EL SALVADOR-HONDURAS: Bloqueo en demarcación fronteriza

Honduras considera plantear al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) las postergaciones al proceso de demarcación de la frontera con El Salvador.

Los condicionamientos de El Salvador retrasan el cumplimiento del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que puso fin en 1992 a un centenario conflicto limítrofe, afirmó este viernes Pedro Madrid, presidente de la Comisión de Soberanía y Fronteras de la Cancillería hondureña.

Por su parte, el gobierno salvadoreño afirma que razones presupuestarias impiden avanzar en el proceso de demarcación.

En el pasado, El Salvador condicionó la demarcación a que se respeten los derechos humanos de sus ciudadanos que queden en los nuevos territorios de Honduras.

Pineda recordó que Honduras suscribió incluso una convención que garantiza esos derechos así como un protocolo fronterizo que ratifica esa voluntad política. Pero "el gobierno salvadoreño sigue poniendo trabas a la demarcación y estamos incumpliendo el fallo" de la CIJ, agregó.

Si la demarcación continúa postergándose, "podríamos llevar este asunto al Consejo de Seguridad de la ONU para ver cómo resolvemos estos obstáculos, dejando claro que nadie nos puede condicionar el cumplimiento de la sentencia a obligaciones de otra índole", dijo Pineda.

El Salvador y Honduras sostuvieron en 1969 durante 100 horas una guerra por problemas económicos y limítrofes que fueron solucionados por un Tratado General de Paz en 1980, el cual disponía poner los diferendos fronterizos a consideración de la CIJ, con sede en La Haya.

El 11 de septiembre de 1992, la CIJ otorgó a Honduras dos tercios del territorio en disputa y garantizó su salida al océano Pacífico. Ambos países acataron el fallo, pero la demarcación de la frontera continúa estancada siete años después.

Treinta años después de la guerra, la población de la frontera sigue sufriendo las mismas carencias en materia de salud, vivienda, trabajo y alimentación.

Juristas y expertos hondureños afirman que el incumplimiento del fallo de la CIJ podría ser considerado una "desobediencia" a esa autoridad con consecuencias poco favorables a ambos países, lo cual justificaría un recurso de Tegucigalpa ante el Consejo de Seguridad.

"No demarcar la frontera nos puede mostrar como una nación que incumple un fallo inapelable, que cae en desobediencia. Eso no conviene a nuestros intereses porque la situación fronteriza podría tomar otros matices", dijo el ex canciller Carlos López Contreras, quien era canciller en 1992.

La soberanía debe ser "ejercida en todos los aspectos" y "nadie nos puede condicionar nada, y mucho hemos al suscribir convenciones y protocolos que garantizan nuestra voluntad política de respetar los derechos humanos de los pobladores de la frontera", agregó López Contreras.

"Honduras ha hecho mucho. Hemos sido muy pacientes, pero creo que ya llegó el tiempo de exigir cumplimientos. Los salvadoreños deben entender que la demarcación es mutua y ya no hay pretextos válidos ni viables para retrasarla", afirmó.

Mientras, el embajador de El Salvador en Honduras, José Vicente Machado, manifestó que su país está dispuesto "a acatar y respetar el fallo".

"No creo que exista desobediencia a la sentencia. Tenemos voluntad política. Lo que sucede es que aspectos presupuestarios impiden avanzar en la demarcación, pero ambos países vamos a buscar una salida diplomática correcta a este aspecto", enfatizó Machado.

El canciller de Honduras, Roberto Flores Bermúdez, dijo que pese a existir un calendario entre los dos países para demarcar los territorios no se ha "avanzado ni un metro".

"Esto es algo que ya estamos conversando con la cancillería salvadoreña porque, sinceramente, no nos podemos retrasar más", agregó.

El Salvador y Honduras comparten una frontera de 360 kilómetros, de los cuales 220 fueron delimitados con la firma del Tratado de Paz de 1980 y el resto con el fallo de la CIJ. Resta la fase de demarcación, para dejar sentado la soberanía de cada país.

Flores Bermúdez dijo que El Salvador impone trabas. Para que "Honduras ejerza soberanía en todos los territorios delimitados necesitamos establecer físicamente cual es el terreno", agregó.

El Consejo de Seguridad de la ONU sería la última instancia a agotar, en caso de que el gobierno hondureño perciba que el proceso de demarcación "sigue estancado y no vemos una voluntad real" para concluirlo, agregó el canciller.

Los gobiernos de El Salvador y Honduras suscribieron protocolos y convenciones adicionales que garantizan el respeto a los derechos humanos en los pueblos fronterizos, que aún no fueron ratificados por los parlamentos.

El fallo de la CIJ causó una serie de problemas sociales a los poblados ubicados en la zona fronteriza, para lo cual se firmaron los acuerdos posteriores.

Un protocolo firmado el año pasado garantiza a los ciudadanos de ambos países respeto de los derechos humanos, sus bienes y la opción de adoptar la nacionalidad que deseen, pero descarta la doble nacionalidad, como reclamaban los ciudadanos salvadoreños que quedaron en Honduras.

El protocolo garantiza derecho a la vida, seguridad personal, libertad, nacionalidad, propiedad, tenencia de la tierra, libre circulación de personas y de bienes, e integridad familiar. (FIN/IPS/tm/mj/ip/99

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