitiada de Unamet (Misión de Asistencia de la ONU en Timor Oriental).
Desde el inicio de la violencia, los dirigentes independentistas, la iglesia católica timorense, y los gobiernos de Portugal y Australia han exigido que la ONU constituya una fuerza internacional de paz, pero sólo e l sábado se logró una reunión formal del Consejo de Seguridad de la ONU, que no tomó decisiones.
El cambio indonesio frente a la fuerza de paz coincidió con el anuncio este sábado del presidente norteamericano, Bill Clinton, de que su gobiern o bloquearía nuevos desembolsos de fondos para Indonesia por parte de los organismos financieros internacionales. (FIN/IPS/ap-hd-ip /js/ws/ak/99