La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) elogió en su nuevo informe a China e India por resistir la presión del Norte para abrir rápidamente sus economías e integrarlas al sistema financiero mundial.
Ambos países en desarrollo, los más poblados del mundo, constituyeron una excepción en el panorama global de liberalización económica, señaló el organismo.
El principal mensaje del informe es que la rápida apertura de los mercados en desarrollo no generó los beneficios esperados pese a las prescripciones de instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por el contrario, existen pruebas de que el Norte industrial se benefició de la liberalización a expensas del Sur en desarrollo, dice el "Informe sobre Comercio y Desarrollo 1999".
Las restricciones a la convertibilidad de las cuentas de capital y la deuda externa a corto plazo salvaron hasta ahora a Asia meridional del contagio de la crisis financiera y aceleraron el crecimiento en Pakistán y, en menor grado, en India, añade el documento.
El producto interno bruto (PIB) de Asia meridional creció en promedio 5,7 por ciento en 1998 frente a 4,7 por ciento el año anterior, aunque hubo una variación considerable entre países.
Las restricciones a los créditos comerciales para India y Pakistán impuestas en 1998 luego de sus pruebas nucleares aumentaron el impacto adverso de la crisis asiática.
Los gobiernos de la región se vieron obligados a devaluar sus monedas en un esfuerzo por proteger la competitividad de sus exportaciones, y la moneda india, la rupia, cayó 10 por ciento entre agosto de 1997 y diciembre de 1998.
El informe de UNCTAD prevé un enlentecimiento del crecimiento de Asia meridional en general y de Pakistán en particular, debido en parte a la incertidumbre del clima político de ese país.
A corto plazo, las condiciones climáticas influirán el panorama económico general de la región. Bangladesh, por ejemplo, podría recuperarse de las inundaciones sufridas entre julio y octubre del año pasado.
La UNCTAD también se refirió al conflicto fronterizo entre India y Pakistán, que afectó la perspectivas de la región a corto plazo, según el organismo.
En China, el PIB creció 7,8 por ciento en 1998, un punto menos que en 1997.
Sin embargo, la actuación de la economía china fue sorprendente en comparación con los países vecinos, dado que el país sufrió en 1998 graves inundaciones que produjeron un daño equivalente a dos por ciento de su PIB.
Las grandes reservas de divisas, el control moderado sobre los flujos de capital y el manejo prudente de la integración a los mercados financieros internacionales lograron salvar a China del impacto de la crisis asiática.
En medio de la reducción de la demanda doméstica y la caída de los precios, el ritmo de las reformas estructurales en China se enlenteció y los bancos incrementaron sus préstamos al sector público.
Aunque Beijing insiste en que no devaluará su moneda debido principalmente a sus grandes reservas de divisas, la devaluación podría ser inevitable si la situación económica se agrava.
La UNCTAD predijo que el enlentecimiento del crecimiento de la producción de China continuará en 1999, y el índice caerá por debajo de siete por ciento.
El informe atribuyó la crisis económica de los "tigres" del sudeste asiático a desequilibrios arraigados y a las condiciones injustas del comercio y el sistema financiero internacionales.
La UNCTAD puso en duda las predicciones de crecimiento rápido, mayores oportunidades empleo y reducción de la pobreza planteadas en la Ronda Uruguay del GATT, predecesora de la Organización Mundial del Comercio, en base a la rápida integración de la economía mundial.
En realidad, el siglo XX finaliza en crisis debido a las políticas económicas promovidas en la última década, concluye el informe. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/mlm/dv-if/99