El negocio del fútbol profesional es la décimotercera industria de Italia (sin contar la producción del sector primario), y moviliza más de 4,5 mil millones de dólares anuales, se indicó en el primer informe sobre esa actividad.
El fin de semana comenzó el campeonato nacional de fútbol italiano de primera división, último de este siglo, que se caracteriza por el signo de "más".
Este es el campeonato más costoso de la historia, ocupa más de cinco horas diarias de televisión y lo siguen más de 24 millones de aficionados, en un país de 58 millones de habitantes, mientras en el campeonato 1998/99 hubo unos 9,5 millones de espectadores.
Es también el más riesgoso de la historia en términos económicos, por los contratos millonarios, los altos costos de las transferencias de jugadores, el precio cada vez mayor de los derechos de transmisión por televisión y la necesidad de los clubes de equilibrar sus cuentas para cotizarse en la bolsa de valores.
La temporada previa al campeonato se caracterizó, como de costumbre, por las espectaculares transferencias de jugadores, como la del atacante Christian Vieri, vendido por el club Lazio al Internazionale por 50 millones de dólares.
Vieri hizo los tres goles con los que su nuevo equipo derrotó al Verona en la primera fecha del campeonato.
Las siguientes transferencias más costosas fueron las del brasileño Marcio Amoroso, vendido por el Udinese al Parma por 30 millones de dólares, el argentino Juan Sebastián Verón, vendido por el Parma al Lazio por 28 millones, y la de Vincenzo Montella, vendido por el Sampdoria al Roma por 27 millones de dólares.
Los clubes que gastaron más fueron el Internazionale (108 millones de dólares), el Parma (850 millones), el Milán (720 millones), el Lazio (716 millones) y el Juventus (650 millones de dólares).
Los que gastaron menos fueron el Venecia (cinco millones de dólares), el Cagliari (5,5 millones), el Bari (6,6 millones), el Perugia (7,2 millones) y el Verona (8,8 millones de dólares).
Los clubes de primera división podrán contar este año, para satisfacer su creciente necesidad de dinero, con más de 550 millones de dólares provenientes de la cesión de los derechos de transmisión por televisión.
El club Milán ganó el campeonato anterior, pero su vicepresidente, Adriano Galliani, señaló que en esa temporada tuvo un déficit de 11 millones de dólares. "Este año esperamos tener ganancias con la venta de los derechos de transmisión por televisión", indicó.
El jugador que gana más es Alessandro del Piero, delantero del Juventus, con 5,5 millones de dólares anuales. Lo siguen Vieri, con 4,4 millones de dólares, el brasileño Ronaldo (del Internazionale) con cuatro millones, y Alessandro Nesta (del Lazio) con tres millones de dólares anuales.
"El aumento del costo de la fuerza de trabajo es el problema de fondo que más preocupa", declaró Antonio Marchesi, quien dirigió el primer informe sobre la economía del fútbol profesional.
Marchesi sostuvo que "lo ideal sería establecer un techo a los sueldos, como ya ocurre en Estados Unidos en el básquetbol y en el football", aunque reconoció que eso no será posible a menos que lo hagan también los demás países europeos.
Del Piero quizá sea el futbolista mejor pagado del mundo, ya que a la retribución que recibe de su club se agregan ingresos de 1,1 millones de dólares anuales por realizar publicidad de algunas grandes empresas, pero el deportista opinó: "Nos dan poco".
"Las leyes del mercado son simples. Aumenta la demanda y crece la oferta. No existen presidentes locos de clubes que gasten para fracasar. Por el contrario, ellos hacen inversiones ponderadas, evaluando las potencialidades deportivas y también comerciales de los jugadores", afirmó Del Piero.
Los futbolistas están mal remunerados en comparación con los corredores de automóviles de Fórmula 1 o los jugadores de básquetbol en Estados Unidos, añadió.
Del Piero señaló que decide junto a su hermano, con mucho cuidado, dónde invertir el dinero que gana. El futbolista informó que ha realizado inversiones en diversos sectores, incluyendo el inmobiliario y la bolsa de valores, "sin correr riesgos".
"No tengo negocios ni restoranes, por el momento", agregó. (FIN/IPS/jp/mp/cr if/99)
