Sola Sierra, la combativa presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (AFDD) de Chile, murió el jueves sorpresivamente en esta capital a raíz de un paro cardiaco durante una intervención quirúrgica.
La dirigenta, antigua militante del Partido Comunista (PC), fallecida a los 64 años, fue una figura emblemática en la lucha contra la impunidad de las violaciones de derechos humanos bajo la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
Sierra murió cuando comienza lentamente a hacerse luz sobre la suerte de los detenidos-desaparecidos, una verdad que ella persiguió infructuosamente durante 23 años, desde el secuestro de su esposo, Waldo Pizarro, en diciembre de 1976.
El fallecimiento se produjo en la Posta Central de Santiago, como consecuencia de dos paros consecutivos al corazón mientras era operada de una hernia en el núcleo cervical de la columna, informó Leonardo Ristori, director del centro hospitalario.
La presidenta de la AFDD viajó dos veces a Londres en los últimos ocho meses para presentarse ante la Cámara de los Lores como testigo de cargo contra Pinochet, arrestado desde el 16 de octubre de 1998 en la capital británica.
En marzo de este año, Sierra condenó duramente la política de defensa del ex dictador asumida por el gobierno del presidente Eduardo Frei, en un artículo que escribió para el Servicio de Columnistas de Inter Press Service.
Sierra se casó el 22 de diciembre de 1962 con Pizarro, un técnico de minas con quien tuvo tres hijos y que llegó a ser uno de los principales dirigentes comunistas en la clandestinidad en los primeros años de la dictadura de Pinochet.
El 15 de diciembre de 1976, Pizarro, en ese entonces de 42 años y miembro del Comité Central del PC, fue detenido y secuestrado por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), cuerpo de policía secreta dictatorial.
Junto a Pizarro, la DINA detuvo a otros 12 altos miembros de la dirigencia clandestina del comunismo chileno. Todos ellos, pasaron a formar parte de las 1.198 víctimas de desaparaciones forzadas bajo el régimen dictatorial.
Sierra se vinculó desde entonces a la AFDD, que nacía bajo el alero protector de la Vicaría de la Solidaridad, fundada por el cardenal Raúl Silva Henríquez, otro gran defensor de los derechos humanos fallecido este año en Chile.
La dirigente encabezó la agrupación en varias ocasiones, completando en este último periodo ocho años consecutivos como presidenta, cargo desde el cual criticó permanentemente el carácter "pactado" de la transición democrática chilena.
Tanto el gobierno como el arzobispo Francisco Javier Errázuriz, primado de la Iglesia Católica chilena, y dirigentes políticos, sindicales y humanitarios expresaron su pesar por la muerte de la presidenta de la AFDD.
"La figura de esta mujer sirvió de aliento en los momentos más duros, cuando había que luchar por la verdad y la justicia", dijo Jorge Pavez, presidente del Colegio de Profesores. "Esperamos que la labor que realizó Sola Sierra tenga eco en quienes conducen hoy al país".
El candidato presidencial oficialista Ricardo Lagos hizo a su vez un llamado a quienes tengan información sobre el paradero de desaparecidos a que la entreguen, como "el mejor homenaje" a la memoria de la presidenta de la AFDD.
La candidata presidencial ecologista Sara Larraín expresó "profundo dolor y consternación" ante el fallecimiento "de una de las mujeres que más ha aportado a la historia de nuestro país en los últimos 25 años".
El ministro de la Secretaría General de Gobierno, Carlos Mladinic, llegó hasta la Posta Central para presentar a los familiares de Sierra y a las dirigentes de la AFDD las condolencias oficiales en nombre del presidente Frei.
El diputado Roberto Len, presidente del oficialista Partido Demócrata Cristiano, calificó a Sierra como "una gran luchadora por la verdad y la justicia" en los miles de casos de violaciones de los derechos humanos. (FIN/IPS/ggr/ag/hd/99
