/REPETICION CORREGIDA/ MEXICO: Intelectuales piden fin de la huelga universitaria

Unos 60 escritores, entre ellos Carlos Fuentes, apoyaron hoy en México la propuesta de diálogo presentada por los profesores eméritos de la más grande universidad de América Latina, para solucionar la huelga que la paraliza desde hace 115 días.

La reanudación de las actividades académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es indispensable para "consolidar el proceso democrático que demanda la comunidad universitaria", señalaron los esctiores, entre los que también figuran Elena Poniatowska, Sergio Pitol y Héctor Aguilar Camín.

La huelga en la UNAM estalló en rechazo de una reforma concebida por el rector Francisco Barnés e interpretada por los estudiantes como atentatoria contra el carácter popular de la educación en México.

Los estudiantes reaccionaron ante la decisión de incrementar los costos de matrícula en la UNAM de 0,02 dólares a 100 dólares. Las cuotas de inscripción vigentes son las mismas desde hace más de 50 años.

Barnés se manifestó dispuesto a derogar el aumento de la matrícula, pero esa concesión no satisfizo a los huelguistas, que exigen la aceptación "definitiva e irrevocable" de sus demandas.

Los estudiantes, apoyados por el sindicato de trabajadores de la UNAM, pretenden la eliminación del nuevo sistema de pagos, en el que está englobado el incremento de la matrícula, y el rector rechaza la supresión global exigida.

También piden la convocatoria a un congreso universitario para discutir el futuro de la UNAM junto a profesores, autoridades y trabajadores.

Setenta mil de los 300.000 alumnos inscriptos en la UNAM perdieron el semestre a causa del paro, que tuvo hasta ahora un costo de 500.000 dólares para un centro de estudios que también cuenta con 24.400 empleados administrativos y 5.000 profesores.

Ante la prolongación del conflicto y "los enormes daños causados a la UNAM", ocho profesores eméritos solicitaron al Consejo General de Huelga (CGH) levantar el paro, y a las autoridades del centro "reunirse para resolver las propuestas" sobre asuntos que "competen a toda la comunidad" universitaria.

Los autores de la iniciativa piden que se suspenda la actualización de pagos por servicios universitarios y debatir el caso del reglamento de exámenes de inscripción en las facultades de la UNAM.

Los ámbitos de debate "estarán abiertos a todos los sectores de la UNAM". El Consejo Universitario, la máxima autoridad del centro de estudios, "atenderá preferentemente las conclusiones obtenidas y las traducirá en resoluciones", de acuerdo con la propuesta.

Los huelguistas, que en un primer momento calificaron de "trampa de Rectoría" la iniciativa de los profesores eméritos, aceptaron sin embargo este miércoles "efectuar una discusión amplia" del proyecto.

Una dividida asamblea del CGH recibió la iniciativa de los eméritos entre aplausos y abucheos, "pero al final la posición de esas 1.000 personas que toman decisiones por toda la comunidad universitaria, se inclina por el rechazo a las clases", señaló el analista político Sergio Sarmiento.

Para Sarmiento, sólo caben tres escenarios posibles: "la rendición incondicional de la universidad ante los huelguistas, el uso de la fuerza pública para liberar las instalaciones, o un paro que se prolongue de manera indefinida, quizá varios años".

Otro analista, Carlos Ramírez, opinó que la actitud del gobierno de Ernesto Zedillo ante la crisis de la UNAM sugiere una política tendente a "liquidar el último enclave de la educación pública y gratuita" del país.

"La estrategia oficial descansa en dejar que el problema llegue a un estado de descomposición que desarticule el programa educativo y de gratuidad de la UNAM, sin buscar una negociación", afirmó Ramírez.

"Una salida represiva reactivaría el conflicto y daría un pretexto mayor a los huelguistas, más aún cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y grupos sindicales anti privatizaciones ya se metieron en la huelga", agregó.

El EZLN, surgido hace cinco años en el sureño estado de Chiapas, y organizaciones de trabajadores como el combativo Sindicato Mexicano de Electricistas, respaldan el movimiento de huelga desde su inicio.

La comunidad universitaria está atenta ante la posibilidad de que los llamados "moderados" logren imponerse a los "ultras" del CGH a la hora decidir sobre la propuesta de los profesores eméritos.

La huelga se prolongó "por culpa de las autoridades (universitarias), eso es cierto, pero no sólo éstas se debilitaron, también el movimiento. Ya no es posible un triunfo total, a estas alturas del paro", advirtieron algunos huelguistas.

El CGH debe buscar entonces una "victoria parcial" como salida del conflicto, proponen algunas voces en el consejo.

En contrapartida, otros dicen "ni un paso atrás" en la lucha por la instalación de un congreso resolutivo, la elección democrática de las autoridades de la UNAM y la implantación de mecanismos de autogestión en la universidad.

El plan de Barnés es la tercera tentativa de reforma y modernización de la casa de estudios que fracasa desde 1986. En cada ocasión, el punto crítico ha estado en la decisión de incrementar las cuotas de inscripción.

El CGH argumenta que la educación pública debe ser gratuita, debido a que la inmensa mayoría de los estudiantes no poseen los recursos necesarios para pagar sus cursos.

Sólo uno de cada cien niños mexicanos logra ingresar en la universidad, mientras la mitad de la población no termina sus estudios primarios, según estadísticas oficiales.

México ocupa el lugar 50 entre los 174 países que el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas examinó en su Informe de Desarrollo Humano 1999 en materia de esperanza de vida, educación y bienestar económico. (FIN/IPS/pf/ff/cr/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe