El primer ministro de Italia, Massimo D'Alema, anunció hoy que Silvia Baraldini, una ciudadana de este país que cumple desde hace 15 años una condena por terrorismo en Estados Unidos, será trasladada a una cárcel italiana.
Baraldini, de 53 años, integró entre 1979 y 1981 el movimiento de extrema izquierda 19 de Mayo, que abrazó la causa de los afroestadounidenses, y fue condenada en 1984 a 43 años de cárcel.
La italiana nunca participó personalmente en una acción terrorista, pero admitió haber entregado un arma a Sekou Adingo un miembro del movimiento extremista afroestadounidense de los Panteras Negras.
Su sistemática negativa a colaborar con las autoridades de Estados Unidos le ha valido ser mantenida en un régimen de reclusión extremadamente severo, que incluyó cuatro años de total aislamiento.
Por la misma razón, el gobierno estadounidense se había resistido a atender seis peticiones de traslado planteadas por distintos gobiernos italianos, y otras planteadas reiteradamente por la presa tras la muerte de su hermana, que dejó a su madre (actualmente de 82 años), viviendo sola en Roma.
El duro sistema carcelario al que estaba sometida Baraldini no fue modificado luego de que fuera sometida a dos intervenciones quirúrgicas en 1988, por una grave forma de cáncer de útero.
La petición de Italia se basó en la Convención de Estrasburgo, del 21 de marzo de 1983, firmada por casi todos los países europeos y por Estados Unidos, al igual que por Bahamas, Canadá, Chile, Costa Rica, Israel y Trinidad y Tobago.
Esa convención permite que ciudadanos de los Estados firmantes condenados en otros Estados firmantes sean trasladados a las cárceles de sus países de origen.
En una conferencia de prensa realizada este viernes, D'Alema anunció que el presidente estadounidense, Bill Clinton, había asumido un "compromiso personal de solucionar el caso de Silvia Baraldini", y señaló que de no haber mediado esa actitud del mandatario no se habría resuelto el problema.
En ministro de Justicia italiano, Oliviero Diliberto, y el embajador de Estados Unidos en Italia, Thomas Foglietta, acompañaron al primer ministro en la conferencia de prensa.
Ahora un tribunal de Roma revisará el fallo judicial estadounidense contra Baraldini, cuyo regreso a Italia podría producirse en julio.
En ambientes políticos se excluyó la posibilidad de que permanezca presa hasta el término de su actual condena, en el año 2027, y se pronosticó que podría quedar en libertad en el 2005 o el 2008.
Dirigentes de los partidos de la gobernante coalición de centroizquierda expresaron su satisfacción por el anuncio de D'Alema, mientras los representantes de la derecha guardaron silencio, a excepción del diputado Maurizio Gasparri, de Alianza Nacional, quien criticó a las autoridades.
Baraldini se había transformado en una bandera de lucha de las fuerzas de izquierda de Italia, y hubo numerosas manifestaciones en favor de su traslado a Italia durante los últimos 16 años.
En la maratón de Nueva York de 1993, unos mil corredores participaron con una foto de la presa pegada en la camiseta y acompañada de la leyenda: "Yo corro por Silvia". (FIN/IPS/jp/mp/ip/99)