GUYANA: Indígenas realizarán marcha por tierras ancestrales

Cerca de 10.000 indígenas de las nueve tribus que viven en Guyana iniciarán a comienzos de octubre una marcha de 1.000 kilómetros, desde el extremo sur del país hasta esta capital, para manifestar su disgusto porque las autoridades no les entregan sus tierras.

La marcha, en la que participarán casi un quinto de todos los indígenas de Guyana, comenzará en Akutho, donde habita la tribu Wai Wai, se dirigirá luego a Lethem, la localidad situada más al sudoeste del país, y atravesará los bosques hasta llegar a la capital, recogiendo miembros de otras tribus por el camino.

Mujeres, niños y personas discapacitadas también participarán en la procesión, que durará al menos un mes. Grupos de cazadores experimentados irán al frente para asegurar que los manifestantes tengan alimentos durante el trayecto.

Los organizadores sostienen que el gobernante Partido Progresista del Pueblo (PPP) y los gobiernos anteriores retrasaron la entrega de cerca de 40.000 kilómetros cuadrados de tierras a 55.000 indígenas con derechos sobre las mismas.

"Existen muchos antecedentes. Nuestros ancestros hicieron largos trayectos, desde Mongolia hasta América del Norte, Central y del Sur. Atravesaron el Océano Pacífico hacia varias regiones del mundo, así que esta marcha no debería ser difícil para nosotros", dijo Colin Klautky, de la Organización de Pueblos Indígenas de Guyana.

"Nuestros ancestros hicieron esto antes, ahora es nuestro turno", insistió.

"El gobierno envió el año pasado a un equipo de funcionarios con aparatos extraños, que terminó otorgándonos parcelas de tierra más pequeñas que las que teníamos. Ya es hora de que arreglen este asunto de una vez por todas", urgió Christine Lowe, una maestra indígena, activista por los derechos humanos.

El problema existe desde hace varios años. A fines de los años 60, una comisión británica de derechos de la tierra recomendó entregar la propiedad de unos 40.000 kilómetros de tierras a los indígenas, que representan seis por ciento de la población. La superficie total del país es de 215.000 kilómetros cuadrados.

Todo empezó con una petición que el fallecido activista por los derechos indígenas Stephen Campbell presentó a la reina Isabel en 1965, en plenos preparativos para la independencia de la colonia británica, que se concretó en 1966.

Más tarde se creó una comisión, cuya recomendación principal al gobierno, entonces encabezado por Forbes Burnham, fue entregar esa cantidad de tierras a los pueblos indígenas. Pero ningún gobierno cumplió.

Las primeras señales de disgusto en las comunidades indígenas aparecieron a fines de 1968, cuando un grupo atacó los edificios del gobierno, mató a siete policías y controló Lethem durante varios días.

Las fuerzas de defensa restablecieron el orden utilizando aviones comerciales. Obligaron a los rebeldes a rendirse y arrestaron a unos pocos líderes indígenas. Muchos de los que participaron en esa rebelión se instalaron en poblados fronterizos de Brasil, pero varios volvieron en los últimos años para reclamar sus tierras.

Un grupo procedente del oeste del país, el Alto Mazaruni, llevó al gobierno ante los tribunales el año pasado con el propósito de solucionar el asunto.

Los indígenas de Guyana se inspiraron en los triunfos obtenidos por los de Nueva Zelanda y Australia, que consiguieron obligar a sus respectivos gobiernos a pagar compensaciones económicas y a devolver las tierras tradicionales.

Ahora, una marcha sin precedentes se suma a la acción judicial, y los organizadores confían en conseguir el apoyo de la mayoría de la población.

Funcionarios del gobierno fueron fotografiados en los últimos dos años entregando títulos de propiedad a varias comunidades. Pero el número de propiedades entregadas fue bastante menor al esperado y varias tierras tradicionalmente utilizadas para la caza fueron cedidas a compañías forestales y mineras extranjeras.

Las autoridades son reacias a entregar títulos a las comunidades que admiten los matrimonios entre miembros de etnias diferentes, indicó Klautky.

"Más vale que resuelvan este asunto, porque podrían perder el control de la situación", advirtió.

Hasta ahora se entregaron unos 10.000 kilómetros cuadrados de tierra a la mitad de las comunidades con derecho a las mismas.

Los organizadores declararon que el objetivo de la marcha es que los miembros de las nueve tribus se unan para conseguir lo que les corresponde, porque "somos un pueblo precolombino".

Los nuevos poblados, que fueron reubicados en los últimos años, también merecen reconocimiento, dada la naturaleza nómade de los indígenas, recalcaron los activistas.

Varios de los activistas más conocidos pensaron en crear un partido político indígena para obtener al menos seis lugares en el parlamento y equilibrar así el poder político. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/ceb-mlm/pr-hd/99

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