Las mujeres de la zona rural son más productivas que los hombres, pero siguen siendo las más olvidadas por la sociedad, según un informe divulgado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El informe "Mejorar la situación de las mujeres de las zonas rurales" señala que ellas son las principales contribuyentes de las economías rurales a pesar de ser las más pobres y de carecer de recursos y herramientas de producción.
Las mujeres de Africa subsahariana producen y elaboran, en promedio, 70 por ciento de los alimentos destinados al consumo doméstico y a la comercialización. Sin embargo, las del campo son más pobres que los hombres, y tienen niveles más bajos de alfabetización, educación, salud y nutrición.
Las mujeres de Asia son las responsables de 50 por ciento de la producción agrícola, mientras que en América Latina y el Caribe producen 40 por ciento del total.
En todas esas regiones es "significativa" la desinformación sobre la participación de la mujer en el sector agrícola, según los autores del informe divulgado el martes.
"Al no tener en cuenta el trabajo sin remunerar de las mujeres en las granjas, las cifras oficiales subvaloran su contribución a la producción agrícola", indican.
Además, la cultura de ciertas regiones hace que los hombres no estén dispuestos a reconocer que sus esposas e hijas realizan actividades económicas fuera del hogar, explican.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, instó a la comunidad internacional a adoptar soluciones para combatir la negligencia social respecto de las mujeres, en la reunión anual del Consejo Económico y Social que se hizo en Ginebra el lunes.
"Las mujeres son las más pobres entre los pobres. Hacen jornadas de trabajo muy largas, caminan largas distancias para conseguir agua y deben hallar tiempo y energía para las actividades informales que son su única fuente de ingresos", dijo Annan.
Es esencial invertir, sobre todo en educación, para mejorar la condición de las mujeres, a fin de practicar un desarrollo sustentable y posibilitar así el incremento de los ingresos familiares, comunales e incluso sociales, declaró Annan.
"Las mujeres deben tener las mismas oportunidades (que los hombres), por derecho y por lógica. Para decirlo de otro modo, quien es igual a medias, también es libre a medias", sentenció Annan.
El secretario general observó que habría que agregar 40.000 millones de dólares anuales a la inversión actual para que todo el mundo tenga acceso a servicios sociales básicos como educación, salud, nutrición, salud reproductora, planificación familiar, agua potable e instalaciones sanitarias.
"Esa suma es menos de lo que gastan los europeos en cigarrillos, y representa un décimo del tráfico de drogas ilegales en el mundo entero", agregó.
El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, declaró que para erradicar la pobreza es vital que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres, y que el crecimiento económico estable sólo se logrará cuando los 3.000 millones de mujeres del planeta tengan empleo y derecho a votar.
Wolfensohn alegó que los bienes y propiedades que tienen las mujeres deben cuidarse y que habría que brindarles mayor seguridad social.
Las mujeres representan 48 por ciento de la población económicamente activa en el ámbito rural de Burkina Faso y 73 por ciento en Congo, según detalla el estudio de la ONU.
Las mujeres representan 46 por ciento de la fuerza de trabajo del sector agrícola de Bangladesh, Filipinas y Nepal, 35 por ciento en Malasia, 54 por ciento en Indonesia y más de 60 por ciento en Tailandia.
La cantidad de mujeres que trabajan en las fábricas de Asia aumentó desde que comenzó el proceso de industrialización dirigido a las exportaciones, comentan los autores del informe.
En la zona del Pacífico, las mujeres tienen un rol preponderante en las pesquerías y la venta de alimentos, así como en el procesamiento del aceite de palma, aceite de coco, café, cacao y vainilla.
Las mujeres componen 71 por ciento del sector agrícola de Papua Nueva Guinea, y 38 por ciento en Fidji, detalla el informe.
Las mujeres tienen un rol central en la agricultura de la mayor parte de los países del Medio Oriente y el norte de Africa.
Casi 55 por ciento del trabajo agrícola no remunerado en Turquía corresponde a las mujeres. Esa cifra es de 53 por ciento en Marruecos, 51 en Egipto, 41 en Líbano, 31 en Iraq y 28 en Mauritania.
"Es esencial lograr la participación total e igualitaria de las mujeres en las instituciones rurales y en el proceso de decisiones, y adoptar medidas específicas para mejorar su condición", exhortan los autores del informe. (FIN/IPS/tra-en/td/fah/ceb/aq/pr/99