/BOLETIN-AMBIENTE/ EE UU-PANAMA: Armas químicas en el canal entorpecen relaciones

Las armas químicas introducidas por Estados Unidos en Panamá desde la década del 30 abrió un nuevo foco de conflicto entre ambos países, cuando faltan sólo cinco meses para la entrega del canal, el 31 de diciembre próximo.

El tema era prácticamente desconocido por la opinión pública y muchos funcionarios panameños hasta fines del año pasado, cuando dos organizaciones no gubernamentales (ONG) denunciaron que Estados Unidos realizó ensayos con armas químicas en 16 puntos de Panamá entre 1930 y 1968.

Los datos sobre los ensayos y los sitios donde se hicieron los experimentos, y posiblemente se depositaron las armas, las cuales aún podrían encontrarse allí, fueron obtenidos en Washington por la organización estadounidense Fellowship of Reconciliaton (FOR).

FOR y el Centro de Estudios y Acción Social de Panamá (Ceaspa) dieron amplia difusión a los datos obtenidos en los archivos del Departamento de Defensa en virtud de una petición de desclasificación de documentos hecha por ambas ONG.

Sin embargo, "cuando reclamamos este año una ampliación detallada sobre el destino de las armas químicas que no fueron usadas, nos encontramos con una cerrada negativa", dijo a IPS Jesús Alemancia, investigador de Ceaspa.

La cancillería panameña también pidió el año pasado detalles sobre el destino de esas armas, pero la embajada de Estados Unidos en Panamá entregó datos incompletos e incongruentes, indicó Ligia Castro, directora del Centro de Estudios de Salud Ambiental del Ministerio de Salud.

La información detallada sobre la cantidad y tipo de armas químicas traídas a Panamá, así como los lugares de ensayo y el destino de las que no fueron usadas, es vital para que este país reclame su retiro a Estados Unidos, según lo establecido en la Convención de Armas Químicas aprobada en 1993 en París, añadió.

Panamá y Estados Unidos ratificaron la Convención, que obliga a los estados signatarios a retirar y destruir las armas químicas abandonadas en terceros países, como habróa ocurrido en Panamá entre 1930 y 1968.

El Ministerio de Salud panameño es el responsable de investigar y efectuar los reclamos ante la Convención de Armas Químicas, para que Estados Unidos retire las armas que hubiese dejado en el país.

Castro dijo que mientras Estados Unidos no entregue la información sobre el lugar donde depositó las armas químicas que no utilizó en los ensayos, Panamá no puede hacer estos reclamos porque uno de los requisitos de la Convención es que el denunciante "presente la ubicación exacta" donde se encuentran.

Alemancia afirmó que la negativa de las autoridades estadounidense a desclasificar el resto de los documentos aumenta la "sospecha de que existe algo que desean ocultar".

En julio pasado el FOR reveló que al menos tres toneladas del letal agente nervioso VX, capaz de provocar la muerte masiva de seres humanos, "fueron embarcadas por Estados Unidos a Panamá en 1964, según registros que no confirman que la mayor parte de ese material haya salido" de este país.

De acuerdo con los documentos desclasificados obtenidos por el FOR y Ceaspa, a principios de la década del 40 Estados Unidos disponía en Panamá de 84 toneladas de gas mostaza y 10 toneladas de fosgeno, un agente letal usado en la segunda guerra mundial.

También disponia de 800 proyectiles de fosgeno, 647 cilindros químicos, 2.377 morteros de 4.2 pulgadas cargados con gas mostaza y 900 proyectiles del tipo livens.

El experto Rick Stauber, quien realizó en esta década una investigación sobre la contaminación con explosivos en las bases y polígonos de tiro de Estados Unidos en el área del canal, reveló que en los años 30 fueron enterradas una serie de armas químicas en el aeropuerto France Fiel, en la ciudad de Colón.

Stauber, cuya investigación fue encargada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, advirtió que no se tienen evidencias de que esas armas hubieran sido retiradas de ese lugar, utilizado actualmente por la aviación civil de Panamá.

El experto también indicó que entre 1990 y 1993 Estados Unidos hizo ensayos de disparos con municiones antitanque cargadas con uranio empobrecido en un centro de adiestramiento que poseia en el poblado de Chivo Chivo, cercano a la capital de Panamá, sin que el país sede hubiera sido informado de tales experimentos.

El centro de los primeros ensayos realizados en las décadas del 30 y el 40 fue la isla San José, en el Pacífico, donde según denunció esta semana el investigador panameño Julio Yao hay entre 4.000 y 5.000 armas químicas enterradas por Estados Unidos cuando abandonó ese lugar en 1943.

Además del gas mostaza, el fosgeno y el agente VX, Estados Unidos habría experimentado en San José y otros 15 sitios de prueba ubicados la mayoría de ellos en las riberas del canal interoceánico, con el agente neurotóxico sarin (GB), cloruro cianogeno (CK) e hidrogencianide (AC).

Estados Unidos también ha dejado alrededor de 120.000 municiones de mediano y gran calibre sin detonar en varios polígonos de tiro que recientemente devolvió a la jurisdicción de Panamá, según lo pactado en los tratados canaleros de 1977.

El 31 de diciembre próximo Estados Unidos debe entregar a Panamá el canal y todas sus instalaciones militares libres de peligro para la salud humana.

El canciller de Panamá, Jorge Ritter, denunció esta semana ante la Organización de Estados Americanos que "Estados Unidos ha incumplido su obligación de limpiar las bases militares" de acuerdo con lo pactado en los tratados de 1977 y los tratados y convenciones internacionales sobre la matéria. (FIN/IPS/sh/ag/ip/99

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