Los países en desarrollo perdieron cuatro veces más por las barreras comerciales del Norte industrial de lo que ganaron por el publicitado aumento del flujo de capitales privados, informó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
El proteccionismo de las naciones ricas obligó a las pobres a depender de fondos itinerantes, es decir, capitales extranjeros volátiles, responsables de la debacle económica de México, en 1994, de Asia oriental, en 1997, y de América del Sur este año.
"Los desequilibrios del sistema comercial obstruyen las perspectivas de crecimiento en los países en desarrollo", afirmó la agencia en su "Informe sobre Comercio y Desarrollo 1999", publicado el lunes.
"Como resultado, la dependencia de los fondos itinerantes se transformó en el inestable pilar del crecimiento y el desarrollo económicos de muchos países", agregó la UNCTAD.
La agencia impulsa lo que denomina una "agenda comercial positiva" para la nueva ronda de negociaciones multilaterales de comercio, que comenzaría en diciembre.
Esto significa "un ataque a los picos arancelarios y a su frecuencia y aumento sobre productos de interés para los países en desarrollo, como calzados, cuero, artículos de viaje, productos textiles, prendas de vestir… madera y papel", explica el informe.
La UNCTAD también pretende la eliminación de 350.000 millones de dólares en subsidios agrícolas de los países ricos pertenecientes a la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo.
Así mismo, la agencia urgió a los negociadores comerciales a hacer frente a "medidas 'antidumping' y al posible abuso de normas sobre salud y seguridad como manera de controlar las importaciones".
Estos reclamos representan un aliento para los gobiernos del Sur en desarrollo -aunque la UNCTAD los exhortó a defender mejor sus propios intereses-, pero podrían significar un problema para activistas sindicales, ambientales y de los derechos humanos.
La razón es que los productos destacados por la agencia son los considerados más problemáticos por los activistas. La madera y el papel en general proceden de bosques amenazados, y las prendas de vestir son fabricadas por obreros explotados.
El aumento del acceso a los mercados no debe ser a expensas de los trabajadores ni del ambiente, pero en ausencia de medidas decisivas, el déficit comercial aumenta y el crecimiento económico está estancado o en disminución en casi la mitad de los países en desarrollo estudiados, destacó la UNCTAD.
La agencia atribuye estos problemas a la rápida liberalización de la economía mundial, que causó un aumento de las importaciones en el mundo en desarrollo y al deterioro de las condiciones de comercio.
Como resultado, los precios de las importaciones se incrementaron más rápidamente que las ganancias por exportaciones, y esto disminuyó el poder adquisitivo de las naciones en desarrollo.
Los países en desarrollo pierden cada año unos 700.000 millones de dólares en ganancias por exportaciones debido a las barreras arancelarias contra las industrias de baja tecnología, que constituyen el pilar de sus ventas a los mercados ricos.
La cifra representa el cuádruple del flujo anual promedio de capitales privados extranjeros hacia países en desarrollo en los años 90, incluso la inversión extranjera directa.
En este marco, las naciones en desarrollo se vieron obligadas a procurar capitales privados externos para apoyar sus esfuerzos de liberalización comercial.
Sin embargo, "la liberalización de los flujos de capital empeoró la situación al causar una valoración de las tasas de cambio e inestabilidad".
Así mismo, 40 centavos de cada dólar invertido se destinan a la financiación de las importaciones de los países en desarrollo y otros costos. Otros 20 centavos se apartan para las reservas de divisas, una defensa necesaria contra los ataques especulativos.
El acceso a los mercados, y no los fondos itinerantes, constituyen la clave para el crecimiento, concluye la UNCTAD.
El organismo exhortó a los países occidentales a reducir las barreras arancelarias y abrir sus mercados al mundo en desarrollo, y arguyó que esto sería en interés de las propias naciones industrializadas.
Los países ricos "deben esforzarse para convencer a un público a veces escéptico de que la expansión del comercio con el Sur produce beneficios directos, traducidos en aumento de empleos e ingresos", exhortó Rubens Ricupero, secretario general de la UNCTAD.
"También deben reconocer que un sistema financiero internacional más estable, libre de fondos itinerantes y de nuevas crisis en mercados emergentes, beneficiaría sus propios intereses a largo plazo", agregó.
El llamado de la UNCTAD a la elaboración de una "agenda comercial positiva" coincide con un mensaje similar del Banco Mundial en una conferencia realizada esta semana y organizada por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Joseph Stiglitz, vicepresidente y economista jefe del Banco, sugirió que la próxima ronda de la OMC en diciembre se denomine "Ronda del Desarrollo" e incluya negociaciones sobre bienes y servicios en los que las naciones del Sur tengan una ventaja comparativa. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/mlm/dv-if/99