Estados Unidos está cada vez más cerca de alcanzar un acuerdo con Vietnam que normalizaría totalmente las relaciones comerciales con su antiguo rival y pondría fin a uno de los últimos vestigios de la guerra fría.
El Departamento de Estado (cancillería) confirmó informes de prensa al declarar el miércoles que se lograron "avances importantes" para superar varios problemas que obstaculizaban el acuerdo.
La Oficina de la Representante de Comercio, que dirigió las negociaciones que comenzaron en Hanoi esta semana, también confirmó el avance, pero sostuvo que es "prematura" la posibilidad de que el acuerdo se firme en pocos días, como aventuró el diario The Los Angeles Times.
El artículo de prensa "se adelantó mucho a donde estamos", dijo a IPS la portavoz de la Oficina, Helaine Klasky.
No obstante, representantes del gobierno son optimistas de que los obstáculos que quedan se superen rápidamente. Entre los puntos discordantes se encuentran el acceso de los productos y servicios estadounidenses al mercado de Vietnam y la protección de los derechos de propiedad intelectual en ese país.
El acuerdo concluiría con las negociaciones que comenzaron en 1995, poco después de que los dos países normalizaron sus vínculos diplomáticos.
Vietnam, con 80 millones de habitantes, salió relativamente intacto de la crisis financiera que provocó el caos en la mayoría de sus vecinos del sudeste de Asia.
En consecuencia, las compañías estadounidenses tienen interés en competir con sus rivales extranjeros que, hasta el momento, se beneficiaron con las ventajas de los vínculos comerciales normales.
Vietnam también se beneficiará con el mayor acceso de sus exportaciones al mayor mercado del mundo. Al reducir las barreras al comercio y la inversión, Hanoi puede esperar una invasión de compañías estadounidenses interesadas en invertir en industrias con gran cantidad de mano de obra, como el calzado, prendas de vestir y juguetes, señalaron analistas.
El acuerdo reduciría drásticamente los aranceles de muchos de los productos que Vietnam exporta a Estados Unidos.
Los aranceles a las exportaciones de calzado, por ejemplo, descenderían 60 por ciento, lo cual daría a Vietnam una ventaja competitiva frente a sus vecinos, sobre todo Indonesia y China, que recibieron decenas de millones de dólares en inversiones de grandes compañías estadounidenses.
Vietnam exportó productos por 470 millones de dólares a Estados Unidos, una cifra que se podría duplicar en el primer año en vigor del acuerdo comercial, según cálculos del Banco Mundial.
El Banco calculó que, cuatro años después de acordarse el nuevo régimen comercial, 70 por ciento de las exportaciones de Vietnam se dirigirían a Estados Unidos.
Unas 350 firmas estadounidenses operan en Vietnam, y si se normalizan las relaciones comerciales, esa cantidad también podría aumentar significativamente, según un funcionario de la Oficina de la Representante de Comercio.
"El interés comercial declinó en el último año mientras parecía que las negociaciones no prosperaban. Pero un acuerdo ahora ayudaría a renovar el interés", manifestó.
Muchas empresas se retiraron de Vietnam desde que comenzaron a operar en ese país cuando el presidente Bill Clinton levantó en 1994 el embargo comercial impuesto en 1975, frustradas por la burocracia, las barreras arancelarias y lo que el Banco Mundial denominó el ritmo "glacial" de la reforma económica.
La inversión extranjera descendió a la mitad durante el primer semestre de este año, comparado con el mismo período de 1998, indicó el Banco Mundial.
El Fondo Monetario Internacional canceló los préstamos a Vietnam a principios de este año debido a la lentitud de las reformas económicas, y ahora negocia con Hanoi un crédito de ajuste estructural que espera firmar a fin de año.
Por otra parte, los donantes bilaterales y el Banco Mundial siguen apoyando a Vietnam. En diciembre, los donantes prometieron para este año 2.700 millones de dólares en préstamos, créditos y donaciones, frente a los 2.400 millones de 1998.
Las relaciones económicas con Estados Unidos impulsarían las inversiones en Vietnam y también mejorarían la posibilidad de que Hanoi ingrese a la Organización Mundial del Comercio.
Una vez que se alcance el acuerdo bilateral, deberá ser aprobado por el Congreso estadounidense. Las iniciativas para normalizar las relaciones con Hanoi eran controvertidas hace cuatro años, pero la mayoría de los analistas creen que esta vez el pacto no tendrá problemas en ser ratificado.
El martes, por ejemplo, el senado derrotó por 94 votos contra cinco una iniciativa de la derecha para desautorizar formalmente la política de apertura comercial de Clinton hacia Vietnam.
Varios senadores del opositor Partido Republicano criticaron la ofensiva de la derecha, entre ellos John McCain, un ex prisionero de guerra en Vietnam que es uno de los tres candidatos republicanos con mejores posibilidades de ser nominado a la carrera presidencial por su partido.
Así mismo, los poderosos intereses agrícolas también apoyaron la normalización de las relaciones con Vietnam.
El acuerdo de comercio coronaría el lento proceso de normalización iniciado en 1987, 12 años después de que las fuerzas estadounidenses finalmente se retiraron del sur de Vietnam.
Entonces, el presidente Ronald Reagan envió al general John Vessey a Vietnam a proponer una gestión conjunta para saber qué ocurrió con los soldados estadounidenses perdidos en acción durante la guerra que libraron ambos países entre fines de los años 60 y 1975.
En 1991, el gobierno de George Bush presentó a Hanoi un plan para la normalización gradual de las relaciones. Ese proceso fue impulsado por Clinton en 1994 cuando levantó el embargo comercial.
En marzo de 1998, Clinton mejoró las relaciones económicas entre ambos países al retirar la prohibición de otorgar préstamos y garantías comerciales estatales a firmas estadounidenses que tuvieran negocios en Vietnam.(FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq/if-ip/99