República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) exige que la ONU sancione a Ruanda y Uganda por su intervención en la guerra civil de este país africano.
Andrés Mwamba Kapanga, embajador de RDC ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas), quiere que el Consejo de Seguridad del foro mundial sancione a Ruanda y Uganda, que apoyan cada una a un grupo rebelde distinto en el conflicto en curso en la ciudad oriental de Kisangani.
"Mi gobierno está consternado de que fuerzas ajenas a RDC libren una fuerte batalla con armas pesadas en Kisangani, una ciudad de más de un millón de habitantes, con completa impunidad y a plena vista de la comunidad internacional", escribió Kapanga en una carta al Consejo de Seguridad.
La carta de Kapanga, y su solicitud para que el Consejo de Seguridad sesione de emergencia, se divulgó mientras el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y el vicepresidente de Ruanda, Paul Kagame, se reunieron en Kampala para discutir el conflicto en Kisangani.
Museveni y Kagame, aliados que se ayudaron mutuamente a acceder al poder, habrían acordado detener los combates y fuentes en Kisangani afirman que se aprobó el cese del fuego.
No obstante, Kapanga exhortó a la ONU que tome medidas contra ambos gobiernos y que condene las dificultades que crea el conflicto a una campaña de inmunización apoyada por la organización.
"El pillaje sistemático" de las materias primas de RDC es el "verdadero motivo detrás de esta invasión", alegó Kapanga al fundamentar su pedido de sanciones.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, también criticó a los responsables de que se hayan reanudado los combates mientras mujeres, niños y niñas son vacunados contra la poliomelitis en una campaña organizada por Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y la Organización Mundial de la Salud.
"Es inaceptable que la lucha tenga lugar durante los días nacionales de inmunización, que se suponía debían darle la oportunidad a unos 10 millones de niños de inmunizarse contra la poliomelitis", declaró Annan.
Ruanda y Uganda estuvieron entre los seis países africanos que firmaron un acuerdo de paz el 10 de julio que habría impuesto una tregua entre todas las partes en conflicto.
En el último año, los combates en RDC involucraron a fuerzas de Angola, Chad, Namibia y Zimbabwe, que apoyan al gobierno de Laurent Kabila, y de Ruanda y Uganda, que respaldan a los rebeldes.
Pero los principales sectores rebeldes que luchan contra Kabila no firmaron el acuerdo y, en los últimos días, sectores contrarios de la insurgente Unión Congoleña por la Democracia se enfrentaron por el control de Kisangani.
Según los informes procedentes de esa ciudad, Ruanda apoyaría a un grupo, dirigido por Emile Ilunga, basado en la localidad de Goma, mientras Uganda sigue aliada al líder original de la organización, Ernest Wamba dia Wamba.
Los seguidores de Wamba dia Wamba aseguran que los combates desatados durante el fin de semana, que causaron la muerte al menos a 50 personas, tienen el fin de capturar a su líder.
Annan pidió el "fin inmediato de los combates entre fuerzas de Uganda y Ruanda y entre facciones rebeldes", declaró el portavoz de la ONU Manoel de Almeida e Silva el lunes, e invitó a "los líderes rebeldes a tomar pasos urgentes para firmar el cese del fuego en RDC". (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip/99