R.D. CONGO: Rivalidad entre rebeldes reduce esperanzas de paz

La rivalidad entre distintos grupos rebeldes de la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) reduce las esperanzas de paz en este país africano pese a la aceptación del cese del fuego por todas las partes.

Miembros de la dividida Unión Congoleña por la Democracia (UCD), el más numeroso de los dos grupos rebeldes, se sumaron la semana pasada al pacto firmado hace dos meses en Lusaka, la capital de Zambia, por los seis países involucrados en el conflicto.

El cronograma de Lusaka es muy ambicioso. El acuerdo prevé el cese inmediato de los hostilidades, seguido por la retirada de las partes combatientes en 15 días.

Una vez lograda la paz, se iniciaría un diálogo político nacional en 45 días para buscar un consenso sobre el futuro de la RDC, que no debería prolongarse más de seis semanas.

Luego de 120 días, llegarían fuerzas de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para consolidar la tarea ya realizada por observadores del foro mundial.

Seis meses después de la firma del acuerdo, todos los ejércitos extranjeros participantes del conflicto tendrán que haber abandonado el territorio congoleño, previo desarme de las milicias Interahamwe de Ruanda, las congoleñas Mai Mai y los rebeldes de Uganda, que no forman parte del pacto de Lusaka.

La guerra civil en la RDC estalló en agosto de 1998 luego que el presidente Laurent Kabila ordenó la expulsión de las tropas ruandesas que lo ayudaron a derrocar el año anterior al dictador Mobutu Sese Seko, después fallecido en el exilio.

Desde entonces, el conflicto absorbió a seis países de la región, que respaldan a uno u otro bando. Angola, Namibia y Zimbabwe apoyan al gobierno de Kabila, y Ruanda y Uganda a los rebeldes.

Los principales organismos pacificadores, al menos en la etapa inicial, serán la Comisión Militar Conjunta y el Comité Político, integrado por representantes de todos los países intervinientes en la guerra.

La Comisión Militar tendrá por función supervisar el cese del fuego y contará con un presidente neutral, el general argelino Rachid Lallali.

Sin embargo, ya se produjeron duras disputas por la composición del organismo. El ala de Goma de la UCD, el principal grupo rebelde, intenta bloquear los intentos del ala de Kisangani de lograr igual representación.

La UCD de Goma cuenta con el respaldo de Ruanda, y la de Kisangani, con el de Uganda.

Según medios de prensa ugandeses, el brigadier James Kazini, jefe del Estado Mayor de Uganda, será uno de los representantes de ese país. Su designación probablemente será vista con sospecha por el gobierno de Ruanda, que lo responsabiliza por los choques del mes pasado en Kisangani entre fuerzas ruandesas y ugandesas.

El Comité Político será presidido por el canciller ugandés Amama Mbabazi, cuya neutralidad sería también cuestionada por los ruandeses.

Los choques entre fuerzas de Kampala y Kigali disminuyeron en las últimas tres semanas luego de una cumbre de emergencia entre el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y el vicepresidente de Ruanda, Paul Kagame, en la ciudad ugandesa de Mweya.

Sin embargo, las relaciones de alto nivel permanecen muy tensionadas .

Kagame culpó por los combates a la arrogancia de Uganda y al oportunismo político del líder rebelde Ernest Wamba dia Wamba, respaldado por Kampala, en declaraciones al parlamento ruandés.

Por otra parte, Museveni denunció las acciones de Ruanda ante legisladores ugandeses, cuestionó la honestidad de Kagame y advirtió que responderá enérgicamente a cualquier futura provocación de Ruanda.

Paradojalmente, el líder del rebelde Movimiento por la Liberación de Congo, Jean-Pierre Bemba, casi no ha hecho declaraciones últimamente, aunque se caracteriza por sus noticias regulares sobre las victorias de su grupo y sus feroces diatribas contra Kabila.

Bemba declaró a IPS que es muy pronto para saber si la paz durará, "pero por el momento todo está muy quieto, no hay combates cerca de nosotros", dijo.

La UCD de Goma no aceptan que Wamba dia Wamba y sus seguidores tengan un papel en el proceso de paz. La decisión de Wamba de abandonar Lusaka y partir hacia Harare, la capital de Zimbabwe, otorgó al líder de la UCD, Ilunga, nuevos argumentos contra él.

Aunque los partidarios de Wamba sostienen que Wamba sólo fue a Zimbabwe a pronunciar un discurso ante la Asociación Africana de Ciencia Política, la visita fue considerada inoportuna y provocativa por sus oponentes.

Mientras las rivalidades entre los rebeldes continúan, lo mismo ocurre con la propaganda de Goma y Kinshasa, la capital congoleña.

Los rebeldes acusaron al presidente Kabila de reclutar comandantes de la milicia Mai Mai en su última reestructuración militar, incluido el nuevo jefe del ejército, Sylvestre Luecha.

"Tales designaciones son completamente inaceptables", advirtió un portavoz de la UCD en Goma, y acusó a Kabila de no tomar en serio el acuerdo de paz, dado que los Mai Mai todavía pelean en la provincia de Kivu y no firmaron ningún pacto.

"Los Mai Mai pelean junto a los rebeldes de Burundi y a los Interahamwe de Ruanda. Kabila no puede empezar a usarlos para conducir su ejército", agregó el portavoz. (FIN/IPS/tra-en/cs/mn/mlm/ip/99

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