Más de 100 asaltos a bancos se registraron en Argentina desde enero, con más de 13 millones de dólares sustraídos, pero el fenómeno parece haber llegado hoy al descontrol con la muerte de dos rehenes a causa de disparos efectuados por policías.
De acuerdo con las encuestas, la falta de seguridad es uno de las principales preocupaciones de los argentinos junto con el desempleo. La adquisición de armas y el aumento del gasto en medidas de seguridad son, por ahora, las respuestas de la población.
Sólo en la capital de Argentina hay un millón de civiles armados y se estima que una cifra igual de personas tiene armas no declaradas. Las agencias privadas de seguridad, un negocio que floreció en los años 90, tienen la misma cantidad de pertrechos que la policía.
Los trabajadores bancarios convocaron a un paro general para el próximo jueves en reclamo de mayores medidas de seguridad, una exigencia que vienen reiterando hace más de un año. En 1998 hubo 126 robos a entidades bancarias, y desde enero de este año hubo 103.
Los asaltos se producen con una misma modalidad. Son incursiones de tipo relámpago, que duran no más de dos o tres minutos, con delincuentes fuertemente armados que, a la vista de los testigos, aparecen como muy profesionales.
La policía y la custodia privada de los bancos resulta impotente ante los atracos de este tipo. La mayoría de las veces, la guardia es reducida por los asaltantes y la policía de la comisaría más cercana llega cuando los delincuentes ya se fueron.
Muchos testigos de estos crímenes sospechan que la policía podría estar involucrada con estos grupos de tipo comando, que actúan con gran eficiencia y sin que puedan ser apresados. Esta sospecha sobrevoló el atraco que culminó este viernes de manera trágica.
Este jueves a las ocho de la mañana, un grupo de al parecer tres delincuentes —al principio se creía que eran seis— ingresó a una sucursal del Banco Nación en la localidad de Villa Ramallo, 200 kilómetros al norte de la capital de Argentina.
Como el tesorero se había retrasado, faltaba una llave que permitiera abrir la caja fuerte, por lo que el plan de los asaltantes fracasó. Esta vez, la policía había llegado antes que lograran su objetivo. Entonces, tomaron como rehenes a tres empleados y a tres clientes.
A lo largo del jueves, los secuestradores reclamaron la llave faltante y la clave del tesoro para hacerse con el dinero y huir, pero el juez a cargo del operativo se resistió a aceptar la extorsión e intentó negociar. Los delincuentes liberaron a tres rehenes en la noche.
En la madrugada de este viernes, de manera "intempestiva", según la versión del juez, los asaltantes salieron del garage del banco en un automóvil conducido por uno de los tres cautivos, con explosivos colgando del cuello.
Para sorpresa de todos los curiosos que rodeaban la zona del banco, la policía lanzó una lluvia de balas contra el vehículo. Los disparon alcanzaron ventanas, puertas y paredes de las casas del barrio. Como saldo, resultaron muertos dos rehenes y dos delincuentes.
El tercer rehen sólo quedó herido porque iba acostado en la parte trasera del automóvil. En tanto dos delincuentes —uno de ellos herido— fueron apresados por la policía.
La población de Villa Ramallo estaba indignada. "Los delincuentes no le hicieron nada a los rehenes durante todo un día, y cuando salen la policía los mata, esto no se puede creer", clamaba un vecino del banco que conocía a las víctimas.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires Eduardo Duhalde, candidato del oficialismo en las elecciones presidenciales del 24 de octubre, consideró este viernes "injustificada" la reacción policial y prometió investigar por qué se disparó contra el automóvil.
Duhalde consideró que la respuesta de la policía resultó en "una masacre" y prometió que habrá sanciones para los uniformados.
La policía provincial, junto a diversos grupos comandos entrenados para enfrentar tomas de rehenes, habían tendido una custodia de al menos 200 efectivos con automóviles, helicópteros y francotiradores apostados en los techos vecinos.
Este mismo viernes, en medio de la psicosis social por los hechos en Villa Ramallo, se registró el sexto asalto a bancos de la semana, que fue frustrado, en la localidad bonaerense de Garín.
El asaltante ingresó armado y con explosivos y amenazó al gerente del banco con un revólver en la sien para llevarse el dinero, pero la policía logró reducirlo. (FIN/IPS/mv/mj/ip/99