CUBA: Giro en la guerra entre Havana Club y Bacardí-Martini

La intervención de la Unión Europea (UE) en la guerra comercial entre la firma cubano-francesa Havana Club Holding (HCH) y su competidora Bacardí-Martini USA por la marca del ron Havana Club favorece abiertamente a Cuba, afirmaron hoy fuentes empresariales.

"Es en verdad un respaldo muy sólido", aseguró Luis Perdomo, presidente de la corporación cubana Cuba Ron, entidad asociada con el grupo francés Pernod Ricard desde 1993 para el uso de la marca Habana Club.

"Son 15 naciones de fuerte tradición comercial que están diciendo que no tienen dudas acerca de los propietarios de la marca, y eso el resto del mundo lo va a tener muy en cuenta", dijo Perdomo, quien se mostró confiado en la gestión de la UE.

La UE presentó el 8 de julio ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) una demanda de consulta contra Estados Unidos por el respaldo legal al uso indebido de la marca Havana Club en el Estados Unidos.

Las partes tienen dos meses para llegar a un acuerdo de conciliación, según el mecanismo establecido por el órgano de resolución de conflictos de la OMC.

De fracasar las negociaciones, la UE podría solicitar la constitución de un panel de expertos de la OMC para examinar la queja.

Esta guerra de marcas se inició en abril, cuando la corte del distrito sur de Nueva York rechazó una demanda de HCH contra la firma Bacardí por el uso desde finales de 1997 de la marca más emblemática de ron cubano.

El fallo se amparó en la aplicación retroactiva de la sección 211 de la Ley de Presupuesto de Estados Unidos, aprobada por el Congreso legislativo de ese país en octubre de 1998.

La norma establece que "ningún tribunal de Estados Unidos reconoce, hará cumplir o de otra manera validará una indagación de derechos sobre marcas registradas y nombres comerciales que se usaron en relación con propiedades confiscadas" por el gobierno cubano.

Cuba alega que la marca de la discordia nunca perteneció a Bacardí y que sus antiguos dueños, la familia Arrechabala, no solicitó su registro luego de la confiscación de sus destilerías en la isla a inicios de los años 60.

"Las marcas tienen un proceso de renovación en los distintos registros donde se inscriben, cada equis tiempo, y, por supuesto, un proceso de uso. Los Arrechabala no hicieron nada al respecto. Simplemente, lo abandonaron todo", dijo el presidente de Cuba Ron.

Como consecuencia de este abandono, la empresa cubana Cubaexport solicitó y logró la incripción de la marca Habana Club en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos en 1974. El registro fue renovado y traspasado despúes a HCH.

En su descargo, la compañía Bacardí-Martini, líder del mercado del ron en Cuba hasta 1960, sostuvo que está en proceso de compra de los activos de la antigua sociedad José Arrechabala SA y que esto le da derecho sobre Havana Club.

Pero, más allá del debate sobre el surgimiento de la marca, está la aplicación por parte de Estados Unidos de una ley que contradice los convenios internacionales de protección de quienes registran marcas en un país.

Fuentes de la Oficina Cubana de la Propiedad Intelectual afirmaron que el veredicto contra HCH viola seis artículos del Acuerdo sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio, en vigor desde el 1 de enero de 1996 para todos los miembros de la OMC.

Además de afectar a Cuba, país contra el que Estados Unidos aplica una severa política de sanciones económicas hace casi 40 años, el fallo perjudica a la empresa francesa Pernod Ricard, dueña de 50 por ciento de las acciones de HCH.

La marca de ron Havana Club ha sido registrada por HCH en más de 160 países, se distribuye de manera habitual en unos 80, y a raíz del surgimiento de la empresa mixta cubano-francesa convirtió a Europa en su plaza fuerte.

Pernod Ricard tiene filiales en más de 90 países y es una de las empresas líderes en el mercado mundial de bebidas alcohólicas, ocupando lugares destacados en el comercio internacional de whisky, coñac, vinos, aperitivos y licores.

Entre 1993 y 1998, las ventas de ron Havana Club, hecho en Cuba, se elevaron de 280.000 cajas a más de un millón, con ingresos de 27 millones de dólares.

Ejecutivos en la isla consideran "paradójico" que la decisión de Bacardí de empezar a producir y distribuir un ron con la marca Havana Club coincida con el aumento de la demanda del producto cubano en el mercado.

Al parecer, con la imagen del malecón habanero en la etiqueta, Bacardí pretende explotar la nostagia por los productos cubanos en Estados Unidos, donde está prohibida la entrada del ron Havana Club, incluso en el equipaje de los viajeros ocasionales.

El semanario cubano Opciones, dedicado a la información comercial, financiera y turística, afirmó este domingo que "el litigio logró paralizar la distribución de la marca pirata de Bacardí en el mercado norteamericano".

Por otra parte, aseguró que la "guerra de las marcas" ha traído "una buena propaganda indirecta para el producto Havana Club". (FIN/IPS/da/mj/if/99

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