MOSCU – La presidenta de Letonia bloqueó un proyecto de ley que prohibía hablar ruso en los lugares de trabajo, criticado por Rusia y la Unión Europea, pero persiste la tensión diplomática entre Riga y Moscú.
El parlamento aprobó a comienzos de julio, por abrumadora mayoría, un proyecto de ley que prohibía el uso del idioma ruso en lugares de trabajo, lo que causó polémicas pues 41 por ciento de los 2,5 millones de habitantes de Letonia son de origen ruso.
El proyecto, que obligaba al uso del idioma letón en los servicios públicos y en los negocios, aun entre personas que hablan ruso, fue aprobado a pesar de las críticas de los habitantes de origen ruso y de las críticas de la Unión Europea.
La presidenta de Letonia, Vaira Vike-Freiberga, no promulgó el proyecto de ley y lo devolvió al parlamento el día 14, al tiempo que propuso reconsiderar cláusulas como la que prohíbe el uso de cualquier lengua que no sea el letón en los carteles públicos.
La presidenta alegó que ciertos incisos de la ley no se proponen lograr la integración o mejorar la educación, sino que son meramente represivos. El idioma letón emplea el alfabeto latino, mientras el ruso utiliza el cirílico. —-