/BOLETIN-INTEGRACION/ VENEZUELA: Objeción a proyecto de Guyana en Esequibo

La disputa por la zona de Esequibo surgió nuevamente cuando Venezuela objetó un acuerdo a punto de concretarse entre Guyana y una firma de Estados Unidos para construir un polígono de lanzamiento de satélites comerciales en el noroeste del territorio guyanense.

El presidente Hugo Chávez, a través de su canciller, José Vicente Rangel, dio a conocer públicamente la semana pasada sus objeciones sobre el proyecto porque estaría ubicado en la región occidental de Esequibo, la cual Caracas disputa a Guyana desde hace un siglo.

"Objetamos la intención de montar una base aeroespacial en el territorio en litigio", expresó Rangel, según informó esta semana la publicación independiente Stabroek News.

La región, que contiene las tierras cultivables más ricas de Guyana, así como oro, diamantes y yacimientos de petróleo, abarca 60 por ciento de los 215.000 kilómetros cuadrados del territorio guyanense, y alberga inversiones extranjeras por 700 millones de dólares, incluso de compañías estadounidenses y canadienses.

"Esequibo es considerado un territorio en litigio", expresó Rangel.

En el pasado, Caracas objetó otros proyectos, pero esto ocurrió antes de que la presidenta guyanense Janet Jagan se viera prácticamente obligada a instalar con Venezuela una comisión bilateral de inversiones y del ambiente.

Los críticos del gobierno aseguran que esa medida permitió al vecino occidental de Guyana ganar influencia para determinar lo que ocurre en este país.

Los gobiernos anteriores trataron el reclamo venezolano sobre el territorio como lo que es, una demanda formulada a pesar del hecho de que sus representantes firmaron en 1899 un acuerdo internacional elaborado por una comisión de límites, que fijó su demarcación total y definitiva.

Para los gobiernos anteriores no existía una disputa oficial, pero la administración de Jagan modificó la posición del país al abrir la puerta a negociaciones con Venezuela sobre cuestiones ambientales y de otro tipo en esa área.

"La posición oficial es que la cancillería actualizará la situación con los venezolanos", declaró el primer ministro Samuel Hinds.

"A pesar de esto, los inversores siguen ansiosos de venir a Guyana y mantienen su interés en establecer aquí un centro de lanzamiento de satélites comerciales", expresó Hinds el martes.

La que está ansiosa de que el proyecto siga adelante es la compañía estadounidense Beal Aerospace Technologies, con sede en Dallas, que quiere ingresar a toda costa en la industria de satélites comerciales, que factura 50.000 millones de dólares por año.

Formada en 1997, funcionarios de la empresa recorrieron el mundo en busca de lugares remotos cerca del Ecuador que permitan el lanzamiento hacia el norte y el este con ventajosas condiciones.

Beal comenzó a cortejar en serio a Georgetown luego de los obstáculos que se interpusieron en la compra de la Isla Sombrero, un pequeño trozo rocoso al norte de Anguila, una dependencia británica en el Caribe oriental.

Anguila tiene una población de 10.000 personas, pero el permiso para el proyecto debe venir de Londres porque la isla sigue siendo una colonia británica. No obstante, el gobernador de Anguilla ofreció a Beal el arrendamiento de Isla Sombrero durante 49 años.

En Guyana esos problemas no existen. El primer ministro Hinds no ocultó el hecho de que Beal aportaría a este país impresionantes industrias de alta tecnología y permitiría a la administración agitar la bandera de las inversiones extranjeras.

Beal incluso pretende la autorización para construir una pista privada de 3,5 kilómetros para que puedan aterrizar aviones Boeing 747 que transportarían los vehículos que se lanzarían desde el polígono.

El gobierno tampoco objetó el asunto, a pesar de que la pista sería usada exclusivamente por Beal y resultaría más larga de la que tiene el Aeropuerto Internacional Cheddi Jagan.

Durante su entrevista el martes, Hinds, un ingeniero formado en Canadá, señaló que el gabinete considerará cuidadosamente los pasos necesarios para afrontar el reclamo venezolano.

Beal parece haber elegido un área en el distrito de Waini, que mira hacia Trinidad, como posible lugar para establecer el centro de lanzamientos.

El gobierno ya indicó su voluntad de fijar la superficie del terreno que será cedido a la compañía, y está trabajando con Beal para indemnizar a los habitantes que deberán mudarse por razones de seguridad para permitir las operaciones de la empresa.

Beal quiere lanzar hasta de 12 cohetes por año de dimensiones similares a los europeos de la estación espacial Ariane-5, situada en la Guyana francesa.

Las tarifas oscilan entre 75 y 125 millones de dólares por cada lanzamiento, y Beal asegura que se convertirá en la única firma que diseñe, ensamble y lance satélites como entidad privada. Su primer vehículo podría ascender al espacio a fines del 2000.

El gobierno y la empresa hablan de 500 puestos de trabajo para guyanenses en la construcción, y empleos permanentes para otros 200, además de exenciones de impuestos y otros beneficios.

Pero lo más importante, dijo Hinds, es que el proyecto promoverá la instalación de más industrias de alta tecnología en el área, que encontrarán a un gobierno dispuesto a extender una alfombra roja para recibirlas.

"Este es el tipo de cosa que nos podría llevar al próximo siglo", dijo a IPS.(FIN/IPS/tra-en/bw/wg/ego/aq/ip-if/99)

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