El gobierno y fuerzas rebeldes de Sudán reanudaron hoy las negociaciones para poner fin a la guerra civil que padece desde hace 16 años el país más grande de Africa.
"Tenemos el deber de intentar resolver el conflicto que ocasionó tanto sufrimiento humano innecesario", declaró este lunes el canciller de Kenia, Bonaya Godana, en Nigeria, sede de las conversaciones.
Las negociaciones son auspiciadas por el organismo regional Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (AID) y se prevé que concluyan el viernes. La AID agrupa a Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Uganda.
Hasta 1,9 millones de los 32 millones de habitantes del país, en su mayoría no combatientes, habrían muerto en el sur de Sudán desde que el rebelde Ejército de Liberación Popular (ELPS), comandado por el coronel John Garang, comenzó la lucha armada hace 16 años para conseguir la autonomía de la zona.
El sur está habitado mayormente por negros cristianos y fieles de religiones africanas tradicionales, mientras el resto del país está poblado por árabes musulmanes.
Pero el ELPS se dividió en 1991, y algunos de sus dirigentes comenzaron a reclamar la independencia total del sur. Desde entonces, la lucha provocó el desplazamiento de más de 300.000 personas a los países vecinos de Etiopía, Kenia y Uganda.
El senador estadounidense Sam Brownback también abogó por la paz en Sudán. El legislador, quien visitó el país hace dos semanas, dijo que el hambre y los combates mataron "al menos a 100.000 personas el año pasado" en el sur.
"La población civil de Sudán se encuentra entre las más victimizadas del mundo. Las estadísticas lo confirman: 1,9 millones de muertos en la última década, 4,3 millones expulsados de sus tierras ancestrales y obligados a vivir al borde de la hambruna, lo cual la convierte en la mayor población de refugiados del mundo", dijo.
El canciller Mustafá Osman Ismail lidera la delegación del gobierno sudanés en las negociaciones de Nairobi, mientras Salva Kirr Margadit encabeza la del ELPS.
"Nos dirigimos a esta ronda de negociaciones con corazones abiertos, mentes abiertas y esperanzas para terminar la guerra en el sur de Sudán. Estamos por la paz en serio, más que en ninguna otra ocasión", aseguró Ismail.
El ELPS rechaza la aplicación de la ley islámica o sharia como pretende el gobierno, y exige una constitución secular. La sharia incluye las penas de amputación de extremidades por hurto, azotes por el consumo de alcohol y lapidación por adulterio.
Negociaciones similares fracasaron en la capital de Etiopía el año pasado por el tema de la ley islámica.
Las conversaciones de Nairobi tienen lugar poco después de que la semana pasada concluyera la 35 cumbre de la Organización de la Unidad Africana en la capital de Argelia, donde los gobernantes africanos se comprometieron a que el continente esté libre de conflictos armados en el próximo milenio.
"Esperamos que el espíritu de la cumbre de Argel que acaba de concluir se permee en las reuniones de los próximos cinco días", dijo el secretario ejecutivo de la AID, Tekeste Ghebray, en Nairobi.
El sur de Sudán, donde vive 35 por ciento de la población del país, padece una grave hambruna desde el año pasado. "La situación sigue frágil y exige mayor intervención humanitaria", dijo el portavoz del ELPS Samson Kwaje.
En la zona de Bentiu, unos 150.000 civiles se encuentran atrapados sin alimentos ni medicinas por los combates entre facciones rebeldes rivales y el gobierno por la explotación petrolera que ejercen compañías extranjeras en la región.
El ELPS acusó a la firma canadiense Talisman Oil de contribuir con el sufrimiento de miles de civiles en el sur.
"Estas compañías no sólo revelaron insensibilidad ante la situación de guerra en Sudán, sino que abrazaron voluntariamente la política del gobernante Frente Islámico Nacional de saquear nuestros recursos minerales para apoyar la maquinaria de guerra de Jartum", dijo Kwaje.
Los combates en Bentiu también perjudicaron a la población civil de las localidades de Bor, Fangak, Waat y Akobo, en la zona del Alto Nilo Central, en el sur, según voluntarios de organizaciones humanitarias. (FIN/IPS/tra-en/ja/nb/mn/aq/ip/99