SIERRA LEONA: ONU triplicará observadores militares

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad triplicar la fuerza militar del foro mundial en Sierra Leona, pero agregó que el cese del fuego acordado en ese país no debe impedir que se investiguen las violaciones a los derechos humanos cometidas en la guerra civil.

Los 15 estados miembros del organismo autorizaron ampliar la Misión Observadora de la ONU en Sierra Leona (Unomsil) a 210 observadores militares, frente a los 70 de ahora, pero precisaron que los mismos "serán enviados si lo permiten las condiciones de seguridad" en el país africano.

El Consejo de Seguridad también aceptó la recomendación del secretario general de la ONU, Kofi Annan, de agregar a la Unomsil a ocho funcionarios de asuntos políticos que supervisarán el cumplimiento del Acuerdo de Lomé, el cese del fuego firmado el 7 de julio entre el gobierno y los rebeldes en la capital de Togo.

Se agregarán otros diez funcionarios de asuntos civiles que ayudarán a integrar a la vida normal a los combatientes del insurgente Frente Revolucionario Unido (RUF), los soldados del ejército y las fuerzas de defensa civil.

Los diplomáticos del Consejo de Seguridad aconsejaron prudencia durante el proceso de paz, luego de que el presidente Ahmed Tejan Kabbah y los insurgentes firmaran el acuerdo de paz el mes pasado.

El breve secuestro de funcionarios de la ONU y otras personas por parte de un aliado del RUF "sirvió para que recordemos la frágil naturaleza del acuerdo firmado entre el presidente Kabbah… y el líder del RUF, Foday Sankoh", comentó el embajador de Estados Unidos, Peter Burleigh.

El secuestro fue cometido por fuerzas de la antigua dictadura de este país, que llegaron al gobierno tras derrocar a Kabbah con apoyo del RUF. Kabbah finalmente recuperó la presidencia con ayuda de Ecomog, la fuerza militar de la Comunidad de Estados de Africa Occidental, que expulsaron a los rebeldes del poder.

El incidente fue rápidamente resuelto, pero hizo recordar los peligros existentes a diplomáticos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) reacios a aceptar misiones internacionales de alto riesgo en el futuro.

"La sola presencia y las operaciones de esos observadores (militares) no serían suficientes para garantizar que se implemente el acuerdo (de Lomé). Por eso, habrá que enviar gran cantidad de efectivos para mantener la paz en todo el país", indicaba Annan en un informe del mes pasado.

Estados Unidos está "dispuesto a considerar el pedido de enviar ayuda adicional", anunció Burleigh.

Los diplomáticos del Consejo de Seguridad también manifestaron su inquietud por la posibilidad de que la amnistía prevista para los combatientes en el acuerdo de Lomé impida que se investiguen las atrocidades cometidas durante los ocho años de guerra civil.

Grupos defensores de los derechos humanos criticaron duramente la amnistía, al igual que el papel político asignado a Sankoh.

La ONU, que aceptó el acuerdo, agregó de todos modos una cláusula que indica que no reconocerá la amnistía aplicada al genocidio, los crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y otros abusos graves.

Annan se comprometió a acelerar las investigaciones del foro mundial sobre los crímenes de guerra.

"No puede haber ninguna duda de que las atrocidades cometidas contra la población civil de Sierra Leona, incluso las matanzas sistemáticas, las violaciones y las amputaciones de miembros, constituyen abusos a los derechos humanos y a las leyes humanitarias", afirmó el embajador de Holanda, Peter van Walsum.

"Los tribunales internacionales fueron creados o están siendo instalados precisamente para terminar con esta cultura de la impunidad, y le debemos al pueblo de Sierra Leona la posibilidad de recurrir a ese mecanismo", explicó.

La brutal guerra civil de Sierra Leona estuvo caracterizada por el reclutamiento de niños para combatir, el secuestro y explotación sexual de mujeres y de niñas, y las mutilaciones de miembros perpetradas contra los civiles, entre otras atrocidades.

El acuerdo de Lomé prevé la creación de una Comisión de Verdad y Reconciliación. La ONU pidió todo el apoyo para el establecimiento de dicho organismo.

Burleigh anunció que Estados Unidos está abierto a la posibilidad de crear una misión investigadora que documente las pruebas de las atrocidades cometidas y brinde sus conclusiones a la Comisión de Verdad y Reconciliación. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ceb/aq/ip-hd/99

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