El presidente de Uganda y el vicepresidente de Ruanda se reunirán esta semana para analizar la situación creada luego de que soldados de sus países se enfrentaron el domingo en República Democrática de Congo (RDC), en la ciudad de Kisangani, controlada por los rebeldes.
La rebelión en RDC estalló en agosto del año pasado, luego de que el presidente Laurent Kabila ordenara la salida del país a los soldados e instructores militares ruandeses que lo ayudaron a derrocar al dictador Mobutu Sese Seko en mayo de 1997.
Desde entonces seis países africanos se involucraron en el conflicto. Angola, Chad, Namibia y Zimbabwe apoyan a Kabila, y Uganda y Ruanda apoyan a los rebeldes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Uganda negó que se hubiera fijado una reunión con el presidente Yoweri Museveni y funcionarios de Ruanda no aclararon si el representante en la cumbre sería el vicepresidente Paul Kagame o el presidente Pasteur Bizimungu.
De acuerdo con un portavoz del gobierno ruandés, fue el gobierno de Uganda el que solicitó la reunión. "Ellos vinieron a nosotros. Deberían sabér qué está sucediendo", declaró a IPS. Probablemente la reunión se realizará en Uganda y no en Ruanda.
El canciller ugandés, Amama Mbabazi, dijo que el estallido del fin de semana "fue una verdadera sorpresa".
Aseguró que los ruandeses no participaron en enfrentamientos ocurridos la semana anterior, cuando soldados ugandeses atacaron al sector de la rebelde Unión Congoleña por la Democracia (UCD) dirigido por Emile Ilunga.
Pero un funcionario ruandés desmintió a Mbabazi y destacó que el gobierno ugandés sabía exactamente lo que estaba ocurriendo en Kisangani y había estado fomentándolo.
En la versión de Ruanda, el enfrentamiento en el aeropuerto de Kisangani tuvo lugar la noche del sábado y fue provocado por la llegada de un nuevo contingente de soldados ugandeses desde Gbadolite, en el noroeste, donde apoyaban al líder del insurgente Movimiento de Liberación Congoleño (MLC), Jean-Pierre Bemba.
Fuentes ruandesas dijeron que el combate comenzó cuando soldados ugandeses abrieron fuego pretendieron expulsar a las fuerzas de Ruanda del aeropuerto, donde tenían sus posiciones.
El comandante de la UCD, Jean-Pierre Ondekane, que apoya a Ilunga, también culpó a Uganda por el enfrentamiento. "Ahora controlamos todos los puntos estratégicos de la ciudad", dijo Ondekane a IPS. "Pero los ugandeses quieren controlar totalmente el aeropuerto".
Aunque la lucha comenzó y se concentró en los alrededores del aeropuerto, el domingo de tarde ya se había extendido a la ciudad.
Según informes de este lunes desde Kisangani, todavía se sentían disparos de ametralladoras y morteros en el centro de la ciudad y la población permanece en sus casas esperando el cese del fuego. Todavía no hay cifras precisas sobre el número de muertos.
Ondekane dijo a IPS que la paz sólo regresará cuando los ugandeses dejen Kisangani y todo el este de RDC. "Los ugandeses iban a ser nuestros aliados, pero nunca fueron nuestros amigos", dijo.
Reiteró la acusación de que el comandante ugandés James Kazini fue una influencia muy destructiva en Kisangani, al interferir en la política local y supervisar la venta de intereses empresariales locales a ugandeses.
"Desde que llegó estuvo envuelto en un acto de locura tras otro. Las fuerzas ugandesas están vendiendo nuestro país y no podemos tolerarlo", advirtió Ondekane.
El académico Jacques Depelchin habló en nombre de la facción rival de la UCD y acusó a Ruanda de provocar un enfrentamiento.
"Los ruandeses querían tomar Mbuji-Mayi, en la región diamantífera. Fallaron y por eso quieren tomar Kisangani y controlar el comercio de diamantes desde allí", dijo Depelchin.
"Cuando no puedes alcanzar tus metas, cambias las reglas del juego. Es así de simple. Ahora Ruanda debe explicarse", agregó.
Depelchin dijo que las acusaciones de Ruanda de que los comandantes de Ernest Wamba dia Wamba habían entrenado a combatientes Interahamwe, que mataron a un millón de personas en Ruanda en 1994, eran falsas y un ardid para desviar la atención de la cuestión principal.
"Una vez que empiezan a hablar así, se sabe que quieren un pretexto para eliminarte", dijo y agregó que Ruanda reclutó soldados de Burundi para que se unieran a sus fuerzas en Kisangani.
Depelchin sostuvo que Wamba, cuya expulsión en mayo causó la actual división dentro del movimiento rebelde, todavía es el líder de la UCD, y que Ilunga y sus colegas "pisotearon" la constitución del movimiento rebelde.
"Los medios de comunicación se mantienen fuera de Kisangani, pero si vinieran verían que no se trata sólo de un individuo. Lo que ocurre en RDC se trata de paz y democratización y no de tomar el poder por la fuerza", dijo. (FIN/IPS/tra-en/cs/mn/at/aq/ip/99