YUGOSLAVIA: Acción de Rusia podría costarle ayuda financiera

El sorpresivo despliegue de soldados rusos en la provincia serbia de Kosovo podría tener consecuencias negativas para Moscú en el ámbito internacional, inclusive la reducción de la ayuda financiera, advirtieron analistas.

La acción probablemente alivió el orgullo herido del ejército ruso, que fue casi ignorado por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y de otra manera podría haber quedado excluido de la operación en Kosovo, pero no está claro si a largo plazo beneficiará a Rusia.

Algunos políticos rusos temen que los países occidentales tomen represalias bloqueando la ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional, pero la operación sorpresa del pasado sábado ya sirvió a varios propósitos de política doméstica y exterior de Moscú.

Por ejemplo, la medida demostró que el Kremlin puede confiar en su ejército.

Trascendió que el presidente Boris Yeltsin supervisó directamente la operación, planificada por el general Viktor Zavarzin, ex representante militar de Rusia ante la OTAN, y coordinada por el general Alexander Kvashnin, jefe del Estado Mayor, pasando por alto al gobierno y al parlamento.

Pero el éxito inicial de la acción militar fue opacado por el fracaso de la segunda etapa del plan (el transporte aéreo de miles de paracaidistas a Pristina), aparentemente porque Hungría, Bulgaria y Rumania se negaron a permitir que Rusia utilizara su espacio aéreo.

Sólo fueron necesarios 200 paracaidistas rusos para confundir a la OTAN y desbaratar sus planes de establecer un centro de comando en el aeropuerto de Pristina, señalaron analistas de Moscú. Además, la medida otorgó al Kremlin un nuevo instrumento de negociación con la alianza atlántica.

Sin embargo, también demostró claramente la falta de coherencia y coordinación entre las máximas autoridades del país.

El canciller Igor Ivanov sostuvo que la operación en Kosovo formó parte de un plan autorizado por Yeltsin, pero admitió que no fue informado con anticipación.

Se presume que tampoco fueron informados el primer ministro Sergei Stepashin, el ministro de Defensa Igor Sergeyev ni el enviado especial del Kremlin a los Balcanes, el ex primer ministro Viktor Chernomyrdin.

Guennady Seleznyov, presidente de la Duma (cámara baja del parlamento), invitó al canciller y al ministro de Defensa a una audiencia a puertas cerradas para determinar quién dio la orden de enviar tropas a Kosovo, una medida que requiere la aprobación previa del parlamento.

Stepashin anunció este martes, tras una reunión con Yeltsin, que las "fricciones" de Moscú con la OTAN por el papel de Rusia en Kosovo estarán solucionadas para el fin de semana.

Los esfuerzos para establecer una fuerte presencia rusa en la provincia serbia deberían estar coordinados por la cancillería, observó el primer ministro, en clara referencia a los procedimientos independientes del ejército.

Así mismo, Stepashin insistió en que la resolución la semana del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Yugoslavia debe aplicarse en todos sus aspectos, y enfatizó la cláusula referente al desarme de todos los grupos armados ilegales, como el Ejército de Liberación de Kosovo.

No está claro si Moscú calculó todas las posibles consecuencias internacionales de su operación.

Rusia y Estados Unidos todavía no alcanzaron un acuerdo sobre los principales puntos de fricción, es decir, la demanda de Moscú de una zona de control propia en Kosovo y su negativa a colocar sus tropas bajo el comando de la OTAN.

Washington consideró insignificante la presencia militar de Rusia en Kosovo, pero continúa con su diálogo diplomático de alto nivel para intentar someter a las fuerzas rusas al comando de la alianza atlántica.

La OTAN estaría buscando un acuerdo que permita al ejército ruso ejercer una función pacificadora sin afectar su propio control.

La fórmula de Estados Unidos consiste en una "zona de responsabilidad" rusa que, al menos formalmente, estaría bajo el comando de la OTAN.

Yeltsin y el presidente estadounidense Bill Clinton se reunirán el próximo domingo 20 en la ciudad alemana de Colonia en ocasión de la cumbre del Grupo de los Ocho, integrado por los siete países más industrializados del mundo y Rusia.

Moscú estará representado por Stepashin antes de la llegada de Yeltsin. El primer ministro insistió en que Rusia debe ejercer un papel "sustancial" en la resolución política de la crisis de Kosovo y en una fuerza de paz auspiciada por las Naciones Unidas.

Ese papel sustancial podría resultar demasiado costoso para Rusia a largo plazo, advirtió Alexander Shojin, diputado y ex viceprimer ministro.

Ahora, las posibilidades de recibir nueva ayuda financiera internacional son cada vez más reducidas, sostuvo. (FIN/IPS/tra-en/sb/ak/mlm/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe