(Arte y Cultura) AMERICA LATINA: Una novela salvaje enfrenta el nuevo siglo

La saga de los poetas del realismo visceral transformados en detectives salvajes, que ganó en Venezuela el premio de novela Rómulo Gallegos, desafía a los lectores con alta intensidad narrativa y augura un nuevo aliento para la literatura latinoamericana.

El autor de "Los detectives salvajes" (Anagrama, 1998), Roberto Bolaño, llegará a Caracas para recibir el 2 de agosto el Rómulo Gallegos, dotado con 60.000 dólares, y sumarse a la lista de famosos ganadores de este premio.

Bolaño nació en Chile, pero vive desde hace más de 20 años en España, donde escribió esta novela que, si bien pasea por el mundo, tiene su escenario principal en México.

"2 de noviembre. He sido invitado a formar parte del realismo visceral", dice la primera línea de una obra de 600 páginas, que se consumen a toda velocidad mientras delante de los ojos pasan una gran cantidad de personajes, situaciones delirantes y un humor muy fino.

La narración recorre la aventura de Ulises Lima y Arturo Belano, dos poetas que a mediados de la década del 70 inician en México la búsqueda de la esquiva poeta Cesaria Tinajero, inpiradora del movimiento de realismo visceral.

Es una búsqueda a través del tiempo, pues Tinarejo pertenece a los años 20 y es casi un recuerdo. Pero, además, es la justificación para adentrarse en un mundo de locura y tormento, de travesías y desencuentros, en un escenario donde la poesía es gravitante.

El jurado del premio venezolano destacó la "novedosa apuesta narrativa" de una obra que "abre caminos hacia el próximo siglo", y la eligió entre 220 trabajos procedentes de toda América Latina y España.

"Abrirle la tripa en la primera página es caer en la trampa de no poder cerrarla hasta dar con el colofón", comentó uno de los jurados, el venezolano Carlos Noguera, a quien la novela le recuerda "grandes sagas de aventuras".

El jurado argentino Saúl Sonowsky, por su parte, justificó el fallo argumentando que percibió en ella "un enfrentamiento con todo lo que es la tradición literaria que hemos heredado".

Sonowsky, consultado por la prensa venezolana, agregó que el autor lo hace además "con un desparpajo, con un sentido del humor feroz y con una propuesta de aperturas que no sabemos a dónde van a llevar, pero que indica a las claras una voluntad de no hacer lo que hacen todos".

"Los detectives salvajes" no es una novela policial, pese a su nombre. Pero sí es una novela de investigación en la cual la búsqueda está presente en todo momento.

Bolaño logró una obra escrita con fluidez y dotada de una compleja estructura que, sin embargo, no es difícil de seguir. Gran parte de la novela está contada por testigos que recuerdan diversas partes de una historia.

No es difícil comprobar que se trata de dos búsquedas separadas. En primer lugar, de la búsqueda de los real visceralistas, y luego la de otro, quizás el lector, que trata de seguir el rastro de los poetas Belano y Lima hasta 1996.

Belano es el alter ego de Bolaño, "mi yo literario", según su propia explicación. Fuma mucho y sufre del páncreas, igual que él. También se inicia en la literatura en México, y nació en Chile, aunque vivió poco allí.

Bolaño salió de su país a los 15 años y, según ha dicho "el Chile que recuerdo es virtual". Su regreso a Santiago en 1998 después de más de 20 años produjo ácidas refexiones públicas sobre un país que reconoce, pero con el cual aparentemente se siente incómodo.

Su obra suma hasta el momento cerca de 10 publicaciones entre poesía y narrativa. Desde 1993 vive de la literatura "modestamente" y su última novela, de 1999, es "Amuleto".

El escritor juguetea con el lector e hilvana sus diferentes trabajos con la presencia constante de personajes, lugares y situaciones. Belano aparece en tres de sus libros y el pueblo de los asesinos, Villaviciosa, ya era conocido por los lectores de sus cuentos en "Llamadas telefónicas" (1997).

"Los detectives salvajes" había obtenido el premio español "Jorge Herralde" antes de lograr el "Rómulo Gallegos" en Caracas.

"Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez, "La casa verde" de Mario Vargas Llosa, "Terra nostra" de Carlos Fuentes y "Mañana en la batalla piensa en mí" de Javier Marías figuran entre los ganadores del galardón venezolano.

"Es una novela que me hubiera gustado mucho haber escrito", dijo el jurado cubano Antonio Benítez sobre "Los detectives salvajes".

Y añadió: "Bolaño rompe con sus predecesores y abre el camino a una nueva forma de novela total, una forma que corresponde a estos tiempos de globalización, cyberspace, culebrones, pragmatismo y posmodernidad". (FIN/IPS/lc/dm-mj-ff/cr/99

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