La violencia dirigida contra los cristianos en India está orquestada por organizaciones hindúes de derecha vinculadas al gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP), denunció Human Rights Watch (HRW).
La principal organización de Estados Unidos defensora de los derechos humanos aseguró que los ataques contra cristianos aumentaron claramente desde que el BJP llegó al poder en marzo de 1998 y recrudecieron durante la campaña electoral en curso, la que el partido de gobierno tiene muchas probabilidades de ganar.
La violencia incluye el asesinato de sacerdotes, la violación de monjas y la destrucción de iglesias, escuelas y cementerios cristianos, según el último informe de HRW, "Política por otros medios: Ataques contra cristianos en India", divulgado este jueves.
Miles de cristianos fueron obligados a convertirse al hinduismo, según HRW. "Los cristianos son el nuevo chivo expiatorio en las batallas políticas de India", declaró el autor del informe, Smita Narula.
"Sin medidas inmediatas y categóricas del gobierno, las tensiones comunitarias continuarán siendo explotadas para fines políticos y económicos", advirtió.
La campaña contra los cristianos es parte de una serie de ataques de organizaciones hindúes armadas, conocidas colectivamente como "sangh parivar", contra grupos minoritarios para fomentar y explotar las tensiones y obtener o mantener el poder, según el informe.
HRW alega que los mismos grupos encabezaron la violencia contra la comunidad sij en el norte de India en 1984, luego del asesinato de la entonces primera ministra Indira Gandhi, y la violencia contra los musulmanes en 1992 y 1993.
Los grupos, que operan con impunidad a nivel local, incluyen al Vishwa Hindu Parishad (Congreso Hindú Mundial, VHP), Bajrang Dal (el ala juvenil del VHP) y Rashtriya Swayamsevak Sangh (Cuerpo Nacional de Voluntarios, RSS).
Todas esas organizaciones están vinculadas al BJP, y el informe de 37 páginas cita a un ex miembro del RSS que aseguró que "no hay diferencia entre el BJP y el RSS".
"El BJP es el cuerpo, el RSS el alma, el Bajrang Dal las manos para golpear", relató.
Los cristianos representan sólo 2,3 por ciento de los 1.000 millones de habitantes del país.
La religión se afianzó en el sur de India hace casi 2.000 años, donde todavía vive la mayoría de los 23 millones de cristianos. En los últimos años, los misioneros convirtieron a gran cantidad de personas en el noreste del país.
El énfasis de la Iglesia Católica en el servicio social y la igualdad atrajo a miles de indígenas y dalits, los integrantes de la casta más baja conocidos como "intocables".
Los miembros de estos grupos encontraron en el cristianismo una manera de escapar de la pobreza y del trato abusivo resultante del sistema de castas hindú, según HRW.
Esas aspiraciones están detrás de gran parte de la violencia dirigida contra ellos. Muchos grupos hindúes locales tienen interés en mantener a esas comunidades en un estado de dependencia económica, afirmó la organización.
La mayoría de los ataques contra cristianos ocurrieron en el "cinturón tribal" del país, que va desde la frontera con Pakistán al oeste hasta Birmania y Bangladesh en el este.
En esa área viven unos 81 millones de indígenas cuyos antepasados residían en India antes de las invasiones arias hace unos 4.000 años. Los dalits suman 150 millones en todo el país y sufren una fuerte discriminación, especialmente en el ámbito rural.
Hasta hace poco, los cristianos en general convivían pacíficamente con sus vecinos hindúes, pero a medida que cada vez más votantes tribales y de las castas bajas se convertían al cristianismo fueron objeto de los ataques hindúes.
Dos sacerdotes católicos fueron asesinados en Bihar en 1996, y un tercero fue decapitado el año siguiente, presuntamente por su apoyo a los dalits en el área. Otro religioso fue obligado a caminar desnudo por las calles de un pueblo de Bihar luego de ser acusado de violación.
Entre enero de 1998 y febrero de 1999, el parlamento indio informó de un total de 116 ataques contra cristianos, incluso la violación en grupo de cuatro monjas en Madhya Pradesh en septiembre de 1998. Sin embargo, la gran mayoría de los ataques ocurrieron en el estado de Gujarat, gobernado por el BJP.
El informe de HRW se basa parcialmente en una visita de los investigadores al distrito de Dangs, en Gujarat.
El área fue escenario de 10 días de ataques violentos y premeditados contra las comunidades cristianas entre la Navidad de 1998 y el 3 de enero, que según HRW fueron característicos de un patrón de ataques que ocurrieron en otras partes de India.
Tanto las organizaciones sangh parivar como los medios locales ayudaron a promover el sentimiento contra los cristianos en el área antes de los ataques.
El 25 de diciembre, entre 100 y 200 personas se reunieron en una comunidad cristiana y comenzaron a desmantelar la iglesia local y amenazaron con incendiarla.
Los cristianos fueron llevados por la fuerza a una fuente de aguas termales cercana, donde fueron formalmente convertidos al hinduísmo. Altos funcionarios del BJP se refirieron a eso como un proceso de "regreso a casa".
El informe acusó a la policía local de no brindar protección suficiente a las comunidades cristianas, a pesar de las advertencias de violencia. La policía también se negó a registrar las denuncias de los cristianos, y en algunos casos participó de los ataques.
En enero, el misionero australiano Graham Staines y sus dos hijos fueron asesinados en el estado de Orissa, al ser atrapados en un automóvil que fue incendiado. La turba responsable de sus muertes estaba encabezada por el activista de Bajrang Dal y miembro del BJP Dara Singh, según una comisión gubernamental.
A pesar de que Singh concedió varias entrevistas televisivas después del ataque, la policía insistió en que no podía encontrarlo y continuó en libertad. En agosto volvió a atacar cuando le cortó los brazos a un comerciante musulmán antes de prenderlo fuego frente a 400 seguidores.
Una semana después, en la misma zona, un sacerdote cristiano recibió un flechazo en el pecho y fue golpeado hasta la muerte por asaltantes no identificados.
Por su parte, el VHP negó toda participación en los ataques e insistió en que los misioneros cristianos convierten a los pobres por la fuerza, una acusación compartida por líderes del BJP.
El secretario general del BJP dijo que hay una "conspiración internacional" para convertir a las poblaciones asiáticas al cristianismo.
De manera similar, mientras el primer ministro Atal Behari Vajpayee negó públicamente cualquier vinculación con el VHP y condenó el asesinato de los Staines, también aprovechó la ocasión para convocar a "un debate nacional sobre las conversiones". (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/at/aq/hd/99